viernes, 10 de agosto de 2007

La dicha es mucha en la ducha.

Comentando un post en el blog de Mariella caí en cuenta que yo no canto en la ducha. Vamos, hasta donde puedo recordar, he transformado el trámite de ducha, a un paso aséptico pero sin peculiaridad. Es decir, inconscientemente le he quitado todo ápice de inventiva y lo he reducido a "abrir el chorro, controlar temperatura, mojarme, jabón, agua, shampoo, agua, jabón de vuelta, agua, cerrar el chorro y secarme".

Un trámite. ¿Y el canto? ¿Y la frescura? ¿Y el calor del agua tibia? Lo último memorable que me pasó en la ducha fue cuando se me dió por acortar trámites y afeitarme mientras me duchaba y me corté, tal como lo conté acá.

A partir de mañana voy a empezar a cantar algo, aunque sea "Pimpon el muñeco". Digo, es un decir.

3 comentarios:

RacuRock dijo...

es rico cantar en la ducha... si quieres puedes seguir mis cantos de cubiculo en mi blog... ah no cierras la ducha cuando te jabonas? que desperdicio de agua .. te jabonas dos veces? porque?

Milhoras dijo...

bañate con agua fria!!! asi podras cantar I'll survive, o tararear "Eye of the tiger" mientras tratas de no caer en coma por el frio

Dragón del 96 dijo...

Yo tambien tengo mi rutina al bañarme... todo tiene un orden. Pense que era el unico.

Slaudos.