martes, 6 de mayo de 2008

Feliz 28!

Y bueno, luego de semanas en las que me sentí sorprendido por la rapidez del tiempo y la cercanía de la fecha, llegó el bendito 5 de mayo y cumplí un año más. Van veintiocho.

No sé si serán los años que terminan en ocho pero este cumpleaños lo siento como cuando cumplí dieciocho años (me viene a la cabeza una mezcla de vodka "Paramonga" con Coca Cola Light). Así como aquella vez sentí que dejé la adolescencia para pasar a una emocionante juventud, ahora siento que dejé la juventud para sentirme, aún raramente, adulto.

Y es que por más que yo me sienta tan jovial como cuando tenía 22 no deja de martillarme en la cabeza el hecho de que, por ejemplo, a mi edad mi padre ya tenía un hijo de dos años. Claro, eran otros años y son otras vidas pero siento como que la hora de jugar responsabilidades realmente graves ya está cerca. Que aquellas ideas de asumir más responsabilidades varios años más adelante ya no son tan acertadas por que esos "varios años más adelante" ya han transcurrido y se han convertido en "dentro de un año o dos". Uf!

Lo que me dejó pensando y me trajo variados estados de ánimos fue la cantidad de personas que están y que pasaron. El cumpleaños lo pasé rodeado de casi todos los esenciales que siempre estuvieron ahí y cuyos rostros han ido creciendo junto al mio siendo una familia con la frescura que siempre envuelve nuestras mesas pletóricas de todo tipo de viandas. No importa si la mesa es nuestra o es prestada ... el país de jauja se muda a nuestro mantel y la cornucopia apunta justo al medio de la misma.

Pero también están los demás. Los que volvieron, los que llegaron, los que se resistieron a irse y se terminaron quedando, los que a pesar de no ser un encuentro constante siempre están y lo saben, los que estuvieron mucho tiempo y ahora prefiero que no estén, los que se pugnó por que regresen pero parece que se sienten mejor estando lejos, los que se irán pronto a conocer el mundo, los que estarán, los que estuvieron. Los que se acordaron, los que no, los que se hicieron a los locos. Todos.

Me quedan varios dichos que a veces caen a pelo para cosas que tengo pendientes o que pasan. Como por ejemplo "quien se va sin que lo boten, regresa sin que lo llamen" o la recurrente idea ante preguntas similares de que "el hecho que uno haya vivido equivocado mucho tiempo no quita que en algún momento pueda darse cuenta del error y hacer lo correcto para corregirlo".

En fin, ideas varias que van y vienen.

Desde hace ya dos días tengo 28 años. Tengo planes a corto, a mediano y a largo plazo. Tengo sueños, tengo esperanzas, tengo fe y casi no tengo temores. Tengo cuatro libros a la mitad, cinco por empezar y millones por leer. Una maestría que terminar y otra carrera por empezar. Un árbol por plantar y cuando menos un hijo por engendrar. Tal parece que es un buen panorama ¿no?




2 comentarios:

Milhoras dijo...

La alegría del antes y el despues para los pocos elegidos que tuvimos el privilegio de verlo!!

vive largo, vive bien, sigue siendo el orgullo de quienes te queremos.

un bacho muy grande mano!!

Dragón del 96 dijo...

Epa! Ya estamos un año más viejos...

Primera vez que escucho la frase de los errores, me gustó.

Slaudos.