miércoles, 19 de setiembre de 2007

Cuestion de Chorizos

La primera vez que fui a Buenos Aires me quedé con las ganas de comerme un choripán. Y es que la única carretilla que encontré estaba a la salida de La Bombonera y el bocadillo se veía apetitoso. Apetitoso por varias razones: Primero, hacía mucho frio y un entremés caliente no cae nada mal. Además que el pan se veía suave y grande y el chorizo desprendía el conocido olor, muy agradable. Además que la porción de carne (o de esos tejidos orgánicos que hacen un chorizo y que no siempre son únicamente carne) tenía buen tamaño, se veía realmente grande - sentí cierto reparo al escribir esto último pero lo tuve que hacer al no encontrar ninguna otra mejor forma de decir justamente eso.

Hay que sumar que eran las cinco de la tarde cuando salía luego de ver el partido Boca Juniors - Gimnasia y Esgrima de Jujuy y yo aún no había almorzado.

El choripán costaba dos pesos (que al cambio vienen a valer lo mismo que dos soles) y no había demasiada gente comprando el suyo.

Ahora, la vida de tribuna me enseñó algunas cosas a tener en cuenta y aplicar siempre en cualquier cancha a que vayas. Conocimientos básicos como saber los colores del equipo local y los de su clásico rival para que no comentas la impertinencia de, por ejemplo, ir con camiseta de Perú a ver a Boca Juniors. Cosas así. Una de esas cosillas me enseño a apurar el paso siempre que sales de un estadio del que no conoces muy bien lo siguiente: a) la forma mas segura y rápida de alejarte y llegar a algún punto donde poder tomar un carro (ya que estarás condenado a seguir el camino que siguen todos que no siempre es el mas seguro) y b) el comportamiento usual de la barra local al salir al estadio (ya que pueden ser aficionados a pegar y robar a todo parroquiano que esté en su camino). Eso me decía que yo, de La Bombonera, tenía que salir rápido y por donde vine.


Bombonera24
A lo lejos, La Bombonera


En mi rápida caminata (no corras, nunca corras a no ser que te persigan a ti o hay incendio) vi el kiosko y los choripanes. Paré la caminata un poco y pensé en la conveniencia de comprar el dichoso choripán. Estaba buscando monedas en mis bolsillos cuando recordé lo que les acabo de explicar (sal rápido y por donde veniste) y, como refrendando mis duda, escuché un par de cuadras atrás el sonido de un bombo y cánticos de La Doce. "Ya encontraré otro kiosko" fue mi pensamiento y dejando atrás el aroma del chorizo cocinándose seguí mi camino y salí sin problemas. Al día siguiente leí en La Nación que La Doce, saliendo del estadio, se agarró a pedradas con la Policia Federal lo que demostró lo oportuno de mi decisión y la sapiencia de los principios de tribuna que les expliqué en el párrafo anterior.

Ese día, no encontre ningún otro kiosko y tuve que resignarme a almorzar un McDonalds (que en Buenos Aires presentan una hamburguesa sustancialmente mejor pero hacen extrañar inmensamente el delicioso sabor de las "cremas" y otras porquerías que le echamos acá).

Es en este punto donde recuerdo lo que dije en esta entrada sobre la extensión de los posts y donde me doy cuenta que éste se está extendiendo mucho por lo que ... ya lo continuaré en una siguiente entrada.

Habrá que tener paciencia. Digo, es un decir.

2 comentarios:

Milhoras dijo...

ajá antonjos de chorizos grandes,
Lo que no dices en sus decires es que los reparos tribuneros te los inculco un sabio procer olivdado.

y esta bien ser fiel a los principios sobre la brevedad de los posts pero sinceramente me ha dejado con el ausnto del chorizo a medias.... (feo hablar de chorizos)

:P

Jassy dijo...

jajaja si llevabas una mica del Cienciano ahi te hubiera querido ver shoooo pibe. ¿Que le paso al chorizo??