Tiempos difíciles ¿no? Digo, habíamos pasado de todo, cosas buenas, cosas malas. Ultimamente mas malas que buenas pero, nunca nada de qué preocuparse. Y yo no me preocupaba hasta hace unos días. También te he acompañado en tiempos bajos y luego, como toda la vida, te acompañé en la remontada. En los ultimos 15 años nunca has dejado de ocupar podio. Pero el sábado, mientras celebraba las últimas horas del gris cumpleaños que pasé sí me preocupé. Quise compartir contigo la alegría estancada que no había podido sacar hasta ese momento y me di cuenta que estabas muy debil, pálido, que tosías en cada respiro y que, caramba, estabas peor de lo que pensaba y que la remontada no estaba a la vuelta de la esquina como creía.
Esperé con ánimo el día de hoy. A pesar de las dificultades que pone el estar en la oficina, estuve pendiente de ti. Pensé que, ya abrigado y alejado de las corrientes de aire, ibas a tomar un poco de color. Algún esbozo de sonrisa, algún guiño. Pero no abriste los ojos. Seguiste acostado, pálido, temblando y sin saber que hacer. Y me di cuenta que, caray, la remontada está lejos, muy lejos.
Y es que lo que da no es preocupación ni desesperación. Es rabia. Rabia de saber que no hay que ser un genio para llevarte arriba. Que basta criterio y un poco de dedicación. Que mandarte a zona de descenso es como coger la Coca Cola y hacerla quebrar. Que eso ya no es mala suerte, es ineptitud total. Y que curioso ¿no? Hasta hace poco parecia que tu eras el único que estaba libre de ineptos. Se te podía decir de todo, que eres frio, que somos pocos, que no emocionamos, pero jamas se decía que tenias ineptos dentro tuyo.
Increíble por que se podría hacer tanto contigo y tanto por ti. Pero se veía venir. Desde la desfachatez de querer hacer un mamotreto con el uniforme que nos juntaba, de meterle colores mas relacionados a la empresa que a ti, de ponerte en segundo lugar, de hacer que semana a semana pierdas un poco mas de identidad, de ingratitud a los que te hicieron grande. ¿Cómo crees que iba a terminar todo eso? Y lo peor de todo es que aún no termina. Aún falta y no sé si se puede caer mas. Aún recuerdo cómo hace meses te desconocí y uní mi voz a la de los señores del medio para gritar que ese que estaba ahí, remedándote, no podías ser tu. Ese no eras tu.
En mi guardo la seguridad de que nunca nos han tumbado definitivamente. Que se viene la siguiente y ahí vendrás ya sano de tus heridas y demostrarás lo que sabes, lo que eres, lo que nunca vas a dejar de ser. Pero también guardo el temor de que eso no suceda. Total, yo pensaba que ibas a estar así ya por estas fechas y te veo, ¡ay!, tan débil.
Ahora te vas a mi patria chica. Mal futuro veo. Sinceramente pienso que te van a maltratar. Que vas a regresar peor de lo que estas yendo, para demostrarnos que eso es posible. Te prometo que voy a estar pendiente de ti. Y cuando regreses me juntaré a los que no podemos estar impasibles ante esta situación, aunque sólo seamos mil personas, y gritaremos con la misma fuerza con que gritamos tus campeonatos que ese débil, ese pusilánime no eres tú. No puedes ser tú, que lo que han hecho los ineptos que te tuvieron en las manos es cualquier cosa menos Cristal. Ese no es Cristal.
Esperé con ánimo el día de hoy. A pesar de las dificultades que pone el estar en la oficina, estuve pendiente de ti. Pensé que, ya abrigado y alejado de las corrientes de aire, ibas a tomar un poco de color. Algún esbozo de sonrisa, algún guiño. Pero no abriste los ojos. Seguiste acostado, pálido, temblando y sin saber que hacer. Y me di cuenta que, caray, la remontada está lejos, muy lejos.
Y es que lo que da no es preocupación ni desesperación. Es rabia. Rabia de saber que no hay que ser un genio para llevarte arriba. Que basta criterio y un poco de dedicación. Que mandarte a zona de descenso es como coger la Coca Cola y hacerla quebrar. Que eso ya no es mala suerte, es ineptitud total. Y que curioso ¿no? Hasta hace poco parecia que tu eras el único que estaba libre de ineptos. Se te podía decir de todo, que eres frio, que somos pocos, que no emocionamos, pero jamas se decía que tenias ineptos dentro tuyo.
Increíble por que se podría hacer tanto contigo y tanto por ti. Pero se veía venir. Desde la desfachatez de querer hacer un mamotreto con el uniforme que nos juntaba, de meterle colores mas relacionados a la empresa que a ti, de ponerte en segundo lugar, de hacer que semana a semana pierdas un poco mas de identidad, de ingratitud a los que te hicieron grande. ¿Cómo crees que iba a terminar todo eso? Y lo peor de todo es que aún no termina. Aún falta y no sé si se puede caer mas. Aún recuerdo cómo hace meses te desconocí y uní mi voz a la de los señores del medio para gritar que ese que estaba ahí, remedándote, no podías ser tu. Ese no eras tu.
En mi guardo la seguridad de que nunca nos han tumbado definitivamente. Que se viene la siguiente y ahí vendrás ya sano de tus heridas y demostrarás lo que sabes, lo que eres, lo que nunca vas a dejar de ser. Pero también guardo el temor de que eso no suceda. Total, yo pensaba que ibas a estar así ya por estas fechas y te veo, ¡ay!, tan débil.
Ahora te vas a mi patria chica. Mal futuro veo. Sinceramente pienso que te van a maltratar. Que vas a regresar peor de lo que estas yendo, para demostrarnos que eso es posible. Te prometo que voy a estar pendiente de ti. Y cuando regreses me juntaré a los que no podemos estar impasibles ante esta situación, aunque sólo seamos mil personas, y gritaremos con la misma fuerza con que gritamos tus campeonatos que ese débil, ese pusilánime no eres tú. No puedes ser tú, que lo que han hecho los ineptos que te tuvieron en las manos es cualquier cosa menos Cristal. Ese no es Cristal.
¡¡¡¡Ohhhhhh, ese no es Cristal.
no es Cristal, no es Cristal
ese no es Cristal!!!
no es Cristal, no es Cristal
ese no es Cristal!!!
4 comentarios:
Los de Cristal seremos menos que los de los equipos un tanto más tradicionales, pero nos sobra corazón... el mismo que sufre por ver al equipo tropezar cuando - con el plantel que tiene - debería arrasar. Pero los jugadores pasan, y el sentimiento queda. Queda.
La celeste aún tiene mucha gloria por delante, de eso no me cabe la menor duda.
salud!!!!
Cristal es uno de los equipos que se precian de hacer las cosas mejor.Y si,las hacen tan bien que nadie se da cuenta que los más mafiosos del fútbol peruano manejan esa dirigencia.
Saludos
Schatz
Hay q hacer fuerza nomás, tiene q pasar. Salud!
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