lunes, 2 de octubre de 2006

No me parece.


Decidí decir lo que pienso y lo estoy haciendo. En todo. Hoy me enfrenté a mi jefe respecto a cómo plantear un tema de trabajo. El me presentó su opinión para que la piense y yo me iba a quedar callado y hacer lo de siempre que es hacer lo que él dice asi a mi no me parezca. Total el que asume la responsabilidad es él y si no sale, quien se enfrenta al cliente es él.

Pero no, parece que me estoy acostumbrando a decir lo que pienso. Y lo dije. "No me parece". Pequeño silencio. Me miró interesado. Y empecé a argumentar por que no me parecia y terminé con el comodín. "Ahora, si usted decide, lo hacemos como dice pero yo creo que no va a salir". Pequeño silencio. Mi miró interesado. Y volvio a la carga y me señaló su posición que equivocada no estaba, sólo que a mi no me convencía. Pequeño silencio. Lo miré interesado. Y volví a la carga y le señalé que no me parecía.

¿En qué quedó todo? Pues en que vamos a hacer ambas cosas pero la de él subordinada a que no salga lo que yo pienso que si va a salir. La conversación no fue tensa ni mucho menos, igual se le vió extrañado. Ojalá las cosas salgan por que si no voy a tener que comerme todas mis palabras. Digo, es un decir.

1 comentario:

Angélica Camacho dijo...

Nada mejor que hablarle así a los jefes para lograr su respeto. Bien hecho. Espero tengas suerte.