lunes, 13 de noviembre de 2006

El mejor de todos y que no grité.

Fumar tiene muchos efectos negativos. Eso lo sabemos todos y los saludables no fumadores se encargan de hacerlos cada día mas evidente en todos lados. Hace mucho tiempo que no me prendo un pitillo inmotivado, por otro lado.

Creo que estoy dejando poco a poco el cigarro, tal como me prometí hacerlo. En fin.

Pero la idea de este post no era hablar del cigarro, de ése ya hablé antes en este post. La idea era comentarles una de las principales cosas que el fumar me arrebató. Como les conté antes en este otro post, el año 2004 mi esportin querido hizo una campaña muy buena en la Copa Libertadores. Quedamos primeros en nuestro grupo luego de golear a un equipo brasileño, ganarle a un paraguayo y golear a otro argentino. Este último era el Rosario Central de la ciudad de ... exacto, Rosario.

El partido iba 0 a 0. Yo, como siempre, estaba sentado en tribuna de oriente con mi camiseta bien puesta y rodeado de amigos. El partido estaba trabado en el medio campo. Hacían ya cinco minutos que yo tenía el cigarro en la mano esperando el momento preciso para prenderlo. En medio del juego, Araujo que jugaba en el medio campo recibe el balón algunos metros adelante del círculo central de la cancha. Justo en ese momento yo pienso: "El partido esta trabado. La pelota la tiene Araujo en el mediocampo. Acá no pasa nada por el momento. Momento ideal para prenderme mi cigarrito".

Llevo el cigarrillo a la boca, lo sujeto con los labios. Saco un fósforo. Quito los ojos de la cancha y bajo la mirada para prender el fosforo. Lo froto una vez. No se prende. Empiezo a frotarlo una segunda vez y escucho:

¡¡¡¡¡¡¡GOOOOOOOOL!!!!!!!

Levanté la mirada y vi a Juan Carlos a mi derecha gritando como gritaria yo semanas despues. ¡Golazo, golazo! repetía sin cesar. Yo, aún asustado, levanté las manos y dije ¡Gol, que bien, Vamo Cristal! De pronto me fije que Juan Carlos y su entusiasmo no eran los únicos que decían "golazo". Todo el estadio lo decia. Empecé a pensar que me había perdido de algo.

Cristal ganó 4 a 1. Los otros tres goles si los vi y los grite. Luego en la casa de Alvaro vi la repetición del gol que me perdí. Es exactamente este de acá. Notese que este video empieza cuando Araujo recibe el balón en el mediocampo, momento preciso en que yo bajé la mirada.



Luego de que se terminó de gritar ese gol, prendí mi cigarro y me lo fume igual. Me supo distinto, a las burlas de mis amigos cuando les comentaba que fui al estadio y que justo ese gol, el mejor que se vió en mucho tiempo, la espléndida chalaca que se mandó Jorge Soto, no lo vi por prender mi cigarro. Y pensar que Ernesto, en su casa, me confesó que dijo, al ver el gol, que suerte la de Chalo que está en el estadio y pudo ver este golazo.

Una razón más para dejar de fumar. Por lo menos en el estadio. Digo, es un decir.

1 comentario:

Angélica Camacho dijo...

Nooo!! Te perdiste ese golazo?? ja ja, te maleas. Veinte mil personas lo vieron dice Trisano... debió decir menos uno que quería prender su cigarro ja ja...
Supongo que los otros los gritaste con más ganas.