Tacna siempre se me pareció un sitio simpático. Aún antes de que lo conozca y, luego de conocerlo, tambien. Es un sitio agradable. Se nota peruano y a pesar de estar tan lejos, uno se siente en su patria. Ademas, para mi Tacna era algo como el Far West de mi país. La última frontera para un peruano como yo que he vivido casi toda mi vida en el centro geográfico del país.
Ayer en la noche me sentí, por un momento, hincha acérrimo del Club Coronel Bolognesi tacneño y quise que el "Bolo" logre el buen empate que necesitaba para pasar a la tercera fase de la Copa Sudamericana. Claro, causando la eliminación de los chilenos del Colo Colo. No pudo.
Ayer, mientras salía para mi casa, me di cuenta de que, 127 años despues, Bolognesi sigue sin poder contra los chilenos. Digo, es un decir.
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