martes, 9 de enero de 2007

Pensamiento atrasado 3

Nunca le he agarrado el gusto a las canciones que la rompen en la radio. Aunque algunas veces, a fuerza de repetición, me sorprenda tarareando el sonsonete de alguna de ellas. Mis gustos musicales han estado mas bien sempiternamente alejados de todo lo que acoje el dial.

Y así me llegan a cansar las canciones. Especialmente aquellas que, por el exito rotundo que tienen en las radios masivas y por la locura que inician en sitios como el Palacio de la Cerveza, por ejemplo, terminan convertidas en jingle de comercial de chela. Luego viene el olvido de la canción de marras y el agradecimiento a esa situación, claro que el alivio de no escuchar mas la canción aquella se mezcla con el fastidio de escuchar otra nueva, la de moda, en cada esquina.

Una de esas canciones que aprendí a detestar me llevó también a huir del duo que la interpretaba. Y es que; pasando el hecho de que la bendita canción la soltaron en ritmo de pop, balada, rock, salsa, merengue y techno; tampoco me gustaba la vision del gordito y el flaquito que cantaban pujando. Exacto. Aun me resulta increible cómo, ante la necesidad de imprimirle "pasión" a la interpretación, este par no tenía mejor idea que ajustar el diafragma y acompañar la voz con la vibración caracteristica de ... en fin, ustedes me entienden.



¿Ven que si cantan sufriendo?


¿A que viene todo esto?

Pues a que en el bus de ida a Huancayo, se puso como musiquilla de fondo la bendita canción de la "sirena" y seguramente le machucaron también el botoncito de REPEAT por que sonó y sonó y sonó y el cantante pujó y pujó y pujó.

Aun sigo pensando que no era necesario tanto esfuerzo gastromuscular para ponerle pasión a la canción, sobre todo una canción tan baja. Lo que si fue una alegría fue llegar a Huancayo y bajarse del bus para escuchar cualquier cosa menos "Sirena". Durante el viaje de vuelta, en el bus pusieron un disco de karaoke (aún no entiendo por qué) y la primera canción que sonó fue ... Sirena. Felizmente era karaoke y ya no habían pujos. Pero igual, la cara del gordito ajustando mientras canta no la pude sacar de mi cabeza.

Necesito un psicoanálisis. Digo, es un decir.


5 comentarios:

Nam dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA
La música de los interprovinciales, si posteara acerca de eso sería una larga lista de anécdotas y no me preocuparía por estar hurgando detalles clínicos en mi cerebro.
A veces hay canciones que no son malas, pero las ponen tanto que ocurren dos cosas, o te terminan "gustando" o sea te acostumbras a escucharlas, hasta te sabes la letra y las inflexiones de voz, o les agarras un odio tal que quieres ahorcar al infame conductor del vehículo que te transporta solo con el fin de silenciar sus gustos musicales del momento.
No necesitas un psicoanálisis, necesitas tapones en los oídos mientras viajas o un reproductor de mp3 para contrarrestar la musiquita del carro.

Carlox dijo...

por eso me mantengo alejado de las radios.

y yo pensaba que eras cusqueño...

saludos chalo.

Dragón del 96 dijo...

Cuando me iba a Zuñiga escuchaba todo el repertorio de no sé quien.

uNA Y OTRA VEZ...
Una y otra vez...
una y otra vez...

es que la gente no se cansa. O no tienen mas casetes.

Slaudos.

Jen dijo...

los de sin bandera, digamos que viven cada canción... yo no sé si sufren o se están cagando... pero bueno xD

Imberbe_Muchacho dijo...

eres sirena
nananana ena
nananana ena
nananaan aaaaaaa ena!

Esa es la letra no?