lunes, 8 de enero de 2007

Pensamiento atrasado 1

Estuve muy atareado aseando mi pisito cuando me enteré que en Irak iban a ejecutar a Hussein. Vamos, desde que tengo 10 años, Saddam ha sido el némesis del mundo estadounidense. Reemplazado por unos años por el inubicable Bin Laden pero igual se las arregló para volver al primer plano. En los últimos dieciseis años, la culpa de todo la tenía Saddam.



Y debe ser muy probable que en realidad haya sido todo lo que dicen que fue. Ese no es el punto. El punto en realidad son dos:

  1. No considero que la pena de muerte arregle nada. La ejecución de Hussein no es un acto de reivindicación, de reintegración. Es un simple acto de venganza .... y morbo. Si, morbo. Morbo de ver al poderoso ahorcado, morbo de buscar en internet el videíto de la ejecución que un buen soldado apresuró gracias a su moderno celular. La pena de muerte siempre se queda reducida a un acto de morbo.
  2. Toda persona, por mas pérfida que haya sido tiene derecho a vivir. Que Saddam se hubiera pasado la vida enterrado en la misma zanja en la que lo encontraron camuflado por gasear kurdos hace dos décadas me hubiera parecido una sanción ejemplar. Pero, hasta donde yo sé nadie le dió a Hussein autorización para hacer eso, como no se la dieron a nadie para que lo cuelgue a Saddam.

Lo simpático es que, cuando matas, lo único que haces es elevar a la gente a categoría de mártir. Sobretodo cuando la historia aún está por escribirse. Llegará el día en que los yunaites ya no estarán en Irak, que los kurdos formen su propio país y que los iraquíes recuerden a Hussein como un lider heróico. Entonces, el criminal de hoy se volverá el prohombre del futuro. Algo así como Tupac Amaru pero quitandole lo autóctono y poniéndole un poco de gusto y arte oriental.

Imagínense señores, en el Eufrates, luego de Hamurabi, Hussein. Gracias, Dubya, no dejas de meter la pata. Digo, es un decir.

1 comentario:

Dragón del 96 dijo...

Sí, parece que hubieran colgado al asesino incorrecto.

Slaudos.