sábado, 29 de marzo de 2008

Clima tectónico.

Mucho renegaba mi madre, profesora de geografía, cuando alguien le venía a decir que el clima había cambiado - o iba a cambiar - por cualquier temblorcito de los muchos que sacuden este bendito país. Y es que en su lógica - que es también la mía - el desplazamiento de las placas tectónicas poco o nada tienen que ver con las estaciones o con los desplazamientos de masas de aire. Que entre las variables que determinan el clima no se encuentran los temblores.

Sin embargo, no voy a negar que existen cosas que uno todavía no llega a entender. Y que a veces la sabiduría popular suele achuntar cosas que las ciencias no se animan a responder.

Por eso no me sorprendí cuando, luego del ligero remezón de la 1 de la mañana de ayer, el comentario que se expandió fue: "Ahora sí, se acabó el verano". El cambio de clima - la llegada del otoño, diría mi madre - es inminente e irreversible luego del temblor. A pesar de ello, hoy es un día bastante soleado y caliente ¿eh?

Por eso, cuando el remezón de la mañana interrumpió mi sueño, me encontré divertido pensando: "Carajo, que con esto si que va a empezar a hacer frio".

Y para los curiosos, tomé el temblor de la misma forma que tomé los anteriores que me cogieron en la cama: ante la conciencia de que encima de mi cabeza se encuentra la ventana y ante la posibilidad de los vidrios se rompan, sólo atine a - sin siquiera abrir un ojo - jalar el edredón y taparme la cabeza mientras esperaba que termine y pueda seguir durmiendo. No pude, la inercia y las llamadas me condenaron a estar despierto.

Asi que, veremos si es cierto que la razón de ser del temblor fue el cambio de clima. ¿O será que se viene uno más grande? Digo, es un decir.

1 comentario:

Romy dijo...

Alucina que ahora mi intuición de bruja no me dice nada... Yo creo que fueron episodios aislados, porque hasta el agüita estuvo calmada.

Temblor de Lima, que le llaman.