Ayer en la noche terminé de leer un buen libro. Premio Alfaguara 2006 y con merecimiento. Abril Rojo de Santiago Roncagliolo logra crear una atmosfera convincente y entretenida. Un asesino en serie en una ciudad como el Ayacucho post-terrorismo, una época política convulsionada pero que sólo sirve como tenue fondo, la semansa santa ayacuchana, asesinatos crueles, un personaje principal que encaja en el arquetipo del antiheroe y la pregunta que quiza mas tememos: ¿y si vuelven? ¿y si no los hemos vencido?. Todos esos elementos nos ofrecen una historia interesante y muy cercana a nuestra realidad.
Abril Rojo no sólo es una historia bien narrada sino que cuenta además con una dosis agradable de suspenso y dramatismo. El personaje principal se encuentra bien delineado y la trama está elaborada de tal forma que da varios giros antes de que uno pueda siquiera imaginarse el desenlace. El punto esencial es el hecho de que la historia no recurre a escenarios que sólo podemos imaginarnos por que nos son ajenos sino que son escenarios que, aunque no los conozcamos geográficamente, son como viejos conocidos nuestros, especialmente si uno pasó alguna temporada en la sierra central del país durante la década de los 80. En efecto, el miedo a la demencia terrorista es un punto a favor para la recepción de la historia por el publico peruano. El terrorismo no ha dejado de ser, para todos nosotros, un miedo latente ya que nos queda en la conciencia que todos estuvimos en la potencialidad de ser afectados (si es que no lo fuimos). Esa idea, esa potencialidad, hace que una historia que cuente posibles rebrotes senderistas con la misma crueldad que tenían, despierte una sensación de "cofradía" o "hermandad" ante el desastre.
En resumen, un buen libro y muy interesante. Realmente me alegro de haberlo comprado. Gracias, Ernesto, por el consejo. Por mi parte yo lo encuentro altamente aconsejable. Digo, es un decir.
Abril Rojo no sólo es una historia bien narrada sino que cuenta además con una dosis agradable de suspenso y dramatismo. El personaje principal se encuentra bien delineado y la trama está elaborada de tal forma que da varios giros antes de que uno pueda siquiera imaginarse el desenlace. El punto esencial es el hecho de que la historia no recurre a escenarios que sólo podemos imaginarnos por que nos son ajenos sino que son escenarios que, aunque no los conozcamos geográficamente, son como viejos conocidos nuestros, especialmente si uno pasó alguna temporada en la sierra central del país durante la década de los 80. En efecto, el miedo a la demencia terrorista es un punto a favor para la recepción de la historia por el publico peruano. El terrorismo no ha dejado de ser, para todos nosotros, un miedo latente ya que nos queda en la conciencia que todos estuvimos en la potencialidad de ser afectados (si es que no lo fuimos). Esa idea, esa potencialidad, hace que una historia que cuente posibles rebrotes senderistas con la misma crueldad que tenían, despierte una sensación de "cofradía" o "hermandad" ante el desastre.
En resumen, un buen libro y muy interesante. Realmente me alegro de haberlo comprado. Gracias, Ernesto, por el consejo. Por mi parte yo lo encuentro altamente aconsejable. Digo, es un decir.
2 comentarios:
De nada Chalín, a ver si me lo puedes prestar.
Que eso te enseñe a no juzgar un libro por el nombre del autor !!
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