jueves, 31 de agosto de 2006

Ejerciendo de "escribano"

Si tuviera que aventurarse una definición, podría decirse que soy un hombre que escribe. Y es que, en realidad, paro escribiendo la mayor parte del tiempo, igual que muchos otros. Ojo que eso no me convierte en "escritor" (que más quisiera yo) ni en, siquiera, un "escribidor". Creo que caigo más en la categoría de "escribano" por que escribo para vivir y mucho de lo que escribo es realmente olvidable. Creo tambien que esto se debe a que el 90% de mi producción escrita son escritos, demandas, apelaciones y demás. Claro que, debo reconocer, algunas veces me salen bonitas y no tanto por el estilo (uniformemente leguleyo) si no por el razonamiento que plasmo en el papel y que me costó algun tiempo armarlo y que se va al Poder Judicial para que lo cosan en un mamotreto inmanejable que nadie lo va a leer (no nos hagamos ilusiones, estamos hablando de un juzgado), ni que digo apreciar. Asi que me lo leo yo mismo y me siento, intimamente, feliz. Pero de veinte escritos que hago, uno será de esos. Lo demas es, como dirian los portugueses, pura "pipoça".

Pero igual, entre tanta presión de teclas, a veces me doy un tiempo para escribir algo que salga de mi, algo que pueda llamar auténtico por que sale de la persona y no del abogado.

El día de hoy me abordaron, ni bien llegué a la oficina, con una petición, sugerencia, orden, conminación. "Hoy es el ultimo día para el informativo y no hemos recibido tu artículo". ¿Un artículo? ¡Jesús! Dire que me habia olvidado por completo del artículo y que que no tenía tema ni la mas mínima idea de uno. "Bastan doscientas palabras", me dijo Omar. Asi que me sumergí a buscar un tema y encontre una sentencia pasada que comentar. Me senté, la leí y me enfrenté nuevamente a la pantalla en blanco para intentar escribir algo sustancioso.

Salieron cuatro párrafos, trescientas treinta y dos palabras, y algunas ideas coherentes expuestas meridianamente bien. Pero no me gustó. No me gusta escribir por obligación. Alguna vez hice un artículo y me tome mi tiempo y salió bonito. Pero escribir con las prisas, sobre cualquier tema, y de cualquier forma y buscar llegar a las doscientas palabras para estar tranquilo, eso no me gusta.

Felizmente estos artículos se hacen sólo una vez al mes (yo ya llevo cinco meses y este fue mi primer articulo). Aunque quizá debería aplicarme más para que, al proximo mes, encuentre un tema que resulte interesante y del cual pueda soltar algo sustancial. Tal vez sea buena idea, digo, es un decir.

martes, 29 de agosto de 2006

Sin conexión.

El viernes pasado, rondando casi las cinco de la tarde y ya con la cabeza puesta en irme, me metí a la configuación de mi computadora. Esta vieja compañera de mis días, con la que compartí muchos de los mejores momentos que he vivido ultimamente (yo me entiendo) y con la que día a día me gano el sustento. Bueno, pues me metí al panel de control y empezé a curiosear. De pronto entré a la opción de "desinstalar software" y me metí para ver qué programas, de los que no tenía noticia, tenía instalados.

Y encontré varios programas cuyos nombres no reconocí. En este punto vale una aclaración, me considero un usuario promedio de computadoras, es decir, no domino tooooodo, pero entiendo lo esencial, lo de un usuario común y corriente a un nivel de usuario común y corriente. Entonces pensé: "estos programas no los conozco, posiblemente son cualquier cosa que no me sirve para nada" y ¡zas! los desinstalé.

La pantalla parpadeó un poquito. La internet se cerró. La máquina empezó a pedirme el driver del monitor, que se había puesto en modo a prueba de fallos. Fue en ese momento cuando empecé a pensar que algo no estaba bien. Y perdí el post que quería poner. El tema del driver lo arreglé rápido (ya les dije que puedo arreglarmelas con ciertos problemas) pero la desconfiguración de la red interna de la oficina y de la internet fue algo fuera de mi alcance.

Recién hace unos minutos que tengo una computadora operativa nuevamente. El técnico dice que me sabotié la máquina borrando mi IP, sin IP ni la internet ni la red funcionaban. ¿Cómo hice eso? No tengo la más mínima idea, pero lo hice. La proxima vez que esté aburrido, en vez de desinstalar cosas, mejor me pongo a contar ovejas. Digo, es un decir.

jueves, 24 de agosto de 2006

¿Otra vez tú, Savater?


Ayer, en mi paseo por el centro de Lima, caí una vez mas en el vicio. Luego de salir de los juzgados civiles, dirigí mis pasos por una ruta ya conocida (que no, leches, no me fui a Breña). Fui a comprar libros. Y compré. Compré cuatro libros, lo que me hizo el camino de vuelta a la oficina mucho mas agradable y, seguramente, hará mis proximas semanas igual de agradables. Claro, hasta que me los haya leído todos y tenga nuevamente que dirigir mis pasos a comprar libros.

Entre los que compré esta uno que ya había leído antes. Gracias al consejo de una persona que me hizo conocer varios libros, algunos buenos, otros no tanto. Pero, como siempre he dicho, un libro no es algo que se agote con sólo leerlo, tienes que poseerlo, tenerlo, acogerlo y saber que puedes releerlo cuantas veces quieras. Asi que, a pesar de todo, lo ví y lo compre y, lo empecé a releer. Que placer.

Fernando Savater es una de las personas que admiro mas. Y aunque quiza ante su retrato uno piense que no hay mucho que admirar, por el contrario, yo sueño con ser cada día un poco mas "savateriano". Me parece una de las personas mas lúcidas que viven en la actualidad y su lectura (fácil y ligera, a diferencia del resto de filósofos) es una de las que yo mas recomiendo a todo aquel que quiera tener un libro en las manos. Y entre sus libros que leí (que son mas bien pocos) "Etica para Amador" me parece un imprescindible. A este libraco me estaba refiriendo.

Y en la relectura (que siempre permite coger detalles que se te pierden la primera vez) me encontre con cierto párrafo que no recuerdo por que no me llamó tanto la atención la primera vez que lo leí. Seguramente por que cada situación es distinta, cada día tu vida cambia y a pesar de que seas el mismo, ya no estas viviendo "lo mismo". Y la razón de que se los transcriba noe s tanto que ustedes la lean (me van a disculpar) sino que es mi excusa para poder leerla una vez más y transcribirla como un esfuerzo para que no se me borre pronto de la cabeza y, por el contrario, se me grabe en el subconciente.

¿Que pretendo decirte poniendo un "haz lo que quieras" como lema fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente (aunque luego resultará que no es tan sencillo, me temo) que hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos; en una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde fuera y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad ... a la libertad misma.

Lo que me cayo como vaso de agua, yo que casi siempre paro considerando más las opiniones ajenas (aunque de fuentes muy cercanas, confiables y queridas) a las que reflejan mi propia inquietud, mi propio querer, mi propia libertad. Y me dejó pensando. Una vez más Savater me dejó pensando. Y me mantiene pensando. Es más, creo que pensaré mucho en los próximos días, mientras leo, claro.

Digo, es un decir.

miércoles, 23 de agosto de 2006

La Cebolla

Como la pausa ya terminó, hago un post chiquitín.

Y es que, en la pequeña búsqueda entre los varios blogs que existen, encontré uno que, a mi modesto entender, vale su peso en oro. Lo leí de pe a pa la primera vez que entré y creo que en las últimas semanas son pocas las cosas mas provechosas que he hecho. Y aunque lo enlacé desde aca, considero que la simpleza de mis enlaces no constituyen el merecido homenaje que debo hacerles. Asi que me siento obligado a hacerles un post y les hago un post. Aunque ellos, de repente, no lo lleguen a saber nunca.

Y es que cada vez que entro y leo sus minientradas salgo con, por lo menos, una buena sonrisa sino una reprimida carcajada inadecuada en la oficina durante el horario laboral. Debo reconocer, cual alcohólico anónimo, que me he vuelto un fan de La Cebolla. Lastima que no permite comentarios por que si no, ya les habría manifestado personalmente mi afición.

Les invito a entrar a La Cebolla. No se arrepentirán, yo no lo hice. Y esta vez, para no perder la costumbre, tambien digo, por que es un decir.

Aprovecho la pausa.

He estado todo el día caminando en el centro de Lima. A veces mi trabajo me obliga a hacer esas cosas, pero, felizmente, no es algo malo. Me da la posibilidad de hacer cosas que me gustan harto y de desayunar o almorzar con personas que quiero mucho. Incluso en la tarde me permitió comprarme unos buenos libros que hace tiempo quería. El centro es así, tiene de todo ... menos una bodega.

Sin embargo, tambien estuve buena parte del tiempo pensando qué postear acá. Ayer no pude postear nada y el miedo a la hoja en blanco (o a la pantalla en blanco) me empezaba a preocupar.

Entonces se me ocurrió comentarles lo que, en los últimos días, ha sido una fuente constante de alegria. Y es que, desde hace unos días y gracias a unos cuantos consejos oportunos (gracias, Debutante), me llena de alegria que el contador de allá abajo a la derecha suba por decenas, que las estadísticas de los contadores me dicen que hay mas personas que entran aca, que ahora en los comentarios que recibo encuentro nombres nuevos (aunque yo ya los conocía por que había leído sus blogs). Entonces veo que, poco a poco, el grupo de gente que leía mi blog (que en inicio fueron mi hermano, mi prima y dos que tres amigos) ahora incluye mas gente ... y eso me hace feliz.

Entonces, aprovecho la pausa involuntaria en las posteadas y les dedico a ustedes, que entraron antes y que entran ahora, a los que entran por primera vez y aquellos que entran muy de vez en vez, mis mas sinceras ¡Gracias! Digo, es un decir.

lunes, 21 de agosto de 2006

"La noche artificial"


En ventiseis años he ido a bailar a varios sitios. Sólo, acompañado, con amigas o con patas, he pisado incontables discotecas, peñas, pubs y huariques en todos los confines de la república. Y de la mayoría de ellos no guardo el mas mínimo recuerdo. En algunos ni siquiera bailé, de otros me sacaron a empellones, de varios salí en un estado calamitoso. ¿Quien podría recordarlos todos? Sin embargo hay lugares que por a o b motivos si recuerdas y sabes que recordarás un buen tiempo mas.

Hace semanas conocí un sitio así. En pleno distrito de Breña, en la avenida Venezuela entré a una pollería. Ya me habían preparado para la sorpresa pero no pude evitar sentirme poco mas que emocionado al descubrir que atrás de la pollería - chifa había una muchacha cantando destempladamente. ¿Por que? Pues por que tambien había un karaoke, chiquito pero cumplidor. Asi, mientras un buen parroquiano se empujaba feliz de la vida su aguadito y su cuarto de pollo, alguna entusiasta se cantaba la última de Olga Tañón.

Mayor fue la sorpresa cuando, atrás de una puerta de metal con vidrio catedral había un buen canchón totalmente cerrado donde no entraba un àpice de luz. Bajo las notas del merengón de moda se extendió una pista de baile que acogía, también, un simpático estrado donde, en algún momento se presentaría alguien. ¿La hora? No serían mas de las cinco y media de la tarde. Ese fue mi primer encuentro con lo que llamaremos "la noche artificial" y es que, hombre nocturno por excelencia, yo siempre salgo luego de las 11 de la noche, pocas veces antes. No había mucha gente ahí, un grupo de entusiastas estudiantes sólamente, la gente empezó a llegar despues de las seis, cuando salen de sus respectivas chambas. Y se fue llenando la discotequilla, merengón iba, merengón venía y alguna salsa para que pueda salir y hacer el ridículo. También me dijeron que este múltiple lugar alojaba un buen hostal lo cual no me sorprendió, pero tampoco me consta.

Cuando salí de ese buen sitio, no eran aún las diez de la noche pero llevaba sobre el cuerpo el peso de cuatro horas de disco, como si fueran las cuatro de la mañana. Tomamos la combi y continuamos con la vida.

¿Y por que razón me voy a recordar de este sitio? Bueno, pues no sólo por que conocí "la noche artificial" sino por que, luego de varios años de sitios visitados, descubrí definitivamente que lo importante cuando sales a bailar o a chupar no es tanto el sitio (que puede ser una buena pollería-chifa-karaoke-discoteca-telo) sino la compañia y esa tarde tuve la mejor posible. Digo, y por vez primera, no es un decir.

viernes, 18 de agosto de 2006

Mahna Mahna

Es muy poco lo que yo recuerdo. Seré totalmente franco. En Cusco pasaban el dichoso programa los domingos o sábados en la noche y yo estaba aún muy chiquito como para interesarme mucho. Habian otras cosas en que pensar, claro, si es que mi madre no me había mandado ya a dormir.

Pero si recuerdo algo, principalmente a esos dos señores pésimos que hablaban desde su palco y lanzaban todo el ácido de que eran capaces. Creo que ahora, mas grande, si tuviera la paciencia para verlos de nuevo tal vez me reiría mucho.

Hace días, mi hermano mayor, me mostró este video y me pareció simpático, por la tonadita pegajosa, por la graciosa cara de esas vacas rosadas, o demonios o algo (puede alguien decirme, por el amor del Tayta padre ¿que tipo de bicho son esos?) y por que, a fin de cuentas, los muppets son un clásico. Luego conversé con un amigo respecto a ¿de qué años son los muppets? Calculamos fines de los 70 y principios de los 80, en realidad es poco lo que sabiamos de ellos. Y para ser francos, tambien es poco lo dispuestos que estuvimos a investigar. No era para tanto.

No es como para volverse un fan, pero creo que de vez en vez un poco de inocencia cae bien. Tal vez la proxima vez que un semáforo en Miraflores me detenga solo atine a decir: ¡mahna mahna! Digo, es un decir.


jueves, 17 de agosto de 2006

Ola Roja

Es realmente simpático lo que esta haciendo San Isidro con los semáforos. La otra vez vi en el cruce de Camino Real y Basadre un buen semáforo peatonal el que, cuando esta en rojo, te avisa cuantos segundos faltan para ponerse verde. Y, cuando esta en verde, el monigote que se ilumina en la parte inferior del semáforo empieza a caminar, y cuando ya va a cambiar a rojo, empieza a correr. Simpático.

Lo que si es agradable es la "ola verde" que, en sitios como Juan de Arona te asegura, en momentos con un tráfico moderado, que te vas como por un tubo sin mayor demora. Todos los semáforos los encuentras en verde ¡Que placer!

Lástima que en mi distrito las cosas no sean así. En Miraflores, cada día me convenzo mas, no han querido quedarse atras. No sólo han instalado cámaras escondidas en las oficinas de los hermanos del alcalde y otros altos funcionarios ediles sino que ... han sido la primera localidad del Perú y quizá del mundo (Miraflores siempre a la vanguardia) en aplicar la "Ola Roja".

Andrade nos ha llenado Miraflores de rompemuelles y semáforos, sobre todo de estos últimos, que estan ubicados en el peor sitio posible. ¿Ejemplos? En el cruce de Santa Cruz con La Mar hay un buen rompemuelle "oblicuo" (diagonal a la recta que dibuja la calle) lo que hace que el carro lo pase una rueda por vez, con la agradable zangoloteada que eso implica y con un ruego por los amortiguadores. ¿Otro? el semáforo recien puesto en Dos de Mayo con Atahualpa, una de las esquinas menos congestionadas del distrito, sobre todo si tienes en cuenta que el embotellamiento está una cuadra mas abajo en Atahualpa con Pardo. Pero no perdamos la esperanza, tal vez los ingenieros municipales hayan planeado y tengan la razón de por qué un semáforo ahí arreglará el problema allá.

Pero lo que si es el colmo es la "Ola Roja". Enciende tu carro y anda por cualquier avenida de Miraflores. Te aseguro que cada semáforo que encuentres te cogerá en rojo mientras ves el siguiente (que esta a solo tres cuadras mas adelante) brillar en verde. Pero no te esperanzes por gusto, cuando llegues a él, tambien estará en rojo. Ese es el encanto de Miraflores, Andrade lo considera tan bonito que ha asumido que nadie que esté en Miraflores quiere salir de Miraflores. Para eso nos puso la Ola Roja, por si es que nos desanimamos antes de que podamos lograr salir del distrito. Digo, es un decir.

miércoles, 16 de agosto de 2006

Reconciliación


Algunos dicen que es bravo ser el hermano mayor, otros dicen que lo bravo es ser el hermano del medio. Yo soy hermano menor, y si bien no puedo quejarme de mis hermanos, no se si es dificil o no. En realidad jamás me lo cuestioné. Pero debo reconocer que hay muchos detalles que uno, por ser hemano menor, tiende a imitar de sus hermanos. En ese punto se encuentra lo relativo a la música o a la forma de vestir.

Mis dos hermanos son mayores que yo (me llevan 10 años uno y 7 años el otro) y sus gustos musicales no difieren mucho uno del otro. A ellos les gusta la música que escucharon cuando crecieron. O sea, mayormente ochentas. Y eso no es para nada malo. Lo gracioso fue que, cuando yo fui creciendo y tuve que ir optando por estilos musicales, sin siquiera cuestionarmelo adopté el de ellos. Asi, en la universidad, yo andaba desconectado completamente de los ritmos que sonaban en la radio y me limité a la "sublime" recapitulación de lo que produjo la década de 1980.

Hasta que llegó un punto de quiebre y decidí optar por la música que mas me gustaba, que formara parte de mi, que me caracterize y sea, en una sola palabra, mia. Y me fui para el otro lado del espectro musical, dejé el rock y opte por la salsa. Lo que me dejó totalmente satisfecho. La salsa me gusta y mucho y no me canso de escucharla y de buscar nuevos artistas escondidos que me sorprendan con una descarga de timbales furiosa o una virtuosa serie de metales que despierten en mi las ganas de empezar a bailar, aunque no lo sepa hacer.

Lo que conllevó eso fue que ... me desconecté del rock ochentero. No es que me dejara de gustar, sino que tan sólo ya no me llamara la atención. Así deje de escuchar por completo a Dire Straits y empezé a delirar con el sonido de la Spanish Harlem Orchestra. Hasta ....

Hasta que redescubrí a The Clash y me reconcilé con el género. En algún momento no me gustó mucho (hace ya buenos años) pero ahora casi no dejo de escucharlo. Por eso comparto con ustedes esta cancioncilla, de hecho la han escuchado mas de una vez. Debe tener casi 30 años pero a mi me sigue pareciendo buena. Digo, es un decir.




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lunes, 14 de agosto de 2006

En la repetición está el gusto

Alguna vez leí en una página web (de esas interesantísimas cuya dirección esperas recordar y que, a la hora de los loros, nunca recuerdas) una historia que por macabra, humana y triste no he podido olvidar jamás. Luego no pude confirmar los datos, lo que no me sorprendió, el sistema no hace publicidad de sus errores. Menos aún el sistema estadounidense.

En el año de 1932, en el estado de Kentucky, el señor Justin Scopton, ciudadano americano de aproximadamente 40 años, fue acusado de violación y asesinato a una muchacha de 14 años de edad. Según el parte policial, la muchacha fue raptada en la ciudad de Lexington y llevada al descampado donde fue brutalmente violada y asesinada. Su cuerpo mostraba huellas de golpes, arañazos y mordeduras. Luego de ello fue degollada. Un crimen monstruoso se volvía a presentar en la historia estadounidense. Fue ese año que Scopton, tras una visita al dentista, obtuvo un registro dental. Este fue característico por que el canino superior derecho de Scopton dejaba una huella oblicua al resto de sus dientes.

Meses despues fue detenido por la policia estatal de Kentucky y enviado a prisión. En ella se le aplicaron los cargos de violación y asesinato que ya narramos. Scopton, que vivia en Lexington, se declaró inocente pero tenía en su contra una prueba contundente. Su registro dental coincidía totalmente con el registro reconstruido en base a las huellas de las mordeduras encontradas en el cuerpo de la víctima. Una prueba que en los años 30 era considerada infalible ya que las posibilidades de coincidencia en un odontograma eran ínfimas y dificilmente habría en toda la uníon americana dos personas con el mismo odontograma. Todos estuvieron convencidos que Scopton era culpable.

Scopton fue condenado a ser ejecutado en la silla electrica. ¿Qué tiene esto de peculiar? Absolutamente nada si no consideramos un detalle. El protocolo de ejecución señalaba que al condenado se le debían administrar dos descargas, una corta para causar la inconsiencia y una mas o menos larga y de mayor potencia para matarlo. Luego de esas dos descargas, un médico certificaba la muerte y, excepcionalmente, este podría recomendar una tercera como tiro de gracia. Bueno, el detalle es que a Scopton la primera no le causó la inconsciencia y ni la segunda ni la tercera lo lograron matar. Imagino que habrá gritado como un condenado (que lo era) sintiendo los miles de voltios pasar por su cuerpo. ¿A qué se debió? Nadie sabe.

Los abogados de Scopton (que tenía su billete) recurrieron a los tribunales con el muy americano concepto de "la condena fue a ser ejecutado. Scopton fue ejecutado, ergo, ahora que lo fue se puede ir a su casa". Claro, no murió pero ese es un detalle, lo importante es que se le ejecutó. La corte estatal de Kentucky no supo que resolver y mando el embrollo a Washington. La Corte Suprema de los Estados Unidos de América señaló que, si bien es cierto que Scopton fue condenado a ser ejecutado, lo que se buscaba era que se muriera, y como no murió, pues había que ejecutarlo de nuevo. Asi de simple. Ah! Tambien recomendó que todas las cortes de la unión, desde ese momento en adelante, cuando condenen a muerte digan "se le condena a ser ejecutado en la (pongan aca el método de barbarie institucionalizada que mas les guste) hasta morir". De esa manera queda claro que te tienen que ejecutar cuantas veces sean necesarias hasta que te mueras. El chiste de todo esto está en que dos años despues de su primera vez, Scopton fue llevado nuevamente a la silla eléctrica y, gracias a Dios, murió.

El caso marcó un revuelo en esos años. Tanto así que varios investigadores se concentraron en el tema. Los científicos querían saber por que Scopton no murió en la primera ejecución, los juristas querían saber si el fallo de la Corte Suprema resultaba constitucional y los policias querian saber si Scopton realmente hizo eso que se dice que hizo. Y ¿qué creen? En la década de 1960 se descubrió que ... el bendito odontrograma (aquel que 30 años antes era considerado infalible) falló. y que si bien los registros mostraban la similitud en el diente oblicuo, no coincidian en por lo menos 8 de las restantes 18 piesas del maxilar superior ni en las 18 del maxilar inferior. Es decir, Scopton no fue. Eso, eso es lo realmente gracioso.

La pregunta es ¿a quien le echamos la culpa de la muerte de un sujeto inocente como Scopton? ¿Por qué una persona cuya única mala suerte radicó en tener un diente chueco pasó por lo que quizá sea una de las historias mas macabras que tengamos conocimiento? ¿Quien le pide disculpas a Scopton? ¿Como nos sacamos de la conciencia que matamos a una persona que no sólo no hizo nada sino que, encima, lo hicimos con gran crueldad y sin la humildad de ver que a veces nuestros sistemas se equivocan? ¿Cómo le devuelves la vida a un inocente? ¿Cómo puedes estar completamente seguro de que estas matando a un criminal y no a un inocente?

¿Cambió algo lo de Scopton? No, no lo hizo. En Kentucky y en el resto el mundo se siguió ejecutando a la gente (varios inocentes entre ellos, me imagino) y tambien en Kentucky y en el resto del mundo se siguieron dando crímenes monstruosos. ¿La muerte de Scopton arregló algo? ¿Como afirmar que la pena de muerte arregla el tema de la criminalidad?
No arregla nada, señores, lo demás es puro morbo, como el de las personas que abarrotaron la prisión de Kentucky el día de la segunda ejecución de Scopton por que .... por que simplemente querian saber si se moría o vivia. Puro morbo. Eso no es justicia, eso no es paz social, eso es salvajismo. Y del mas bajo que se pueda encontrar.

Sólo una reflexión mas, en el Perú no se utilizan odontogramas. Acá los métodos criminalísticos son mucho mas simples: él me dijo esto, él dijo lo otro, él te vio aca, él no te vio allá. O sea, basta que estes en el momento adecuado en el sitio exacto y podrias terminar de espaldas al paredón y escuchando la algarabía de la masa bruta celebrando la muerte de un inocente más. Ojala en mi país jamás se abra la puerta que permita la muerte injusta de algún inocente. Digo, es un decir.

viernes, 11 de agosto de 2006

En el Perú, ¿Que tan facil es quedar "precioso"?

casaf-preso


Uno en esta profesión ve muchas cosas. Ya había tenido un caso parecido hace un par de años cuando, con uno de mis mejores amigos, nos lanzamos a intentar sacar a alguien de la caceleta del Palacio de Justicia. De más está decir que fracasamos en el intento, no hacía ni dos meses que habíamos egresado de la facultad. Pero luego conocí un caso muy parecido. No lo llevé yo, felimente. Pero igual se los comparto para ver que, en el Perú, no es descabellado que cualquier pobre infeliz pase los peores cuatro meses de su vida. Y pensar que algunos hubieran gritado pidiendo que lo maten.

Un buen día lunes, Augusto (que es el nombre que le pondré para efectos de éste blog), hombre casado de unos 43 años con dos hijos de 11 y 9 años, se dirigia como todo buen peruano a su chamba. Tomo su combi en Comas y se dirigia a Ate por la via de evitamiento. De pronto los policias paran la combi y, ante los gritos destemplados de una señora que no paraba de gritar "¡Ese es, ese es!", lo bajaron de la combi. Ojo no estamos en el Chile de 1973 sino en Lima, Perú, el 2004.

La policia (un patrullero de las águilas negras) lo detuvo y, previas marrocas, lo subió al carro y se lo llevó a la comisaría. Le dijeron que lo estaban deteniendo por violación de menores y aunque él dijo que no, igual lo llevaron a la comisaría para que "brinde" su declaración. La declaración fue un tema de rutina. Luego de un rato en la comisaría regresó la señora vociferante (quien ya había intentado pegarle por monstruo) con una llorosa y asustada niña de nueve años. Trajeron a la pobre criatura hasta donde estaba sentado Augusto. Ella, asustada totalmente, no dejaba de mirar el piso mientras la jalaban hacia una habitación llena de policias. Entonces, frente a Augusto, la señora vociferante (madre de la niña) empezó a pegarle y a gritarle para que levante la mirada, vea a Augusto y le diga a los policias que él era el violador que la atacó el sabado anterior (hacían dos días). La niña totalmente nerviosa y asustada, logicamente, empezó a llorar, levantó la mirada y musito que sí, que él era. ¡¡¡¿Estas segura?!!! ¡¡¡Miralo bien!!! Y entre sollozos la niña de nueve años se confirmó en lo dicho, posiblemente por que quería irse a su casa y que la dejaran tranquila. Como si no hubiera tenido suficiente.

En lo que a Augusto se refiere, la policia lo puso a disposición del Juez Penal de Turno quien no tardó mucho en dictar mandato de detención y disponer que se vaya a la carceleta mientras se remitian los actuados a la Fiscalía competente. Asi, a las 2 de la tarde, Augusto entró en la Carceleta de donde salió a las 8 de la noche rumbo al Penal de San Pedro, osea, Lurigancho. En Luri lo recibieron como se recibe a todos los que estan acusados de violación de menores. Se sabe que consiguió protección dentro del penal pero, de que lo bautizaron, lo bautizaron. Sólo salió de Luri cuatro meses despues.

Y ¿por que salió? Bueno, por que durante la investigación fiscal se comprobó lo siguiente:
  1. La niña tenía un cuadro severo de presión y trauma, no era un sujeto fiable. Ante la presión que recibió podía haber declarado con la misma mínima convicción que fue el Pato Donald quien la violó. No recordaba nada, su mentecita no quería recordar, y su madre la conminaba a gritos a que recuerde y que le diga a un grupo de desconocidos si el pobre infeliz que estaba ahí parado y a quien nunca había visto era el que la violó.
  2. La niña nunca vió quién la violó. El episodio sucedió un sábado en la noche mientras ella jugaba en la calle correteando por que en su casa no habia nadie. Todos se habían ido a festejar un bautizo en una casa de la cuadra. Las calles de su asentamiento no tienen luz. Ella no sabe quien fue el delincuente.
  3. La madre sospechaba de un borracho desempleado que por esas épocas vivió en su cuadra. En realidad no había indicios que fuera él pero, como estaba desempleado, era alcohólico y tenía entre 25 y 30 años, nadie podía convencer a la señora de que había sido él. Aunque la fiscalía consiguió testigos que dijeron que él estuvo todo el rato en el bautizo. Igual, a la madre nadie le sacó la idea de la cabeza. Esta persona fue declarada no habida, luego del bautizo del sábado nadie lo vió mas.
  4. La señora estuvo covencida que tarde o temprano encontraría a este sujeto. El lunes, mientras se iba a sentar la denuncia en la comisaría, vio sentado a Augusto en la combi que llamaba pasajeros y juró por los huesos de sus antepasados que, si el borrachín se lavaba y se ponía una camisa ... resultaba igual que Augusto. En buen romance, ella creyó que Augusto "se parecía" a "su" sospechoso y llamó a la policía.
  5. Augusto vivía a unas veinticinco cuadras de donde sucedió el tema, tanto sus vecinos como su señora dijeron que ese sábado, él habia jugado pichanga hasta las seis de la tarde y luego tomó hasta casi las nueve, hora que llegó a su casa y se tumbo a dormir la borrachera.

Con todo esto, Augusto, estuvo cuatro meses en Lurigancho, perdió el trabajo, su mujer casi lo mata antes de que pudiera enterarse de todo el cuento y fue violado y desfigurado en el Penal. Y todo por que a alguien en un estado emocional febril se le ocurrio que "se parecia" a quien "posiblemente" violó a una niña. Las suposiciones y conjeturas en este caso son infinitas (¿y si ...?). Yo me quedo con dos reflexiones.

Primera, que fácil es en el Perú, caer preso y ser acusado de lo peor que se puede uno imaginar. Si le pasó a él ¿por que no nos podría pasar a nosotros?

Segunda, hay gente que pide que se mate a los violadores. Pero no ven que tambien se hubiera podido matar a gente como Augusto, como tu y como yo. Basta que estes en el momento y en el sitio exacto y ... te fregaste. A no ser, claro, que confies en el "excelente" sistema judicial peruano. Es decir, confies en que no te van a matar pero si que vas a perder la chamba, que vas a quedar con un buen corte en la cara y con un buen desgarramiento rectal. Digo, es un decir.

jueves, 10 de agosto de 2006

Acá no se puede!!!

En los últimos días la gente ha empezado a hablar de la pena de muerte como si se tratara del proximo partido de eliminatorias de la selección. Ahora resulta que todos estan de acuerdo en que debemos matar gente. Otra vez el circo romano, otra vez la irracionalidad.

Lo sorprendente es que esta iniciativa salió del mismo presidente (Bueno, de García yo, personalmente, me espero cualquier cosa) y ahí mismo fue suscrita por personajes tan mediocres de quienes no sorprende en absoluto que apoyen una iniciativa como esa. Pero lo que no advierten (y eso es lo lamentable toda vez que son personas que nos "gobiernan") es que, jurídicamente, el Perú no puede aplicar pena de muerte.

Veamos, la Constitución de 1979 reservó la pena de muerte únicamente para los delitos de traición a la patria en caso de guerra exterior. La del 93, por presión popular, incluyó al terrorismo. Sin embargo esta disposición no se efectivizó nunca. ¿Por que? Pues por que era contraria a un instrumento internacional que el Perú suscribió el año 1981: El pacto de San José o, su nombre técnico, la Convención Interamericana de Derechos Humanos. La misma que dio inicio a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la que estamos sometidos casi todos los estados americanos. Este hecho fue un acontecimiento mundial y mereció el aplauso general. Los estados americanos se hacen cada día un poco mas civilizados.

Pues en esa convención se estipuló que los países, que al momento de suscribir el pacto habían abolido la pena de muerte, no podían establecerla nuevamente. En la misma lógica, aquellos como el Perú que la habían restringido a ciertos delitos graves, no podían ampliarla a otros. Es por eso que jamas se aplicó la pena de muerte para los terroristas, por que no se podía, por que era contrario a un pacto internacional que hay que respetar. Sobre todo en estos tiempos de globalización y de relaciones internacionales.

Ahora hablamos de pena de muerte a los violadores de menores (que son sujetos despreciables, no cabe duda) pero lo que nadie dice es que, para ello, tendríamos que salirnos del sistema americano, lo que nos convertiría en una nacioncilla como Cuba, terca y apestada en el concierto internacional. Y es que en este tipo de cosas no caben las medias tintas, el pacto no acepta que te vayas de "a poquitos" o que lo denuncies por pedacitos. O te vas o te quedas, así de simple.

¿Entonces que va a pasar aca? Simple: El Perú no se va a salir jamas del Pacto de San José. Eso sería un suicidio internacional que no nos podemos permitir. Vamos a tener una ley aprobada por el Congreso (con el voto favorable de Sucari y Hildebrandt probablemente) que nunca se va a aplicar. Es decir, nos vamos a meter todos el dedo a la boca. ¿Y para qué? Digo, es un decir.

lunes, 7 de agosto de 2006

Gloria enhiesta en milenios de historia

Las fechas me ganaron y nunca pude, aunque quise, cerrar oficialmente el ciclo de Julio que abrí a inicios de ese mes. Y aunque no salió exactamente como quería, pues para ser la primera vez, creo que tan mal no me fue. Entonces, para cerrar ese ciclo, hago una última mención patriótica y me dedico a un tema recurrente: El Himno.

¿Cuando te aprendiste de memoria el Himno Nacional? Posiblemente no lo recuerdes pero de hecho existió algun momento en el cual ya te lo sabias. Somos libres y todo lo demás. Yo, sinceramente, no lo recuerdo. Jardín de niños nunca hice asi que supongo que me lo debí aprender en primero de primaria y tambien me imagino que mi padre me habrá hecho ensayar y me habrá ayudado. Recuerdo tambien que lo cantaba como lorito y que un par de años despues recién entendí lo que cantaba. Me tardé mucho tiempo en identificar en qué momento decíamos "seámoslo" por que, como se canta separado, no lograba identificar esos fonemas.

Luego me dí con la sorpresa de que habían muchas estrofas, tantas que resultaba casi titánico aprenderselas todas (como si fueran pocas, el año pasado el Tribunal Constitucional desenterró una estrofa más, o sea que ahora el Himno no tiene seis sino siete estrofas). Pasé, como todos, por esas temporadas donde uno deja de ser niño que canta voz en pecho y empieza a ser un adolescente que no canta el himno por que le parece poco interesante y vuelta empezé a cantarlo con la mano en el pecho por decisión propia, especialmente en los partidos de la selección a los que soy asiduo.

Reconocí igualmente que la primera estrofa no es muy simpática y resulta mas bien poco auspiciosa para nosotros los peruanos. Quizá en 1821 debió resultar muy poética pero en la actualidad, sinceramente, poco favor nos hace. Y es aquí donde quería llegar. Hace ya tres o cuatro años, en los primeros días de agosto, sintonicé en canal 7 una repetición del genial programa de Mabela Martínez quien había dedicado su emisión de fiestas patrias a mostrarnos diversas versiones del Himno Nacional. Es decir, aquella canción tan solmene y rígida que empieza con los metales, tambien podía ser interpretada de otras formas mas actuales, menos acartonadas y mas amigables. Asi escuché el Himno en Jazz, el Himno tocado por niños con percusión en latas de galletas y, finalmente, el Himno cantado por un guitarrista con pinta de trovador quien entonó no el clásico "Largo tiempo el peruano oprimido" sino que se desenvolvió con una estrofa nueva, nunca antes oída que hablaba de Tupac Amaru y otras cosas. Para qué, me gustó mucho.

La señora Mabela Martinez explicó luego que esa estrofa la compuso Chabuca Granda por pedido del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Amadas (léase Velasco) con la finalidad de sustituir la primera estrofa. Granda la compuso pero, a fin de cuentas, a los militares les parecio mas práctico que mejor se cantara la sexta estrofa (hoy sétima) en vez de cambiar la primera y asi fue como pasamos a "Sobre su cima los andes sostengan" y la estrofa de Granda quedó olvidada.

¿Quieren saber que decía? Aca se las pongo y conste que, personalmente, me parece muy bonita. Feliz de la vida la cantaría como la oficial. Digo, es un decir.


Gloria enhiesta en milenios de historia
fue moldeando el sentir nacional
y fue el grito de Túpac Amaru
el que alerta, el que exige
y el que impele, hacia la libertad.
Y el criollo y el indio se estrechan
anhelantes de un único ideal
y la entrega de su alma y su sangre
dio el blanco y los rojos
del emblema que al mundo anunció
que soberano se yergue el Perú.
Para gloria de Dios.

viernes, 4 de agosto de 2006

Peruvian Waltz Chillout

Cuando supe de la salida de este disco en realidad me emocioné mucho. No por que a mi me guste precisamente el Chillout (todo lo contrario) sino por que tenía la intención de averiguar cómo es que habían fusionado una canción que a mi, personalmente, me gusta mucho (y que encabeza los enlaces de música de aca al costado). La versión Chillout de "El Pirata" no me terminó de convencer. Pero, por otro lado, la versión de "Mal Paso" si me pareció buena. Y sobre todo interesantes las intervenciones en italiano.

Como todos, o casi todos, he cantado alguna vez esa canción a voz en cuello. Tambien la he tarareado casi inconsientemente mientras realizaba alguna labor rutinaria o, incluso, mientras estaba en la ducha. Tal vez sea la canción de su género que mas gente se la conoce y, quien sabe, muchos se identificarán con alguno de sus versos. Es, definitivamente, un ícono.

Por eso se las comparto, de repente les termina gustando tanto como el original. Si es eso posible, claro. Digo, es un decir.



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martes, 1 de agosto de 2006

Libertad

En realidad no es bueno alegrarse ante el sufrimiento de nadie. No sólo por que sea poco piadoso sino por que es contrario a las bases de toda idea de "humanidad". Sin embargo, que Dios me perdone, no puedo evitar alegrarme un poco. Hoy el despertador se activo como siempre a las 7:00 de la mañana. Raúl Vargas comentaba del pobre infeliz que murió de un ataque cardiaco mientras jugaba en un casino en Miraflores. Pero luego salió "La Noticia", asi con mayúsculas.

Y resulta que, lo que tantas personas que amamos la libertad esperabamos con ahínco, parece estar acercándose. Vamos que es inexorable ¿no? pero igual, la certeza de que algo va a suceder se torna en alivio, alegria, esperanza, cuando empiezas a ver señas de que realmente va a suceder ... y pronto.

Y es que el día de ayer, Castro dejó a su hermano el gobierno de Cuba. El hombre esta muy enfermo, lo han operado y sigue mal. En ese trance dejó a la cabeza del régimen a su hermano Raúl que, digan lo que digan, no es Fidel y ya todos sabemos que pasa con los movimientos caudillistas cuando el jefazo se cae. Ya iniciaron los rumores que señalan incluso que Fidel ya murió y que el gobierno cubano esta tratando de esconder la noticia. Tambien puede suceder que Fidel renazca de sus cenizas y, para desdicha de todo el mundo libre, regrese a ocuparse de su tiranía. Pero eso no quita que ya tiene 80 años y ... el futuro es inexorable.

En Miami los cubanos salieron a bailar soñando con regresar a su isla. En La Habana la gente no fue corriendo a las iglesias o a las santerías para pedir por la salud de su lider (por qué será), todos están tranquilos. Tal vez si les dijeran que si pasa lo que esperamos que pase van a poder (algunos por primera vez en su vida) hacer lo que les venga en gana (definición tan simple de eso tan preciado que se llama "libertad") se sentirían algo mas emocionados.
Lo que es yo, esperare sentado la oportunidad para, con toda la razón del mundo (y a pesar de que no me gusta el ron) tomarme un "Cuba Libre".Digo, es un decir.