martes, 7 de noviembre de 2006

La verdad de la milanesa

Mi periplo trujillano trajo ciertas modificaciones en mi look. Tres semanas despues de ello debo señalar que estoy muy conforme con el resultado. Si no recuerdan, esa historia la conté en este post.

Pero, por fin estoy en la capacidad de explicarles la verdera razón de porqué me corté el pelo.

La verdad es que yo estaba de lo más feliz caminando por el centro de la ciudad de Trujillo cuando de pronto vi este cartel en la entrada de una peluquería.


No pude aguantar la tentación y decidí pelarme.

Ahora ya se sabe la verdad. La foto es verdad, si alguien quiere puede ir a la cuarta cuadra del jirón Orbegoso en Trujillo, verá varios de estos avisos. Parece que en Trujillo, si no es con gaseosa personal, nadie se corta el pelo. Digo, es un decir.

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