martes, 26 de junio de 2007

No puedo dejar de gritar

GOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLL!!!!!!!!!

¡¡¡Vamo Perú!!!!

miércoles, 13 de junio de 2007

¿Por qué me miran?

Hoy entré a almorzar al Kentucky de Miraflores. Compre cuatro piezas de pollo y nada más y, como estaba con pocas ganas de ocupar espacio, me senté en una mesita pegada a la pared para empezar a meterle diente a mi almuerzo. En el fondo sonaba una pista de una insoportable Shakira que, colombianísima ella, cantaba en inglés y arengaba a sus fans gritando: Are you ready for more?

De pronto me dí cuenta que la chica de mas allá me miraba, mas que interesada lo hacía fijamente, y así como ella sentí varias miradas. La señora de mas atrás, los causitas del costado. Jesús. Pensé que quizá la camisa estuviera rota, el pantalón mojado o que quizá sea un verdadero bicho raro al no pedir ni papas ni gaseosa. Pero, hasta donde yo sabía, el Kentucky se come con las manos ¿no? ¿O se puso de moda pedir cubiertos ahora?

Las cuatro piezas me las embutí rapidísimo sin darme tiempo a disfrutar de la comida. Me levanté, cogí mi libro y me fui al baño a lavarme las manos.

Al salir del baño me di con la realidad de las cosas, justamente encima de la caleta mesita donde elegí sentarme estaba colgado un prominente televisor de plasma que transmitía el concierto de Shakira, justo sobre mi cabeza.

De haberlo sabido, hubiera disfrutado mas el pollo ya que, entre Shakira y yo, era evidente que la gente estaba viendola a ella. Aunque, quien sabe. Digo, es un decir.

lunes, 11 de junio de 2007

¿Que haría Cristo en la peluquería?

(Background: Gonzalo estaba en la peluquería dejándose hacer cuando ve en la parte inferior del espejo una calcomanía con la cara de Cristo. La leyenda decía: ¿Que haría Cristo en tu lugar? ¡Haz tu lo mismo!)

Gonzalo piensa: Pues yo creo que Cristo, en mi lugar, también se dejaría cortar el pelo.

viernes, 8 de junio de 2007

En la oficina, cualquier cosa saca una sonrisa

(Background: Había llegado una invitación de la Cámara de Comercio Española para unas jornadas que durarían entre cuatro y cinco días, el abogado encargado de ir no recordaba cuándo se inició el tema).

Abogado encargado: Oigan ¿Alguien sabe cuando empezó lo de los españoles?
Cualquier otro abogado: En 1535.

jueves, 7 de junio de 2007

Se sienten pasos.

En este enlace está el dictamen fiscal chileno que se pronuncia a favor de la extradición de Fujimori. Es algo largo, pero interesante.


Y por fin se va acabando la novela.

Habrá que aplaudir y estar pendientes de acá, mas que un circo, se arme un juicio. Aunque lo dudo. Digo, es un decir.

Eres o no eres.

Si uno dice que pertenece al grupo de los casados pero nunca se casó ni piensa hacerlo, se puede decir que en realidad no es casado sino soltero.

Si uno dice que es militar pero no tiene grado de militar (ni maldito lo que le importa) ni tiene algo que ver en el cuartel, se puede decir que en realidad no es militar.

Si uno dice que pertenece a la barra del Alianza, por ejemplo, pero en los últimos seis o siete años no ha ido al estadio, se puede decir que en realidad no pertenece a la barra del Alianza.

Si tu perteneces a un club pero en los últimos seis o siete años te negaste rotundamente a pagar tu cuota, eso va a implicar que ya no perteneces al club así tengas el carnet.

Si uno dice que es miembro de algo pero vive sin cumplir las reglas que esa calidad le impone, en realidad y dejándose de huevadas, la clara y simple verdad es que no es miembro de ese algo. Otra cosa es que diga lo que quiera pero ...

Entonces, si uno dice ser católico pero no actúa como tal ni cumple las reglas que esa calidad le impone ... en realidad no es católico; argumente lo que argumente.

Osea que eso de "soy católico pero no practico" es una completa falacia por que, en realidad, quiéralo o no, desde que uno no hace lo que le obliga su pertenencia, ya no pertence, se autoexcluye. Osea, ya no es católico. Máxime aún cuando los líderes de la organización son tajantes en cuanto se refiere a expulsar a alguien de la misma.

Osea, si no vas a misa los domingos, si no santificas las fiestas, si no respetas la cuaresma, si no celebras el adviento, si no sigues los mandamientos de la santa madre iglesia ni te plegas a las opiniones sociales y morales de sus líderes (léase Beny y Cipriani), entre otras tantas cosas, lo que en realidad estas haciendo es que ... estas hueveando.

Ahora, desde donde yo lo veo, eso no te convierte en un paria ni en un felón ni en alguien que ha abjurado. Simplemente implica que dejas de pertenecer al conjunto. Ante ello, lo correcto es que asumas tu posición y decidas si te es mas cómodo someterte a las reglas o quedarte afuera. Pero no se puede ser frio y caliente a la vez. O eres o no eres. Quite simple.

Que si escoges qué puntos acatar y qué puntos no, es una opción muy válida, totalmente razonable y coherente pero ¡oh fatalidad! eso causa que .... exacto, ya no pertenezcas al conjunto. No se puede tener todo en esta vida.

Así, quizá, tal vez, por una vez sea necesario sincerarte. O te pones a vivir de acuerdo a lo que dices creer o te aceptas como ajeno a la organización y pasas a la vereda del frente.

Por otro lado, no se está nada mal acá cruzando. Digo, es un decir.

miércoles, 6 de junio de 2007

Había una vez ...

... En que yo leía.

Mucho.

¿Qué me estará pasando?

Terrible realidad

Hoy salí de los juzgados contenciosos feliz de estar abrigado en una fría mañana limeña. Hacía hambre, por quedarme abrigado en mi cama unos minutos más no pude prepararme el desayuno que me iba a dar la primera alegría del día. Ya en el centro, la avenida Abancay me recibió con su bullicio y completamente vestida de esa miasma negra que, mezcla de niebla y smog, se deposita en las calles de esta Lima entrañable.

En mi andar entusiasta y enfundado en el terno que menos me gusta (es marrón, no me gustan mucho los ternos marrones pero ... era su turno) decidí entrar a algún sitio a desayunar. Pero quería desayunar algo bonito, entrar a un sitio cálido y sentarme en una mesa limpia y sin grasa, que venga un cumplidor mozo y me traiga un café (tenía que ser café de todas maneras), como en Buenos Aires (lancen cachetada acá, por favor).

Caminé por Miroquesada y pasé por restaurantillos y fuentes de soda, no muchas, todas vacías. En alguna de ellas entré alguna vez y juré no volverlo a hacer debido a la pobreza del jugo de papaya que me serví. De pronto, sin recordar que estaba ahí, encontré lo que buscaba: el café Manhattan. Pensé que iba a estar unos cuantos soles más de lo que, en principio, tenía presupuestado para el desayuno pero no me importó mayormente. Empujé la puerta y entré.

Mientras esperaba el desayuno peruano (jugo de naranja, café americano, tamal y pan con chicharrón complementado por una copa de huevos pasados) ojeaba El Comercio. Cuando llegó el grueso del desayuno mis ojos se fijaron en un pequeño platito que complementaba el desayuno y que, en principio, no aparecía en la descripción del mismo que aparece en la carta. Sin embargo no lo rechacé, lo recibí con gusto y complacencia. Era el complemento perfecto, le iba tanto al tamal como al sánguche y no era mayonesa.

Hoy mientras devoraba mi desayuno caí en cuenta en un detalle que, seamos sinceros, lo intuía pero no lo había asimilado. Digamos que casi terminé con el contenido del platito y eso que estaba en cantidades generosas. Me encanta la cebolla, terrible realidad, pero sabrosa.

Si , si. Yo sé. El aliento a cebolla y todo lo demás pero ... qué les puedo decir. La zarzita criolla estaba espectacular. Si, ya sé que era el desayuno. Si, ya sé todo eso. Pero estaba buena, pues. Qué quieren que haga. Con esto que terminé de ser un fiel creyente en una máxima de autor desconocido (tal vez sea yo el autor, después de todo) que he repetido varias veces en los últimos tiempos: "la historia de la cocina humana sufrió una feliz revolución cuando el hombre descubrió la cebolla y el ajo".

Saboreando mi pan con chicharrón (y la cebolla, claro está) pensaba con compasión (me van a disculpar) en aquellas personas que no aprecian esta hortaliza y que la retiran de entrada de cualquier plato sin darle siquiera la oportunidad de encantar.

Mas bien, he de recordar que es mejor andar con un kit dental portátil, uno nunca sabe cuando se puede encontrar con la cebolla y ... mejor es prevenir. Digo, es un decir.

lunes, 4 de junio de 2007

Para cerrar el tema

Hubo una situación que me tuvo muy contento. Y fue cuando llegué de Uruguay a Buenos Aires. Llegué a esa ciudad de la forma como llegaron la gran mayoría de personas que hicieron crecer ese sitio, por el río. A medida que el ferry se acercaba al puerto y veía las luces de la ciudad, me invadió una serena alegría.

Allá al frente estaba la ciudad imaginada y buscada. De pronto, desembarcar en el puerto y llegar a Buenos Aires me alegró por que me dí cuenta de que, aquella ocasión, no estaba "llegando" sino que estaba "regresando". Que por lo menos esa noche, mi casa era Buenos Aires y ella me recibió como si fuera un habitual.


Dejé Dársena Norte y salí a la avenida Antártida Argentina, corría viento, y encendí un cigarrillo. Empecé a caminar hacia la nueve de julio sintiendo, en ese instante, que el viaje había valido la pena y que sí, que eso era lo que buscaba. Caminar por Buenos Aires sintiéndome un habitual, recorrer las calles que tantas veces recorrí en la imaginación mientras sentía, o quería sentir, que éstas me decían: "bienvenido a casa".

domingo, 3 de junio de 2007

Hay que ver

Estos cantantes folclóricos peruanos ... que compañerismo. Digo, es un decir.

viernes, 1 de junio de 2007

El último pensamiento porteño

Tengo que regresar.

Cuanto antes. Digo, es un decir.