miércoles, 31 de mayo de 2006

Abril Rojo

Ayer en la noche terminé de leer un buen libro. Premio Alfaguara 2006 y con merecimiento. Abril Rojo de Santiago Roncagliolo logra crear una atmosfera convincente y entretenida. Un asesino en serie en una ciudad como el Ayacucho post-terrorismo, una época política convulsionada pero que sólo sirve como tenue fondo, la semansa santa ayacuchana, asesinatos crueles, un personaje principal que encaja en el arquetipo del antiheroe y la pregunta que quiza mas tememos: ¿y si vuelven? ¿y si no los hemos vencido?. Todos esos elementos nos ofrecen una historia interesante y muy cercana a nuestra realidad.

Abril Rojo no sólo es una historia bien narrada sino que cuenta además con una dosis agradable de suspenso y dramatismo. El personaje principal se encuentra bien delineado y la trama está elaborada de tal forma que da varios giros antes de que uno pueda siquiera imaginarse el desenlace. El punto esencial es el hecho de que la historia no recurre a escenarios que sólo podemos imaginarnos por que nos son ajenos sino que son escenarios que, aunque no los conozcamos geográficamente, son como viejos conocidos nuestros, especialmente si uno pasó alguna temporada en la sierra central del país durante la década de los 80. En efecto, el miedo a la demencia terrorista es un punto a favor para la recepción de la historia por el publico peruano. El terrorismo no ha dejado de ser, para todos nosotros, un miedo latente ya que nos queda en la conciencia que todos estuvimos en la potencialidad de ser afectados (si es que no lo fuimos). Esa idea, esa potencialidad, hace que una historia que cuente posibles rebrotes senderistas con la misma crueldad que tenían, despierte una sensación de "cofradía" o "hermandad" ante el desastre.

En resumen, un buen libro y muy interesante. Realmente me alegro de haberlo comprado. Gracias, Ernesto, por el consejo. Por mi parte yo lo encuentro altamente aconsejable. Digo, es un decir.

martes, 30 de mayo de 2006

Da Vinci

Cuando se hizo inminente el estreno de la película, decidí que era hora de darle una nueva leida al libro para poder contrastar mejor ambas obras y poder hacerme una idea de cuánto se parecía la pelicula a lo que yo me había imaginado la primera vez que la leí. Esa primera vez fue el 2003 cuando estaba en plena efervescencia el fenomeno a que dió lugar y, seamos sinceros, me pareció entrenida. Un poco desesperante por que cada vez que la trama iba a soltar un dato relevante ... terminaba el capítulo. Pero me divertí y, como soy mas un goloso que un gourmet, eso es lo único que le pido a un libro para sentirme satisfecho de haberlo leido, que me divierta. Aunque, claro, eso no impide que de vez en vez me salga alguno que otro comentario interesante.

Recuerdo que me entretuvieron mucho las idas y vueltas de los personajes y hasta me emocioné con la parte final donde se descubre la identidad del "Maestro". Luego me jugué el jueguito que la editorial había puesto en la red y ... bueno, leí otro libro que me emocionó tanto o mas que ese y procedí a olvidarlo. Hasta que, como dije, el estreno de la película se hizo inminente.

Mi ejemplar del libraco ya no estaba en mi poder asi que tome prestado el de mi cuñada y empecé, nuevamente, a leer la historia ya leída y en esta oportunidad resaltó ante mis ojos ya no tanto lo entretenido de la historia sino mas bien la pobreza de su narración, la historia plana, los acertijos simples, los datos redactados de forma casi amarilla y un largo etcétera. Recordé a un amigo mio que estudia literatura y que me habló hace años de lo mala que era esa novela y recorde tambien que en esa oportunidad yo lo miraba como diciendo "estas exagerando, chato, tan mala no es". A punto estuve de llamarlo y decirle: "Chato, la novela no es mala, es una basura".

Pues si, es pésima y tuve que leerla dos veces para darme cuenta. Pero me di cuenta de una cosa adicional. Esa novela no tenía ni siquiera tema para una película, a no ser que ésta sea igual de llana, desangelada y anodina. Como fue. Y aunque talvez parezca muy de moda decir que la película es mala, la realidad es que eso no es una moda, es que la película es mala. Incluso para mi que no soy cinéfilo. Y me dio pena por Audrey Tautou a quien considero una buena actriz y una mujer harto simpática y que mereció un mejor papel para su supuesta "entrada" a la industria hollywoodense.

Tal parece que luego de que pase la fiebre de esta película podremos, por fin, olvidarnos de este libraco y todas sus demás secuelas. Pero, si me preguntas qué es lo mas insoportable del Código Da Vinci no dudaré en contestar: Lo mas insoportable del Código Da Vinci es que dio palestra para que tengamos que escuchar hasta el cansancio las trasnochadas opiniones de clerigos y beatos. Lo que me recuerda la anécdota de la tía Norma, pia señora si las hay, que un día apareció con el librito de marras bajo el brazo. Ante nuestras miradas dijo muy orgullosa de su fé: "Hay que leer para saber qué piensan "esos"". ¿Contra quien pelea la tía Norma y en ella la gran cantidad de gente como ella? Para mi fue solo una mala historia cuyos 15 minutos creo que ya estan terminando. Digo, es un decir.

domingo, 28 de mayo de 2006

Te quiero


Si me preguntas a qué o quien le has dedicado mas afecto, pasión y sentimiento (excluyendo a la familia que es tu sangre y por tanto juega con ventaja), la respuesta es una sola. Por eso es que, en momentos en que aún no conozco a la mujer que ocupe ese lugar, no tengo ambajes en señalar que es "el amor de mi vida".

Y esta tarde me dio otro momento de felicidad. ¡Gracias! por que a pesar de que fui a verte sin confiar plenamente en ti, apareciste para darme una nueva alegria.

jueves, 25 de mayo de 2006

Icono

Hoy día caminaba por la Avenida Abancay, rumbo al Ministerio Público cuando me detuve un rato a ver los titulares de los periódicos. Me llena de vergüenza pero tengo que confesarlo, yo me quedo viendo los titulares de los periódicos, aunque no suelto comentarios de ningún tipo. Incluso algunas veces también me esfuerzo para leer los chistes de la portada del Chesu y lanzar un par de miradas de reojo a la comadre que aparece en la portada del Chuculún.

Bueno, la cosa es que me detuve un momento y repase los titulares ya conocidos de La República, Expreso, Correo y La Razón. Pero hubo uno que me llamó la atención. Un pasquín de esos que sólo puedes encontrar en un kiosco del centro de Lima. Se llamaba “Izquierda” y era, claramente, un pasquín izquierdista. Decía algo como que el comandante esto o el comandante tal cosa, no preste atención. En los últimos meses tengo la inconsciente costumbre de pasar por alto cualquier pinta o titular que empiece con “El Comandante”. Pero lo que me llamó la atención fue la imagen, o el collage de imágenes mejor dicho, que formaba su portada. Parecía un álbum del mundial. Hexágonos unidos uno al costado del otro formando algo así como un balón. Algunos de ellos estaban negros sin imagen alguna. Otros tenían una foto. Las fotos eran de los presidentes izquierdistas de Latinoamérica. Así teníamos a Fidel, Lula (contentísimo con una gorra de reggaetonero), Kirchner, Bachelet, Chavez (cómo podía faltar Chávez) y Evo. Pero la sorpresa me deparó la foto del medio. No era Mariátegui quien unía a todos estos presidentes supuestamente zurdos. Tampoco era Marx o Hegel o el Che Guevara. Era nada mas y nada menos que Salvador Allende.


Cuando yo me detengo a ver los periódicos el cuerpo me funciona como un reloj. No suelo demorar mas de cuarenta segundos en dar la chequeada integral a todos los periódicos. Cuando pasa ese tiempo, mi mismo cuerpo empieza a caminar y continuar su ruta sin necesidad de que yo me tome la molestia de lanzar la orden consiente para que lo haga. Esta oportunidad vi la cara de Allende justo cuando mi cuerpo empezaba de nuevo a moverse. Entonces seguí mi camino pensando en lo paradójico de la situación. Paradójico por que es inusual que un pasquín peruano de izquierda tenga un presidente chileno como figura principal de su portada. Sabido por todos es que últimamente la percepción de la izquierda se ha teñido en algo de nacionalismo y el nacionalismo peruano no se puede concebir sin la antipatía a lo chileno que mamamos desde el vientre materno. Eso me pareció paradójico. Un presidente chileno en la portada de un pasquín que seguramente, en sus páginas, despotricará contra los empresarios australes que vienen a invertir al Perú.

Pero lo otro que me llamó la atención es la valía universal que ha tomado en los últimos años la imagen de Allende. Incluso en su propio país que lo sufrió y que surgió después de él. Talvez el romanticismo de su muerte lo convierte en un icono, un ser democrático y fiel al estado de derecho, aunque tal vez ciego al estado de las cosas. Algo que en estos tiempos de mandatarios autoritarios y prepotentones resalta como la luz de Eârendil.

Me parece entonces que definitivamente el tiempo borra las heridas y es muy bueno con los fallecidos. Hasta donde yo se, Allende fue el primer presidente comunista (ojo, no izquierdista sino comunista) que ganó una elección en un país que no se encontraba a menos de 1000 kilómetros de la Unión Soviética. Es decir, el pueblo chileno fue el primero en elegir un comunista como presidente .... y bien no le fue. No soy estudioso de la historia chilena pero ... ¿quién no ha oído de lo mal que lo pasaba Chile con Allende? De la escasez de pan, de las colas, de la corrupción, de la pobreza, del analfabetismo. Algo así como García acá pero doce años antes. Si hasta nosotros que casi siempre andamos de capa caída ya estábamos envalentonándonos para mandar nuestros aviones y recuperar los desiertos arrebatados. Claro, el comunista es utópico por definición y es por eso que los sobrevivientes de Allende hablan con nostalgia de ese gobierno, su gobierno, por que estaban viviendo su utopía. A costillas de los otros, claro.

Talvez la historia diga que esos problemas del Chile de Allende se debían a un complot de la derecha fascista y del imperialismo que no dejaba surgir una nación libre e independiente. Je. Gracioso. Una nación comunista “libre”. Una explicación parecida a la que señala que la culpa de la pobreza cubana no es otra cosa sino el bloqueo estadounidense. Puede que tengan razón, puede que no.

Pero ¿qué es lo que hace que un pésimo presidente de un pésimo gobierno de una doctrina ya superada y dejada de lado por ineficaz sea ahora un icono de la democracia? ¿El paso del tiempo? ¿El suicidio? Tal vez una respuesta sea el hecho de que después de Allende vino Pinochet y ahí si las cosas se pusieron color de hormiga, como el uniforme del General. Claro, tal vez Allende despierta mas simpatías que Pinochet por que él no mató gente a estadios llenos. Aunque supongo que su régimen de escasez y pobreza también mató chilenos de hambre y frío. Pero claro, eso no tiene el tinte escandaloso y de vergüenza para la humanidad de lo que hizo Pinochet. ¿Será la historia igual de indulgente con Pinochet que cómo parece que lo es con Allende?

Ahora que recuerdo, Bachelet hizo una gran arenga a Allende cuando subió al poder en Chile. Claro, ella vivió en carne propia la persecución y es lógico que le tenga nostalgia y simpatías. Pero doy mi cabeza sobre una bandeja al hecho de que Bachelet no girará ni un grado la orientación política chilena que, para nada, se asemeja a lo que hizo Allende. Chile, aunque tenga presidentes de izquierda, no es un país de izquierda. Entonces eso descarta que la admiración a Allende exista por que este haya sido comunista. Tiene que deberse a otras cosas.

Dudo completamente que sea por el suicidio. Debe ser entonces por que Allende, bien que mal, era un demócrata y eso es suficientemente bueno para recordarlo con respeto. Sin embargo, no hay que olvidar que era comunista y llevó a su país a la peor situación que conocieron. La gente se olvida de las cosas. Nadie habla, por ejemplo, de que el Che Guevara mató mucha, muchísima gente. Torturó y mató a los que estaban en contra de su ideal y aunque posiblemente esa gente haya merecido que la maten, nadie se atrevería a compararlo con Pinochet, por ejemplo. Igual debe pasar acá, la gente no recuerda de lo mal que lo pasó y pierde valía el desastre que fue ese gobierno. Además, es evidente que entre un gobierno comunista y una dictadura, esta es aún peor que el primero, si es que eso es posible.

Pero allende eso, ¿qué peso político o ideológico tiene Allende para enarbolarlo como figura principal de un pasquín de izquierda en el Perú? ¿Qué es Allende? Allende es un difunto, los difuntos causan respeto. Punto a favor. Allende fue un presidente chileno. Punto en contra. Allende fue comunista. Punto en contra en un país donde el comunismo hace referencia inmediata a terrorismo. Allende fue demócrata. Punto ¿a favor? En un país donde la mayoría de gente no cree en la democracia y quieren un gobierno autoritario (de preferencia con el chino) ¿es eso un punto a favor?. Bueno, resulta que, dando el beneficio de la duda, tengo un ¿empate?

En fin, renuncio a entender. Total una imagen es sólo una imagen. Tal vez la persona que puso a Allende ahí lo hizo por que tenía que poner una foto y (respeto al difunto) lo puso al medio. Tal vez sea como ese muchachito adolescente que estuvo adelante mío en la cola del McDonalds con un polo que tiene la típica imagen de Guevara en el pecho y en la espalda una inscripción que decía “Abajo el imperialismo, fin al bloqueo”. Guevara ha bajado a ser una imagen pop. Tal parece que, en el Perú, Allende va camino a ser una imagen pop. Digo, es un decir.