jueves, 23 de noviembre de 2006

Cuatro

En mi familia somos cinco. Tres hijos hombres.

En mi familia somos cuatro hombres y mi mamá.

Eso de ser cuatro hombres ha sido siempre un detalle simpático. Mi madre se sabe la mujer mas protegida del mundo y las veces que no hemos contado con ella, el ser cuatro nos permitió diversiones que quizá mucha gente no ha conocido.

Recuerdo cuando tenía 10 años y quería que mi padre me compre un "max play" (uhhhhhh, no en vano han pasado 15 años). La conciencia de mi padre le dijo que tal gastada de monedas no valía la pena y decidió que le salía mas a cuenta iniciarme, con su venia y sus instrucciones, al mundo de los hoy ya desaparecidos pimbols. Asi, entré junto a mi viejo a un caletón pimbol huancaíno. Mi viejo soltó un billete para que pueda perderlo en fichas y ser, durante unos momentos, feliz. En Huancayo las fichas costaban diez céntimos. En los años siguientes volví a ir seguido al pimbol pero, logicamente, ya no siempre con mi padre.

Recuerdo tambien que, entre los juegos que habían, se pusieron de moda aquellos juegos de plataforma que permitían jugar hasta cuatro jugadores simultaneamente. Eran las tortugas ninjas quienes mataban a medio Perú en un juego larguísimo e interminable.

A finales de ese año, mis hermanos fueron a Huancayo a pasar navidad. Fuimos cuatro y ante una propuesta, no se si mia o de Iván, nos fuimos los cuatro al pimbol, nos apropiamos de la máquina y jugamos y jugamos y jugamos y jugamos y jugamos y seguimos jugando. Evidentemente la atracción del sitio era mi padre quien, ya casi por la cincuentena, aprendió rápidamente a seguirle el ritmo al juego y jugaba junto a sus hijos con la suficiente pericia. Esa escena se repitió varias veces, durante muchos años, hasta que dejaron de haber pimbols.

Pero no sólo de pimbols estan hechos los recuerdos. Recuerdo también que la vispera al matrimonio de mi hermano Daniel, ante la iniciativa de mi Papá, nos reunimos los cuatro en un bar simpaticón y, por primera vez en la vida, cheleamos juntos. Sólo nosotros. Sólo los hombres. Y cheleamos parejo ¿eh? Y se conversó de todo. De hecho es la velada mas agradable que he pasado. Y eso que he pasado muchas ¿eh?

Hará dos semanas que mi papá vino de Huancayo a Lima. Por una noche volvimos a ser cuatro ya que mi madre se quedó en Huancayo y mis cuñadas estaban una trabajando y la otra estudiando. Fuimos a comer un sánguche y luego de eso paseamos un toque en el jeep de mi hermano. Entonces pasamos frente a un taco y la idea tomo cuerpo. Nos divertimos durante tres horas jugando algo que podría calificarse como billas. Se embocaron poquísimas bolas pero cada lance y cada cacho eran un sólo de risas. Los cuatro, que siempre estamos juntos, esa noche estuvimos nuevamente juntos. Y por la mismisima hostia consagrada que la pasamos muy bien.

A veces nosotros somos mi papá y los tres hermanos.

Pero lo bonito es que, sin mayores problemas, podemos fácilmente ser cuatro amigos que se conocen de toda la vida.

Me conmuevo de sólo pensarlo ... y sonrío, como sonreía cuando jugabamos pimbol y terminabamos el juego y volteaba a mi izquierda y veía a mi padre quien, todo sudoroso como yo, se sentía igual de felíz ante el ínfimo triunfo que acababamos de alcanzar.

Ahora dejo de postear, tengo que ir a mi casa, hoy día llega mi papá de viaje. De repente volvemos al taco. Digo, es un decir.

8 comentarios:

Jorge Luis dijo...

Definitivamente, no hay mejor experiencia que la de chupar con tu viejo. Es como sentirse realizado. Ya puedes morir tranquilo.

yusi dijo...

jaja
asi que eres de huancayo no?

chico que le gustan los juegos ludicos
jeje todos tuvimos alguna vez un vicio!!

;)

Dragón del 96 dijo...

En casa somos pocos hombres, pero lo mas cercano a lo tuyo ha sido cuando me reuno con mis primos donde todos son hombres (salvo mi tia ps).

Oe, y pq tienes que ser el Non grato? Na' que ver, siempre seras bienvenido a mi blog. A menos que digas LO QUE NO DEBE DECIRSE.

Es broma!

Slaudos.

Chalo dijo...

Jorge Luis: Gracias por la visita. En realidad aún no quiero morir, falta mucho.
Ana Lucia: Te entiendo perfectamente.
Ludovica:En realidad soy de Cusco. Pero, que mejor que empezar a viajar desde chiquito.
Dragón: Gracias por la bienvenida. Realmente tu blog es digno de resaltar.

Greta dijo...

me alegro por ti primo :D
pero escribiste una frase que me llama mucho... al taco!? mmm... me recuerda que hay un motivo mas para otra reuna, eh? ahi te veo/leo! cuidate un monton :D

Angélica Camacho dijo...

En mi casa era un poco al revés. Somos cuatro hermanos y yo la única mujer, y como a mi madre a veces no le gustaba mucho salir por ahí de paseo mis hermanos, mi papá y yo nos apuntabamos solos. Siempre la pasaba bien con ellos. Tambien aprendi algunas tecnicas de combate (preguntale a mis ex compañeros de colegio).

Laura Martillo dijo...

Hola

Lei tu blog por la mañana y no pude dejar comentario...la verdad ya nis e que iba a poner...Supongo que algo como que interesante que siendo 4 hombres se llevaran tan bien, especialmente que su padre se haya integrado tan bien a los placeres de vicio familiar. Incluso, tal vez, felicitarte...No se, la verdad olvide lo que escribiria en la mañana,
ahora ya con mi marea alcalina de post almuerzo no puedo ni pensar bien y solo queria agradecer tu comentario.

Saludos.

Milhoras dijo...

ahhhh que cosas no? las tortugas pagaron pato de la aficion familiar, y los simpson y los X-men y muchas otras, la verdad es que cuando se trata de pasarla bien, no hay nada mejor que estar con TU gente.