Harán ya varios meses, en virtud de una teoría que defendí respecto a la amistad entre hombres y mujeres, mis amigos me calificaron como un "misógino aprendiz de seductor", parafraseando a Sabina en Delirium Tremens (que canta junto con Fito Paez, pero eso es otro cantar).
Cuando una empresa busca un colaborador, siempre realiza muchos tests para poder encontrar al indicado. Hacen perfiles psicológicos, emocionales, profesionales, etc, etc, etc. Y escogen supuestamente al mejor, a quien tiene mas conocimiento y mas experiencia. Y es que el conocimiento es lo importante, lo esencial. Quien tiene el conocimiento tiene todas las posibilidades de ser la persona indicada.
Suele suceder cuando uno arma un rompecabezas, de esos dificilísimos, que uno busca y busca una pieza por toda la mesa. No la encuentra. Vuelve a buscar y buscar y no la encuentra. Luego de la desesperación, en un momento de calma y lucidez, ve que al costado de su mano derecha hay una pieza que, por la forma y el color, podría ser la que esta buscando. Luego la prueba y se da cuenta de que ha encontrado la pieza correcta, la que buscaba y que, vaya con las ironías, siempre la tuvo a mano.
A veces las cosas requieren tiempo. Todo toma su momento y la transformación de pupa a mariposa no se hace de un día a otro. Es por eso que los tiempos de espera, aunque parecen tiempo perdido, son en realidad un precioso lapso donde las cosas cambian, maduran, se definen, se delinean y se sinceran. El tiempo de maduración nunca es tiempo perdido, es quizá el tiempo mas importante de todos. Lo bonito es cuando no sabes que está transcurriendo y luego, cuando el producto sale a la luz, te maravillas de que debajo de varias capas de algúna sustancia haya crecido algo tan bueno.
Hoy yo, el "misógino aprendiz de seductor", he ganado una amiga, mi mejor amiga. Y no es un decir.
Cuando una empresa busca un colaborador, siempre realiza muchos tests para poder encontrar al indicado. Hacen perfiles psicológicos, emocionales, profesionales, etc, etc, etc. Y escogen supuestamente al mejor, a quien tiene mas conocimiento y mas experiencia. Y es que el conocimiento es lo importante, lo esencial. Quien tiene el conocimiento tiene todas las posibilidades de ser la persona indicada.
Suele suceder cuando uno arma un rompecabezas, de esos dificilísimos, que uno busca y busca una pieza por toda la mesa. No la encuentra. Vuelve a buscar y buscar y no la encuentra. Luego de la desesperación, en un momento de calma y lucidez, ve que al costado de su mano derecha hay una pieza que, por la forma y el color, podría ser la que esta buscando. Luego la prueba y se da cuenta de que ha encontrado la pieza correcta, la que buscaba y que, vaya con las ironías, siempre la tuvo a mano.
A veces las cosas requieren tiempo. Todo toma su momento y la transformación de pupa a mariposa no se hace de un día a otro. Es por eso que los tiempos de espera, aunque parecen tiempo perdido, son en realidad un precioso lapso donde las cosas cambian, maduran, se definen, se delinean y se sinceran. El tiempo de maduración nunca es tiempo perdido, es quizá el tiempo mas importante de todos. Lo bonito es cuando no sabes que está transcurriendo y luego, cuando el producto sale a la luz, te maravillas de que debajo de varias capas de algúna sustancia haya crecido algo tan bueno.
Hoy yo, el "misógino aprendiz de seductor", he ganado una amiga, mi mejor amiga. Y no es un decir.
2 comentarios:
Me alegro por ti! Ojalá yo también ganara algo importante así abriendo bien los ojos...
En realidad no la ganaste hoy. Es una deuda a la historia :)
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