El colmo de un abogado es lógicamente, perder del juicio.
Bueno, yo he perdido varios hasta ahora. Algunos cuantos también los he ganado. Digamos que eso me tiene sin cuidado.
Hoy me desperté totalmente harto. El dolor en el oido me hizo ver que el día había llegado que ya no podía seguir haciéndome al sueco. Que al toro hay que tomarlo por las astas. Ya llevaba semanas tomando ibuprofeno y haciéndome el valiente con la bendita muela del juicio que no me dejaba de reventar las esferas. Hoy no soporte más la situación y cargado de sueño y de valor, me fui al dentista.
Resultó pues que no sólo había que sacar la muela del juicio que molestaba sino que también había que sacar la de arriba, que ya no molestaba pero que había salido mal. Y que la fastidiosa no podía ser operada aún por que, inflamada como estaba ... recién el viernes.
Aprovechando el rush de entusiasmo que aún tenía, pagué mi operación, abrí la boca y tras siete minutos tuve mi muela envuelta en algodón y papel higiénico. Justo en medio de mi mano izquierda. Una afuera, falta otra.
A estas horas de la noche yo sigo bendiciendo la mano de cirujano del dentista que encontré. La operación fue rápida y totalmente indolora. Espero que la del viernes sea igual.
Por lo menos me gané con dos feriados esta semana. Ojalá no me los vayan a descontar. Digo, es un decir.
Bueno, yo he perdido varios hasta ahora. Algunos cuantos también los he ganado. Digamos que eso me tiene sin cuidado.
Hoy me desperté totalmente harto. El dolor en el oido me hizo ver que el día había llegado que ya no podía seguir haciéndome al sueco. Que al toro hay que tomarlo por las astas. Ya llevaba semanas tomando ibuprofeno y haciéndome el valiente con la bendita muela del juicio que no me dejaba de reventar las esferas. Hoy no soporte más la situación y cargado de sueño y de valor, me fui al dentista.
Resultó pues que no sólo había que sacar la muela del juicio que molestaba sino que también había que sacar la de arriba, que ya no molestaba pero que había salido mal. Y que la fastidiosa no podía ser operada aún por que, inflamada como estaba ... recién el viernes.
Aprovechando el rush de entusiasmo que aún tenía, pagué mi operación, abrí la boca y tras siete minutos tuve mi muela envuelta en algodón y papel higiénico. Justo en medio de mi mano izquierda. Una afuera, falta otra.
A estas horas de la noche yo sigo bendiciendo la mano de cirujano del dentista que encontré. La operación fue rápida y totalmente indolora. Espero que la del viernes sea igual.
Por lo menos me gané con dos feriados esta semana. Ojalá no me los vayan a descontar. Digo, es un decir.
1 comentario:
Que suerte has tenido... a mi hermana tuvieron que sacarle las 4 muelas del juicio el mismo dia y no sabes lo monstruosa que quedó la pobre durante varios dias... Yo por suerte he tenido la suerte que tienen pocos creo... NUNCA me salieron las muelas del juicio.
Saluditos :)
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