martes, 26 de diciembre de 2006

Reflexiones Post Navidad

En primer lugar, debo cumplir con lo que me nace de la mas profunda sinceridad. Debido a mi decisión de no hacer el menor esfuerzo para buscar computadores o internet en los días de fin de semana (a lo que se debe el hecho de que yo casi nunca posteo en domingo o sábado) no he podido mandar saludos navideños casi a nadie. Aunque he recordado casi a todos.

Sin embargo, he recibido los que me correspondían. Gracias!!

Así, me doy cuenta una vez más que se siente muy bien cuando te das cuenta que alguien se toma la molestia de mandarte un saludo. No resulta necesaria una frase ingeniosa ni un regalo bonito, lo importante y realmente apreciable es saber que otra persona se acordó de ti y te lo hizo saber.

mM inacción hizo que no pueda hacer saber a muchas personas que yo tambien me acordé de ellas, de ustedes. Y, como nombrarlos a todos constituiría mas un acto de vanidad que de agradecimiento, simplemente les agradezco a todos sus deseos, reafirmo los mios y espero que la hayan pasado muy bien. Doy por recibidos los abrazos y envio los mios.

Que hayan tenido una feliz navidad.

Y ahora, pasemos a ciertas reflexiones que me vinieron a la cabeza en estos días.

1. "Fiesta Religiosa".

Fue en la navidad del año 2005 cuando en la peluquería me comentaban las virtudes de asistir a misa de gallo en navidad y hasta me aventuraron un cierto reproche a mi y a mi familia por que nosotros, simplemente, jamás fuimos a una misa de gallo. Claaaro, fue el mismo peluquero de quien hablé acá.

Y ahora me vino a la cabeza la pregunta que aquella vez me soltó a bocajarro consciente como era de que las tijeras las tenía él y yo no podía ponerme muy faltoso bajo pena de corte en las orejas. "¿Que es lo que celebras entonces en navidad?".

Aquella vez no le pude contestar por que, consciente como estaba de que las tijeras las tenía él, no quise despertar su furia. No vaya a ser que en nombre de monseñor Escrivá considere que mi purificación pase por la oblación del pabellón auditivo que tan útil me resulta en ambas orejas.

Pero este año, alejado como estuve de su peluquería, contesté. Yo no se qué celebrará él. Yo celebro con toda mi alegria algo mas simple, menos trascendental, menos divino y, a mis ojos, mucho mas importante. Celebro que tengo la posibilidad de reunirme con mi familia y decirles a todos con mis palabras, abrazos y sonrisas lo mucho que me importan. Celebro que esta fecha me da la posibilidad de sentarme nuevamente a la mesa con mis padres y mis hermanos y, mas allá de frialdades coyunturales, celebro el hecho de tenerlos a todos juntos y poder abarcarlos con una sóla mirada. Que no me vengan con pesebres o renos, para mi lo importante es poder saber que estoy vivo y que vivo aún con las personas cuyas vidas son las importantes para mi. Que mientras los tenga a ellos, tendré navidades.

No venga nadie a reducirme la navidad a una simple y anodina fiesta religiosa de las que está plagado el calendario, la misa y las indulgencias plenarias no tienen ni tendrán jamás el significado tan pleno de poder compartir un chiste de mi viejo con toda mi familia. Y soy consciente que Dios se siente mucho mas complacido viendonos sonreir mientras nuestra mascota estrena su nuevo regalo navideño que viendo a pios personajes sentados en una fria e indiferente banca participando de algo que no les ayuda para decir a quien los quiere, que ellos tambien los quieren.

Yo no celebro, yo agradezco el poder sentirme parte de un núcleo. Celebro la existencia de mi núcleo y la felicidad de sabernos siempre juntos. ¿Misa de Gallo? ¿Para qué? ¿Para alejarme de mi gente? ¿Ir todos juntos? ¿Para qué? ¿Para estar callados y sentados con frio en un sitio extraño en vez de compartir la alegria de nuestra mesa y el calor de nuestra sala? No gracias.

La verdad es que quizá yo haya retornado a la versión pagana de la fiesta de la luz que celebraban antes en la fecha de luna nueva del mes de diciembre (que usualmente coincide con el 25 de ese mes), pero esa celebración es la que me llena de alegría y, al igual que como piensan los musulmanes, si de adorar al divino se trata, no creo que haya mejor forma de hacerlo que disfrutando y usando lo que él me dió, mi libertad y mi capacidad de amar a mi gente.

Para mi la navidad es muchas cosas, menos una fiesta religiosa. Y me niego tajantemente a reducirla a eso.

2. I'll be back

Desde que llegué a vivir a Lima, he vivido siempre en Miraflores. Primero en una buena pensión multitudinaria, luego en un buen depa con mis hermanos y luego de ese en otros dos cumplidores depas que compartí ya no con los dos hermanos sino unos años con uno y los restantes con el otro.

El pasado 8 de diciembre, como lo conté acá, dejé de compartir el hogar con mi hermano y me fuí a mi "pìsito", como lo llamo yo.

Siempre me ha gustado Miraflores, me he sentido muy bien todos esos años viviendo ahí. Incluso la cercanía del mar, masa de agua que no me llama mayormente la atención en ninguna época del año, me resultaba simpática. Pero habían muchos otros detalles, la facilidad para llegar a casi todo lado, y la cercanía con los sitios a los que podía ir a tomarme una cerveza con los muchachos. Todo eso junto hizo que a Miraflores yo lo sintiera como mi casa. Era mi casa. Y fue por eso que hará unos años prometí que jamás, mientras viva en Lima, viviría en otro distrito que no sea Miraflores.

Mi pisito queda en San Borja.

¿Y dónde está tu promesa, entonces?

Es cierto, la promesa quedó en saco roto.

Estuve pensando en eso ahora que, por navidad y ante la visita de mis padres que fueron a su casa (la de Miraflores), tuve que regresar a la casa e incluso dormí en ella la madrugada del 25.

Y si, pues. Ya no vivo en Miraflores.

Lo que me recordó que hace 18 años, en marzo de 1988, luego de meses de embalajes y mudanzas, mi madre me sacó de mi casa en Cusco rumbo al aeropuerto. No tuve tiempo de recojer mi último juguete (un robot que se transformaba en una mariquita gigante, se veía muy viril el robotito ahora que lo recuerdo pero creo que, si regresaría en el tiempo, no le prestaría tanta atención ... no se vayan a crear falsas ideas, en fin) y mi madre, apurada como siempre que se trataba de aeropuertos y viajes, me dijo que no me preocupe que ella regresaría luego y que me lo daría.

Subímos al avión y salimos de Cusco, mi casa, mi hogar, mi patria pequeña. Pasaron siete años antes de que pueda volver a pisar tierra cusqueña, nunca mas he vuelvo a vivir allá y no tengo planes en el corto o mediano plazo (aunque si mucho entusiasmo por ello en el larguísimo plazo). Sin embargo, para mi, a mis siete años cuando me subí a ese último avión, el tema no fue tan definitivo. Para mi era un viaje más de vacaciones, pensaba iluso yo, que no me estaba yendo para vivir en otra ciudad - anodina ciudad, por cierto - sino que me estaba ausentando un tiempito y que iba a volver. En el fondo sabía que iba a volver. Que voy a volver.

Es lo mismo con mi promesa. En el fondo sé que voy a volver a Miraflores, mi casa. Pero por el momento tengo que irme a otros lados. Tan malo no es.

3. Pavo, no te vayas a correr.

Hará dos años que solté la idea "Y si este año en vez de comer pavo, comemos lechóncito". No tuve acogida. Tampoco la tuve este año. En verdad, en mi casa sólo se come el pavo. Pero no me quejo.

La cena de navidad en mi hogar es un clásico. Es casi como la pascua judía donde comen las mismas cosas. Con los años hemos ido añadiendo cosas y detalles, pero esencialmente siempre es la misma cena y eso nos hace felices por que, dicho sea de paso, sale riquisima.

Este años llegué a la conclusión que la cena navideña no es motivo para innovar o cambiar. Que esta bien que sea como es, como siempre ha sido, porque de esa forma ponemos en la mesa un rasgo mas de lo que somos nosotros, la familia. Nuestra cena, nuestra particularidad, nuestra identidad. Y esa no se cambia año a año.

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Me gustó esta navidad, seré sincero. Aunque me regalaron muchos cubiertos y cucharones para mi nueva casa. Puedo usar un juego de cubiertos por día y tendría cubiertos para dos semanas. Y pensar que no almuerzo en mi casa. En fin, en todo caso, ya tengo regalos para la proxima boda a que me inviten. Digo, es un decir.

viernes, 22 de diciembre de 2006

No quiero irme a los penales

Yo soy un hincha inusual de fútbol peruano. Principalmente por que no me gustan los supuestos equipos "simpáticos" de los que todos simpatizan por que, valgan verdades, son principalmente pintorescos. Así me alegré mucho cuando bajó el municipal y su ascenso no me trajo ninguna alegría. Sobre todo considerando que su estadía en primera va a ser el típico via crucis del equipo desorganizado y sin finaciamiento. De igual manera este año me emocionaba la idea que baje el Boys, que cada año se ha ido pareciendo mas al muni, y que se quedara un equipo como el Galvez que, dentro de su mediocridad, por lo menos tenía jugadores al día y un estadio con gente cada fin de semana.

Por eso hinché al Galvez y la ruleta de penales que determinó su descenso me dejó una desazón conocida. Recordé la última vez que seguí una definición por penales. Tambien por una radio de internet y en ese partido Argentina (selección a la que siempre le voy en los mundiales) fue eliminada por Alemania. Intenté recordar la definición por penales que seguí antes que esa y la memoria me llevó a la "noche triste". Aquella en que descubrí a veces el mundo se vuelve monócromo sin que haya un sólo motivo en todo el planeta que te pueda hacer esbozar una sonrisa. Fue en diciembre del 2004 y mi esportin querido perdió la final nacional frente al Alianza Lima, por penales.


Recordé entones la final de 1998 donde otra vez mi esportin querido perdió el título nacional por penales. Esta vez frente a la U. Recuerdo a la selección peruana eliminada en la copa américa de 1999 por penales frente a México (partido que en un momento ganábamos 3 a 1). Recuerdo incluso que mi historia de fanatismo se inició una noche en la que mi esportín querido perdió el subcampeonato frente al Alianza, otra vez por penales. E incluso, en el 2001 cuando prefería que el campeonato lo gane el Cienciano, el campeonato lo ganó el Alianza por penales.

Todo eso sin contar las veces que en campeonatos de la universidad, mi promoción o mi facultas se vió eliminada ... por penales.

Odio los penales.

No recuerdo jamás que un equipo por que el que haya sentido ganas de que gane haya logrado su clasificación por penales. O ganaban en el partido o no ganaban. No se si es el pesimismo con que escribo este post pero no recuerdo ni una sola tanda de penales en la que haya tenido especial interés y de la que haya salido satisfecho. Siempre que tengo interés en los penales, pierdo.

O de repente el salado soy yo. Digo, es un decir.

jueves, 21 de diciembre de 2006

Upa!

Bueno, me alegro por que soy cusqueño. Y me alegro por que, como mi esportin querido ya no juega por nada este año, me vuelvo "interinamente" seguidor de mi "segundo equipo". Aunque eso sea una barrabasada por que uno de equipo no cambia. Pero en vez de tratar de sacarle razones a la sinrazón, sólo dire que el papá me ha dado motivos para sonreir.

Así que envío mi sonrisa por este medio.


Aunque, tambien sonrío por que la crema me cae recontra mal, para qué vamos a negarlo.

Negro, cuidado con la que se te viene!!!! Digo, es un decir.

martes, 19 de diciembre de 2006

Primorando

Yo no soy de las personas que cierran las fiestas y las discotecas, aunque algunas veces si me he quedado hasta que tuve que salir junto con el aserrín.

Ahora, ¿recuerdan las canciones que tocaban en las fiestas a partir de las 4:45 am ya buscando que la gente se empiece a ir a dormir? En las primeras fiestas a las que fuí, allá por los inicios de la década de los 90 en la ciudad de Huancayo, recuerdo claramente que los huaynos se empezaban a hacer mas continuos y sólo unos cuantos tíos impenitentes se quedaban zapateando al borde del tropezón y con la botella de cerveza en la mano. Ya para esto la quinceañera hacía rato que se había ido a dormir y en el salón sólo quedaban algunos pocos que, debido a la falta de dinero para el taxi, esperaban que amaneciera para poder tomar combi.

En otro ritmo, pero siempre destinadas al simpático papel de "espanta borrachos" (como llamaremos a esas canciones por puro ánimo lúdico) estaban las cumbias colombianas. Claaaro, ustedes recordarán ¿no? Esas canciones entrañables que vienen de décadas atrás, las cumbias pegaditas, la pollera colorá, la piragûa, tabaco y ron, etc., etc., etc., etc.

Hará dos años del último viaje que hice con mis padres. Los fuí a visitar por semana santa buscando un poco de tranquilidad en el lar paterno y al día siguiente, aburridos ante la perspectiva de quedarnos en casa, nos trepamos al automovil y empezamos a viajar. La idea era ir al pueblo de Junín (unos 150 kilómetros al norte de Huancayo) y conocer la pampa de la batalla pero, una vez ahí, caímos en cuenta que Cerro de Pasco estaba mas bien cerca y que yo no conocía Cerro de Pasco. Una vez en Cerro de Pasco nos dimos cuenta que era una ciudad muy aburrida y que hacía mucho frío como para quedarse a dormir por lo que preferimos continuar hasta Huánuco.

Huánuco fue mucho menos inclemente y mucho mas movida. El viaje hubiera continuado pero para llegar a Tingo María había que estar vacunado y yo no me he vacunado contra la fiebre amarilla. Así llegamos al paradero final del viaje. Compartí con mis viejitos una tarde conociendo Huánuco y acompañando a mi padre a recorrer los pasos perdidos de su niñez y adolescencia. Luego de una buena cena (si mal no recuerdo nos zampamos un pollo entero entre los tres) nos fuimos a dormir. compre un six pack que me lo tomé con mi viejo y caimos rendidos del laaargo viaje que salió de la nada.

Mas o menos a las 4 y 57 de la mañana siguiente me despertó una canción que sonaba en un carro estacionado afuera del hotel, en plena plaza de armas de Huánuco. Era, como no podía ser de otra manera, una cumbia colombiana que anunciaba el final de la fiesta o lo que sea que haya sido esa reunión alrededor de un automovil. Era una canción simpática que había escuchado muchas veces pero de la que desconozco el nombre. La recordaba por que con Iván jugábamos al chiste cruel con ella imaginandola como canción de asilo.

No tengo idea de cómo se llama así que le pondremos "quiero amanecer" y esta versión, según lo que me dijo el cumplidor E-Mule es de un grupo, colombiano supongo, que se llama "Los Llopis".


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¿Que por qué posteo a "Los Llopis"? Bueno, porque hace tiempo que no posteo canciones singulares o curiosas, y cómo tengo esta canción en la PC, pues la pongo para que, si pueden soportarla entera, les sirva para recordar aquella vez que, como todos alguna vez, se quedaron hasta el final de la fiesta. Estoy seguro que esa vez escucharon esta canción. Digo, es un decir

La sucursal

"Digo, es un decir" es mi blog personal. El primero que inicié y al que definitivamente mas cariño le tengo. En realidad no es un blog temático ni cerrado ya que me siento con la libertad de poner en él todo lo que forme parte de mis intereses, mi ánimo, mis recuerdos y mis opiniones.

Pero a pesar de éso, tambien me llama la atención el tener un sitio donde sólo comente cosas de un determinado género.

Fue en el año 1997 cuando, ya estando los tres hermanos en Lima, decidimos dejar de estar en pensión y empezar a vivir como familia en un departamento. Un depa donde ya no habrían horas a las que te cerraban la puerta u horas fijas de almuerzo o cena. Un depa donde mis padres puedan venir cuantas veces lo quieran o lo necesiten. Asi que en enero de ese año nos mudamos a nuestro primer depa y en él vivimos los tres hermanos de la forma mas armoniosa que nos era posible.

El problema sin embargo se presentó respecto a Gonzalo y su alimentación. ¿Dónde va a comer? preguntó mi madre. La respuesta salió por si sola. "Aprenderá a cocinar" dijeron todos. Y algo aprendí, no lo puedo negar. Pero lo que terminé haciendo fue comiendo en restaurantes. Así me hice asiduo de chifas, pollerias y menueros cercanos ya sea a mi casa o a la universidad Católica. En los últimos 10 años fueron muy pocas las temporadas en las que comía regularmente en mi casa. Por el contrario, deben ser innumerables y variados los sitios donde alguna vez me senté a almorzar.


He pasado años comiendo en la calle y ya me acostumbré a ello. Jamas he llevado lonchera a ningún lado, ni a la universidad ni al trabajo. Siempre encontré el restaurancillo mas cercano donde podía comer sin remordimientos y, con un poco de suerte, hasta encontrar algo sabroso. He conocidos menúes desde tres soles hasta los de veinticinco y he frecuentado todo tipo de buffets. En seis palabras, he crecido comiendo en la calle.

Es por eso que tal vez pueda verme en la capacidad de reconocer sitios y recomendar lugares donde uno pueda comer lo que se le antoje. No soy un conocedor, pero si un aventurero y, mientras el estómago me lo permita, seguiré buscando y conociendo nuevos lugares.

Es por ello que se me ocurrió empezar con Sazón Urbana y volcar en él mis experiencias y mis recomendaciones. De repente a alguien le puede servir.

Si no estan cansados de encontrarme en este blog, les invito a que me encuentren también ahí. Digo, es un decir.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Recomendado.

No es la primera vez que recomiendo algo de ese blog. Pero nunca me he arrepentido de hacerlo. Puede que sea por el cariño que le tengo al autor, pero creo que mis juicios no son sesgados.

Igual, creo que vale la pena darle una leída a ésta entrada. A mi cuenta, les aseguro que es algo bueno para leer.

y lo hago aunque al autor no le guste que le reviente tanto cohete. Digo, es un decir.

¿Por qué no lo ponemos en una camiseta?

Estoy pensando en una persona.

Si, ya murió.

Muchos lo lloraron. Muchos se alegraron con su muerte.

Los que lo lloraron dicen que inició un cambio para crear un país mejor, un mundo mejor. Que si la vida le hubiera dado la posibilidad y hubieran sido mas los que lo escucharon y siguieron las mejoras no hubieran conocido límite. Que si latinoamérica entera hubiera seguido su ejemplo, ahora seríamos un grupo de países mas justos. Que fue leal a un sueño y que por él hizo todo lo que tuvo que hacer. Que a personas como él no se le pueden juzgar ya que sus obras y su huella son imperecederas en el tiempo y que su imagen será el simbolo de los que buscan un mundo mejor. Que inició un cambio y que encabezó una nueva época. Sus partidarios y simpatizantes dicen sin ambajes que él es un verdadero héroe.

Los que se alegraron dicen que fue un simple y vulgar asesino. Que a pesar de su valía intelectual se tornó un ser bruto. Que causó la muerte de miles y que, en pos de la materialización de su idea de un mundo mejor, considero todas esas vidas como prescindibles. Que para la consecución de su ideal no le importó dejar viudas, huerfanos, destruir familias, dar lugar a la existencia de desplazados y refugiados. Que mató y mando matar. Que torturó y mandó torturar. Que tuvo un papel preponderante en una de las dictaduras mas restrictivas que existen y existieron. Que se sabe que controló personalmente las ejecuciciones en una conocida prisión del país que supuestamente liberó. Que esas ejecuciones eran de prisioneros políticos, prisioneros que no eran otra cosa que simples personas que no pensaban como él. Que no es el guerrero formidable que dicen que fue sino que era un pobre estratega. Sus detractores dicen que fue un megalómano y un asesino.

¿Saben de quien estoy hablando?

Claro, es evidente que estoy hablando de este señor.


Pero les apuesto mi gratificación por navidad que pensaron que me refería a éste otro señor ¿no?



Parece que, salvo la orientación política, mucha diferencia entre uno y otro no hay. Entonces, si son tan iguales. ¿Por que no ponemos la cara de Pinochet en camisetas como ésta?


O es que acaso sólo se pueden hacer polos de asesinos comunistas. Digo, es un decir.

El peor Papá Noel

Definitivamente hay cosas que le matan a uno todo el espíritu navideño que con tanto esfuerzo está recolectando y juntando para poder esbozar una sonrisa en el momento en que abrace a su gente y se preparen todos para trocear el pavo.

El otro día salí de mi nuevo barrio para tomar mi cumplidor taxi que me lleve a la chamba, cuando en plena esquina de Velasco Astete y San Borja Norte me encontré al peor Papá Noel que ha podido existir.


Luego de eso, al primer gordito que me venga con jojojos no lo voy a volver a ver igual. No hay derecho, de verdad. Me pregunto si éste tendra algo de que jojojarse. Digo, es un decir.

jueves, 14 de diciembre de 2006

Y algún día tenía que pasar

De tantas finales que perdían, algún día los mexicanos iban a ganar alguna. En fin. Habrá que aplaudirles.

Pero, amigo sureño albo, quedará en tu historia que fuiste tú el primero que permitió que los mexicanos se lleven una de nuestras copas ¿cachaí?

En todo caso, menos mal que fueron ustedes y no nosotros. Digo, es un decir.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Sudamericanismo en el fútbol

Fue el año 99 cuando la Conmebol tuvo la "genial" idea de invitar a los equipos mexicanos a participar en nuestros campeonatos de fútbol. Claro, allá en centroamérica, los mexicanos se aburren jugando contra los salvadoreños y los hondureños. Por eso quisieron venir para acá pensando que podían enseñarnos cómo jugar al fútbol. A la Conmebol los ojos se le hicieron dos $ $ y no dudaron en aceptarlos. Así, en la Copa Libertadores empezaron a participar las Chivas del Guadalajara, los Rayos del Necaxa, Las Aguilas del América y demás fauna deportiva.


Eso causó un sentimiento que se comparte en varios hinchas de fútbol, tanto peruanos como de otros países (según lo que pude ver en foros de otros países) y es que se puede soportar la competencia de los mexicanos, pero todos coincidimos en que sería seriamente humillante que ellos vengan y se den el gusto de levantar una copa de sudamérica. Para ello existen, felizmente, los brasileños y los argentinos quienes, como último recurso, aparecen para hacerles el pare a los charros. Así lo hizo Boca con el Cruz Azul y la UNAM, y Sao Paolo con el Guadalajara y otros mas que no recuerdo.

Personalmente yo tengo mis equipos preferidos en otros paises. Asi, me gusta el Racing entre los argentinos, el América de Cali entre los colombianos, la LDU entre los ecuatorianos, el Olimpia entre los paraguayos y el The Strongest entre los bolivianos. Ojo, no digo que hincho por ellos, solo que me caén mejor que los demás equipos. No tengo favorito entre los chilenos, uruguayos y brasileños que simplemente todos me caen antipáticos. Ojo, sigo hablando de fútbol ¿eh?

Pues bueno, hoy dejamos esas simpatías de lado. Y, aunque eso siginifique hinchar por un equipo chileno, hoy me pongo la blanca del cacique chileno y voy a hacer fuerza para que el Colo Colo le gane al mexicano Pachuca. Es que ... un mexicano no se puede llevar la copa de la sudamericana, la misma que alguna vez levantó el Cienciano.


Dale Albo. Digo, es un decir.

Feliz cumpleaños!!



No importa que este diciembre, luego de ocho años, no estés luchando por nada. El proximo año será mejor.

¡¡¡Feliz 51 años!!!

martes, 12 de diciembre de 2006

No era necesario.

Felizmente yo no soy de esas personas sensibles que no pueden observar a un cadaver. Aún así he visto algunos en mi vida aunque nunca me ha gustado. Sin embargo, conozco personas que si lo son, y mucho.

Ahora, tambien es cierto que uno ve muertos a cada rato. Pero una cosa es ver las noticias de las 10, sabiendo que te expones a ver algo que hiera tu susceptibilidad y que incluso te van a advertir de ello, y otra cosa es pararte a leer El Bocón y verte con un close-up de la cara de un cadaver como primera plana de un diario. Y así por toda la ciudad.



Yo se que es una imagen que dio la vuelta al mundo pero creo que no era necesario. Ahora, la pregunta es: si considero que no era necesario, ¿para que la pongo en el blog?

Paradojas e incongruencias del bloggero. Digo, es un decir.

Living on my own!

Fue la mañana del 1 de noviembre cuando tomé la decisión de irme a vivir sólo. Sentí un timbre en alguna parte que me dijo que la hora de tomar otro camino había comenzado y que esa decisión me traería muchas ventajas. Luego de masticar la idea y de enfriar la cabeza me di cuenta que, en efecto, mis 26 años a cuestas y mi actual estabilidad me permitían sentarme frente a mi papá y decirle lo que la naturaleza manda: ¡Viejo, me quiero ir a vivir sólo!

Luego de la bendición paterna empezó la búsqueda la que, como toda búsqueda exitosa, terminó cuando encotré mi hogar. Una oportunidad por aprovechar, un buen sitio a donde ir.

El pasado viernes 8 de diciembre, a escasos 37 días de cuando tomé la decisión, me instalé en mi nuevo hogar con todas mis pertenencias que son, en su 90%, libros. Es decir, nos instalamos mis libros y yo. Ahora ya vivo sólo (o vivo con mis libros, que es lo mismo) y aunque a veces me da cierta nostalgia, estoy contento con la situación.

Yo que decidí no seguir siendo católico pero que igualmente me sigo beneficiando de los feriados católicos, he decidido renombrar el feriado del 8 de diciembre. Desde este año y todos los venideros descansaré ese día y celebraré mi emancipación. Total, siempre hay que tener un motivo para celebrar, ¿no? Digo, es un decir.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Negro, te caíste!!


¡Y a una fecha del final del campeonato! No hay derecho, oigame.

Digo, es un decir. Je.

martes, 5 de diciembre de 2006

Facho

En los años '70 a los que eran simpatizantes de izquierda les decían "rojos" por el color de Rusia. A los qus eran de derecha les decían "fachos" por referencia al fascismo. Claro que, como me explica Omar, el fascismo no es de derechas pero eso es un tema mas extenso que se tratará en otro momento.

La cosa es que en el Perú resulta un poco exagerado hablar de fascistas. ¿O no?

Bueno, la verdad en el Perú sí existió un partido fascista que fue la Unión Revolucionaria que agitó la escena política nacional alla por los años 30 y siguió, pero debilitada, hasta los 50. Pero, actualmente, en tu país ¿existe el fascismo?

Falta investigar un poco ¿si? Pero creo que estas fotos tomadas en La Heroíca Ciudad, Tacna, pueden hacer que te replantees un poco las respuestas iniciales.




El nombre de la agrupación es Fredeconsa, "Frente de defensa al consumidor contra el agio y la usura". Si deseas hacer la investigación, puedes ver su página acá

Se ven simpáticos ¿no? Digo, es un decir.

Fama fugaz

Hace tiempo leí un post sobre los nuevos famosos en internet. Y es que resultaba hasta cierto punto fácil hacer que la gente vaya a ver un determinado sitio web y crear, de esa forma, a un nueva "celebridad". Por ejemplo, poner en youtube un video de un supuesto "striptease" (que en realidad eran siete minutos de una imagen congelada del cuello de una mujer. Nada erótica, por cierto) creó una nueva famosa en la net hasta que Youtube borrara el video de marras por que .... no era un video, era una imagen congelada.

Y asi, ejemplos hay un montón, y los ganchos son siempre los mismos. Un poco de escandalo y sexo y vas a tener gente viniendo a verte.

Talvez dentro de ese rubro estemos nosotros, los que bloggeamos y esperamos que la gente conozca nuestras opiniones, escritos y decires. Tal vez también buscamos nuestros quince minutos de fama fugaz.

Liniers es un dibujante argentino al que he encontrado hace poco. Tiene su propio blog Macanudo donde publica una tira por día. Claro, siempre y cuando Liniers haga una por día. Bueno pues, Liniers hizo esta referidal tema que les hablaba.


Dios me libre de bailar disfrazado de castor frente a la web cam para aumentar las visitas de este humilde blog. Digo, es un decir.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Por un mundo mas decente

En realidad es algo que no nos afecta directamente y que, siguiendo el pensamiento arcaico de que lo que sucede en un estado no debería trascender mas allá de sus fronteras sea bueno o malo, tal vez no debería importarme.

Pero me importa.

Hoy hay elecciones en Venezuela. Y, claro, como ciudadano peruano yo no voy a votar. Pero aunque sé que ganarle a una dictadura en las elecciones que ella misma organiza es una real utopía, soñaré con despertar mañana en un mundo donde gente despreciable como el que gobierna Venezuela, ya no tenga razones para seguir esparciendo matonería y su política de resentimiento y pobreza.

Que lindo sería, realmente un mundo mas decente. Tal vez no mas justo, pero si mas decente.


Por eso, uno mi voz a lo que dice éste cartel. Digo, es un decir.

viernes, 1 de diciembre de 2006

¡¡¡Vamo' chancho, tu llegas!!!!

Pocos comerciales de automóviles me han causado ternura. Si, ternura. Y es que hay que reconocer que los autos me generan muchos sentimientos. Desde la mayor lástima hasta la total envidia. Ahora, no es que el auto sea lo que me causa ternura, en realidad no le he prestado atención. Debe ser bonito, supongo.

Lo que pasa es que a mi los peluches me despiertan un lado demasiado infantil y dificilmente dejan de conmoverme. Claro que reconocer eso es digamos, hummmm, esteeee, algo poco masculino, ¿me dejo entender?

Bueno, de todas maneras les comparto el comercial y estoy seguro que compartiran también el grito de ánimo que es el título de este post.



Sinceramente, espero que llegue. Digo, es un decir.