martes, 19 de diciembre de 2006

La sucursal

"Digo, es un decir" es mi blog personal. El primero que inicié y al que definitivamente mas cariño le tengo. En realidad no es un blog temático ni cerrado ya que me siento con la libertad de poner en él todo lo que forme parte de mis intereses, mi ánimo, mis recuerdos y mis opiniones.

Pero a pesar de éso, tambien me llama la atención el tener un sitio donde sólo comente cosas de un determinado género.

Fue en el año 1997 cuando, ya estando los tres hermanos en Lima, decidimos dejar de estar en pensión y empezar a vivir como familia en un departamento. Un depa donde ya no habrían horas a las que te cerraban la puerta u horas fijas de almuerzo o cena. Un depa donde mis padres puedan venir cuantas veces lo quieran o lo necesiten. Asi que en enero de ese año nos mudamos a nuestro primer depa y en él vivimos los tres hermanos de la forma mas armoniosa que nos era posible.

El problema sin embargo se presentó respecto a Gonzalo y su alimentación. ¿Dónde va a comer? preguntó mi madre. La respuesta salió por si sola. "Aprenderá a cocinar" dijeron todos. Y algo aprendí, no lo puedo negar. Pero lo que terminé haciendo fue comiendo en restaurantes. Así me hice asiduo de chifas, pollerias y menueros cercanos ya sea a mi casa o a la universidad Católica. En los últimos 10 años fueron muy pocas las temporadas en las que comía regularmente en mi casa. Por el contrario, deben ser innumerables y variados los sitios donde alguna vez me senté a almorzar.


He pasado años comiendo en la calle y ya me acostumbré a ello. Jamas he llevado lonchera a ningún lado, ni a la universidad ni al trabajo. Siempre encontré el restaurancillo mas cercano donde podía comer sin remordimientos y, con un poco de suerte, hasta encontrar algo sabroso. He conocidos menúes desde tres soles hasta los de veinticinco y he frecuentado todo tipo de buffets. En seis palabras, he crecido comiendo en la calle.

Es por eso que tal vez pueda verme en la capacidad de reconocer sitios y recomendar lugares donde uno pueda comer lo que se le antoje. No soy un conocedor, pero si un aventurero y, mientras el estómago me lo permita, seguiré buscando y conociendo nuevos lugares.

Es por ello que se me ocurrió empezar con Sazón Urbana y volcar en él mis experiencias y mis recomendaciones. De repente a alguien le puede servir.

Si no estan cansados de encontrarme en este blog, les invito a que me encuentren también ahí. Digo, es un decir.

3 comentarios:

Imberbe_Muchacho dijo...

Chalo, no se si habra llegadop mi otro coment, pero posciaca lo repito:
Es una buena iniciativa, ya que gente como yo, con hambre hasta mato, y encima si em meto a un mal restaurant reniego asi que Sazon Urbana y el Dragon del 96 me libran del homicio (premeditado)

Dragón del 96 dijo...

Que buena! Gracias por la competencia... veremos quien muere primero... de una indigestión, jejeje.

Yo tb conocí mis huariques cerca a la cato cuando estudiaba, pero los ultimos años prefería recorrer medio lima para volver a casita a comer. Nada como el hogar.

Cuando voy a un sitio ahora, prefiero no conocerlo, así entro como una página en blanco y pueod dar una critica constructiva destructiva, si siempre hablara bien de todos los sitios que conozco me sentiría aburrido.

Slaudos...

Y provecho!

Angélica Camacho dijo...

Acabo de pasar por tu otro blog... Seguro me tendrás por allá, claro mientras no engorde mucho :)