- Joder, Gonzalo, ¡me cago en tus muelas! ¿Cómo vas a poner en tu blog que yo no hablo ceceando? ¿Acaso te parece que tengo dejo, Cagüenlaostia? Que te tienes que rectificar, te digo. Te tienes que rectificar, chaval. Tienes que dejar de difamarme de esa manera y dejar también de tocarme los cojones que te voy a dar una que te vas a enterar.
-Ok, ok. Yo me rectifico, amigo, pero por favor ... deja de cagarte en mis muelas.
Y nada, macho. Que luego de ese diálogo - que reproduzco con fidelidad - no me queda otra que rectificarme.
El agente no tiene dejo. Digo, ... es un decir.
-Ok, ok. Yo me rectifico, amigo, pero por favor ... deja de cagarte en mis muelas.
Y nada, macho. Que luego de ese diálogo - que reproduzco con fidelidad - no me queda otra que rectificarme.
El agente no tiene dejo. Digo, ... es un decir.
2 comentarios:
dos cosas:
1. al revés: ceceo/seseo es lo que tenemos en latinoamérica.
2. no eres más cabrón porque todo tiene un límite y tú lo has alcanzado.
1. Procedo a corregir.
2. Como diría Dirk Diggler ... "todos tenemos un don especial".
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