viernes, 25 de abril de 2008

Y no se cansa de demostrarlo.

A estas alturas del match ya todos sabemos que circular por el óvalo de Miraflores es una terrible odisea sin nombre. Como está en reparación la Avenida Arequipa todas las combis y todos los autos se agolpan en las primeras cuadras de Larco de tal manera que la división que hicieron (combis a la derecha y autos a la izquierda, lo que evita que los pobres mortales podamos tomar un taxi en esa avenida a no ser que queramos tomarlo en media pista con lo cual corres el peligro de volverte sordo por los claxons y que te pise un furibundo combista) resulta absolutamente futil.

En fin. Lo más lógico es no mover un dedo más por que si no, todo colapsa.

Bueno, en esas estamos ahora.

Hoy, mientras trabajaba de espaldas a la nueva vista miraflorina que me he procurado, escuché ruido de banda. Una marchita militar. Al voltear, levantar la persiana y fijarme, me dí de narices con lo surrealista. En una avenida Larco que, de por si es un caos, el imbécil del alcalde de Miraflores - imbécil según mi modesta opinión - no tuvo mejor idea que permitir que cierren toda esa avenida y hacer ... ¡¡¡¡un desfile cívico militar!!!!


¿Y todas las combis y autos que usualmente sufren por circular a esa hora por ahí? Pues que se vayan al carajo que para eso están las angostísimas avenidas La Paz y la calzada lateral del Paseo de la República.

Así, mientras en Larco suena la Marcha de Banderas (Arriba, arriba, arriba el Perú y su enseña gloriosa e inmortal) en La Paz suena la cuarta convención Asia-Pacífico del claxon.

Diganme ahora si mi "modesta opinión" no cae como anillo al dedo.

Pero ... ¿habráse visto? Digo, es un decir.

1 comentario:

Angélica Camacho dijo...

Bueno suponiendo que no lo sea con título a nombre de la nación está haciendo todos los méritos para graduarse muy pronto.