jueves, 29 de enero de 2009

Precio de las entradas para el partido de las gallinas contra San Lorenzo por la Copa Libertadores.

Atendiendo a la importancia del encuentro y al bienestar del hincha, la directiva hace públicas las entradas al gallinero para el próximo partido:

Populares norte y sur: dos pilas AA (lapicerito)
Oriente: Cuatro pilas AA (tienen que ser Duracell)
Occidente: Ocho pilas AA

Además, por oferta, si llevas una batería te dan un palco.



.....


Que vergüenza (pero eso pasa por malaleche).

martes, 27 de enero de 2009

...

¿Por qué crees que tendría algo que decirte?

¿Por qué asumir que tengo respuestas para todo?

¿Acaso por que siempre hablo como si lo supiera todo aunque en realidad no tengo la menor idea de lo que está pasando?

Hoy aún no sé qué decirte. Y no creo que lo sepa todavía.

Pero no todo tiene que ser dicho, ¿o si?

Por lo pronto déjame esconder la mirada un rato más.

miércoles, 21 de enero de 2009

martes, 13 de enero de 2009

Conocimiento

Es bueno escribir.

Es bueno escribir cosas interesantes.

Es bueno escribir cosas que te suceden y que pueden ser interesantes.

Pero es mejor saber qué y cuando callar.

Ya que si todo puede ser escrito, no todo debe ser escrito ni debe ser escrito siempre.

Conocimientos sobre pertinencia y oportunidad. Tan esencial como saber que luego de la a ... sigue la b.

A gusto.

Lima ya no me es un sitio hostil.

Cuando vine a radicarme acá, Lima era distinta. Era un sitio caluriendo, grasoso, apestoso, hacinado y peligroso.

No sé si la ciudad cambió o cambié yo que ya me acostumbre a todo esto.

De pronto me siento como el pez en el agua. Fluyo por la ciudad con una facilidad rara, nueva, agradable. Y me siento parte de un todo viviente, una realidad mayor, un monstruo gigantesco cuyos glóbulos rojos son personas como yo que se limitan a circular por sus calles, dándoles vida y haciendo su vida dentro de esta aglomeración de casas viejas y construcciones feas.

Lima me trata con cariño.

Toda Lima.

Así, en los últimos días he estado en casi todos los rincones de la ciudad y en todos he fluido. Me siento en casa.

Pero, y a esto es a lo que iba, de todos los sitios a los que puedo ir, los mejores son aquellos a los que no voy sino que regreso. Porque ¿se entiende la diferencia, verdad? Una cosa es llegar a algún lado por a, b o c motivos. Otra cosa muy distinta es regresar a un sitio. A ver. Yo voy al centro de Lima por que tengo que hacer un trámite. Voy, llego y busco retirarme lo más pronto posible. Pero yo regreso a mi hogar por que simplemente quiero estar ahí. Es decir, voy, llego y se que podría quedarme mucho tiempo.

Y en días como hoy que he pasado gran parte del día "fluyendo" por esta ciudad que ya me adoptó como uno de los suyos no hay sitio que me parezca más acogedor ni lugar al que me alegre tanto regresar como mi oficina.

No lo sé. No es que sea un workholic - ni nada por el estilo - es sino que la tranquilidad de este ambiente, mi comodidad, el silencio, el clima controlado, la altura que hace que los sonidos de la ciudad se apaguen, la familiaridad con lo que tengo al costado, todo, todo, me hace sentir como en casa.

De verdad, me gusta estar acá. Y tanto me gusta que incluso a veces hasta ganas de trabajar me dan. ¿Quien lo diria?

En mi casa también podría estar contento, pienso yo, pero a horas como estas el estar en mi casa no haría más que traerme remordimientos. Además que en los últimos días estar en la casa es sinónimo de transpiración y tos - ¡tengo tos! - y en la oficina ... pues no toso. O no toso tanto.

Es por eso que en momentos como este me alegro de haber llegado por fin a la oficina, me alegro de saber que este es uno de los lugares donde más feliz estoy y por eso me dedico a escribirlo acá. Me gusta estar en la oficina, me siento muy cómodo aquí así tenga que trabajar para justificar mi presencia.

Todo privilegio cuesta. Digo, es un decir.

lunes, 5 de enero de 2009

Al lado del camino.

He viajado
He comido
He abrazado
He extrañado
He besado
He dejado de besar
He iniciado
He terminado
He acompañado
Me he quedado sólo
He extrañado
He agobiado
He encontrado
He perdido
He reencontrado y vuelto a perder
He caminado
He corrido
He manejado
He ido de frente y he volteado.

Y todo en escasos 15 días.

Y si el 2008 no me habría traído de por sí tantas emociones y recuerdos, sus últimos 15 días fueron aún más ricos en sensaciones.

Paso natural sería, ahora, que empiece a agradecer a la vida y a los gnomos que cuidan el jardín por todas esas cosas.

Pero no.

Eso ya lo hice, en la compañía de mi pisito y mis libros, y no tendría sentido que lo haga de nuevo.

Hoy sólo quiero sentarme.

Sentarme y esperar. Esperar qué cosa nueva tan interesante me van a traer estos días. Por que ... digamos ... algo ha de venir ¿no?

Lo único que sé es que quiero seguir manteniendo está página. Para seguir vertiendo en ella - cada vez más esporádicamente - lo que pueda tener en la cabeza así no lo lea nadie. Que lo leo yo y eso pareciera suficiente.

Digo, es un decir.