Hoy dejé de ser uno más de los eternos pasajeros de taxi en Lima y pase a ser uno más de los que estarán gozando los atolladeros y embotellamientos de esta lindísima Ciudad de los Reyes.
Si, por fin tengo carro.
Veremos cuánto me dura la alegría. Digo, es un decir.
Si, por fin tengo carro.
Veremos cuánto me dura la alegría. Digo, es un decir.
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