El día lunes falleció en Chiclayo Cucho Saavedra. Cucho Saavedra fue congresista, lo que en el Perú de hoy y de hace ya buenos años, no es ningún mérito. Mas bien es algo que se debería poner muy someramente en el currículum de uno. Claro, han habido 120 congresistas ¿cómo quieres que me acuerde de uno? me dirán ustedes. Pero les tengo la respuesta. Es que de éste se tienen que acordar y les aseguro que cuando todos seamos abuelos, aún vamos a seguir hablando de Cucho Saavedra.
Desde que me enteré de su fallecimiento, decidí hablar de Cucho en mi blog. Y no es que lo haya conocido ni a él ni a su labor congresal, de la cual ignoro todo detalle. Pero es que todos aquellos que hemos hablado de política peruana en algún momento hemos tenido que pensar en el buen Cucho ya que hasta ahora no entendemos (no entiendo) cómo es que pudo alguien ser o tan despistado o tener un lapsus liguae tan evidente. ¿Todavía no lo ubicas? Bueno, que frágil la memoria. Cucho Saavedra fue quien en julio del 2000 juramentó ante Tudela cumplir fielmente las labores de Congresista de la República que la nación le confirió. Lo peculiar es que el no juró por la patria. (ahhhhhh, ya te acuerdas) Juramentó por la plata y es que, caramba, mas que sinvergüenzería fue un acto de cabal hidalguía de reconocer que la principal razón por la que él, su familia y sus conocidos se alegraron de llegar al hemiciclo fue pues el jugoso sueldo que iba a recibir. De repente si salía elegido en estos tiempos de austeridad, hubiera juramentado por el Toledismo o por Chiclayo o por el Señor de Sipán, que tanta valía tienen como la plata.
No me alegro de su muerte, no podría hacerlo, en cierto modo la lamento por que, hasta donde me enteré, fue muy lamentable. Pero no puedo dejar de reconocer que falleció un personaje histórico que graficó el momento que se vivia en el Perú. Entre tanta corrupción y videítos, que una persona le diga al país que lo mas importante para él despues de Dios es la plata, sinceramente es como para reconocerlo. Hasta hay veces que pensé que Cucho no se equivocó debido al parecido de los fonemas (pa-tria vs. pla-ta), que lo hizo adrede en burla a los tránsfugas que llenaron ese fugaz congreso. Cucho se las traía.
Y repitiendo lo que dije más arriba, estoy seguro de que todos le hablaremos a nuestros nietos de Cucho, cuando esos muchachones nos comenten que sucia esta siendo la política peruana alla por el año 2050, nosotros le comentaremos en uno de los pocos arranques de lucidez que nos queden que "en mis tiempos un congresista juró por la plata" y sonreiremos ante la mirada de incredulidad de nuestra prole que considerarán imposible que alguien pueda haber tenido tal lapsus en un momento tan importante. Pero asi fue.
Adios Cucho. Totalmente opacado por el cazador de cocodrilos (que tambien murio ese mismo día y que recibió mas llanto y portadas) se fue un personaje histórico de quien seguiremos hablando mucho tiempo más. Digo, es un decir.
Desde que me enteré de su fallecimiento, decidí hablar de Cucho en mi blog. Y no es que lo haya conocido ni a él ni a su labor congresal, de la cual ignoro todo detalle. Pero es que todos aquellos que hemos hablado de política peruana en algún momento hemos tenido que pensar en el buen Cucho ya que hasta ahora no entendemos (no entiendo) cómo es que pudo alguien ser o tan despistado o tener un lapsus liguae tan evidente. ¿Todavía no lo ubicas? Bueno, que frágil la memoria. Cucho Saavedra fue quien en julio del 2000 juramentó ante Tudela cumplir fielmente las labores de Congresista de la República que la nación le confirió. Lo peculiar es que el no juró por la patria. (ahhhhhh, ya te acuerdas) Juramentó por la plata y es que, caramba, mas que sinvergüenzería fue un acto de cabal hidalguía de reconocer que la principal razón por la que él, su familia y sus conocidos se alegraron de llegar al hemiciclo fue pues el jugoso sueldo que iba a recibir. De repente si salía elegido en estos tiempos de austeridad, hubiera juramentado por el Toledismo o por Chiclayo o por el Señor de Sipán, que tanta valía tienen como la plata.
No me alegro de su muerte, no podría hacerlo, en cierto modo la lamento por que, hasta donde me enteré, fue muy lamentable. Pero no puedo dejar de reconocer que falleció un personaje histórico que graficó el momento que se vivia en el Perú. Entre tanta corrupción y videítos, que una persona le diga al país que lo mas importante para él despues de Dios es la plata, sinceramente es como para reconocerlo. Hasta hay veces que pensé que Cucho no se equivocó debido al parecido de los fonemas (pa-tria vs. pla-ta), que lo hizo adrede en burla a los tránsfugas que llenaron ese fugaz congreso. Cucho se las traía.
Y repitiendo lo que dije más arriba, estoy seguro de que todos le hablaremos a nuestros nietos de Cucho, cuando esos muchachones nos comenten que sucia esta siendo la política peruana alla por el año 2050, nosotros le comentaremos en uno de los pocos arranques de lucidez que nos queden que "en mis tiempos un congresista juró por la plata" y sonreiremos ante la mirada de incredulidad de nuestra prole que considerarán imposible que alguien pueda haber tenido tal lapsus en un momento tan importante. Pero asi fue.
Adios Cucho. Totalmente opacado por el cazador de cocodrilos (que tambien murio ese mismo día y que recibió mas llanto y portadas) se fue un personaje histórico de quien seguiremos hablando mucho tiempo más. Digo, es un decir.
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