miércoles, 14 de marzo de 2007

La referencia esperada

¿Nunca les pasó que estaban queriendo recordar algo en especial y de pronto, como puesto por una mano omnisciente, aparece ante su perdida mirada una referencia que resulta ser exactamente la adecuada para que recuerden lo que querían recordar?

El otro día iba en el taxi desde el centro de Lima a mi oficina cuando, no sé por razón de cuál de esos divagues que me raptan cuando hago ese viaje, me puse a pensar en los balones de gas y en la pegajosa propaganda radial de una de esas compañías envasadoras de gas que, a ritmo de negroide, cantan a voz en cuello el número de su central de pedidos. Bueno, la situación es que quise acordarme del bendito número y, aunque recordaba exactamente la tonadita, no recordaba la letra… o el número.

De pronto, dejé de ver hacia la derecha y moví la cabeza a la izquierda, hacia el carril central donde van los buses y vi uno de ellos. El detalle era que la publicidad que ese bus llevaba pintada en su carrocería era justamente la de la compañía de gas y ponía en letras grandotas el número que me estaba inquietando. Justo la referencia precisa.


Tener la certeza de ese número telefónico me alegró el viaje. Son esas pequeñas tonterías que causan la felicidad humana. Luego procedí a olvidarme del tema, je.

Lo que no sé es si la próxima vez que se me acabe el gas (lo que me sucede escasas dos veces al año) recuerde ese número. Digo, es un decir.

martes, 6 de marzo de 2007

Algo está pasando

Y tengo dos explicaciones:

O hay alguna maligna agrupación que se encarga de secuestrar inocentes señores y los encierra en una jaula para mantenerlos trabajando de taxistas durante muchas horas sin descanso por toda Lima.

O en esta ciudad hay tantos taxistas tan, pero tan peligrosos que el dueño del automovil o su propia familia han optado por enjaularlos para evitar que se coman a sus pasajeros.

En fin, creo que Lima es la única ciudad en el mundo donde los taxistas trabajan enjaulados, como si fueran unas fieras. Creo que algunos merecen que les den otra oportunidad.

Voto por la liberación de los taxistas!!!! Digo, es un decir.

martes, 27 de febrero de 2007

He made me an offer I couldn't refuse

Todas las mañanas me levanto a las siete. A veces lo hago a las seis. Prendo la terma y prendo el televisor, el PS2 y juego el vicio. Me he vuelto un mafioso. A veces llego tarde al trabajo por quedarme jugando hasta las 8 y algo. Le tengo que sacar el jugo, esta va a ser mi última semana como beneficiario de un siempre entrañable PS2. Como lo conté acá, el play es de mi hermano y como no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla, ya debo devolverlo.

Pero mi vicio se ha vuelto "El Padrino". Yo, que siempre he sido un confeso jugador de Winning Eleven (fútbol) aunque con mis limitaciones debido a la poca práctica, he encontrado en este juego: la felicidad. La trama es simple. Eres el matoncito de barrio que te incorporas a la familia Corleone y bala a bala vas tomando control de tooodo Nueva York. Yo ya terminé el juego y ando buscando completar todos los 100%, ojala pueda lograrlo antes de tener que devolver el aparato.

Cómo voy a extrañar al padrino. Digo, es un decir.

Flash


Me hubiera gustado estar mas tiempo. Pero no se podía, el sábado lo tuve copadísimo pero felizmente pude dar la visita de "chequeo". Me aparecí a tiro de dos y entré a saludar. Apareció Dragón quien se identificó como "el anfitrión" y conocí a Imberbe. Conocí también el tequila que mandó Truly, y pude saludar a Allan. Vi a Jen por ahí pero como estaba de lo mas contenta conversando, no me atreví a saludar. Mi nerviosismo no me permitió articular mas de dos frases juntas pero, así y todo, pude saludar a Leuzor.

El paso ligero me permitió, únicamente, posar la para la cámara de Dragón. Gracias a esa foto quedará respaldo al hecho de que no estoy mintiendo. Yo también estuve ahí.

Para la próxima prometo quedarme y no hacer la de Flash que llega y se va al toque. Digo, es un decir.

jueves, 22 de febrero de 2007

Hay que venderlo.

Si gran parte de la población nacional vive así


Entonces, es un claro símbolo de ostentación este edificio. Sabe Dios cuánto costará su mantenimiento. Cuánto costarán al país todos los conserjes, vigilantes, cocineros, mozos, electricistas y gasfiteros que trabajaran para mantener tamaño elefante blanco.


El presidente debe ser un presidente ciudadano, de a pié, que bien puede despachar desde una banca de la plaza de armas o desde la oficina de su casa. ¿Para qué necesita un palacio? ¿De que sirven mil metros cuadrados para una sóla persona?

¡¡¡Que se venda el Palacio de Gobierno!!!

Digo, es un decir.

miércoles, 21 de febrero de 2007

El gusto por la moda.

Cuando estaba en la universidad, ya casi en la mitad de la carrera, entró a la facultad una muchachilla. Simpatica, sí, pero tampoco muy simpática. La típica gringuita ¿capisci? Ahora, debe ser que a mi, personalmente, mis gustos no han ido mucho para las rubias sino que he preferido, mayormente, morenas. Sin desmerecer, claro. La cosa fue que en realidad esta muchachilla no me pareció absolutamente nada sacado de otro mundo, no era de las mas bonitas y ante mi sincera e inexperta mirada, debo reconocer, no me parecia que llamara mayormente la atención. Encima habían unos rollitos y una pancita que no pasan fácilmente en el cuerpo de aquellas que tientan el sitial de ser "la figurita" de una facultad universitaria.

Pero de pronto, el nombre de esta muchacha empezó a estar en boca de todos. Todos hablaban de ella y de la relación que empezó. De lo buena que estaba y cuando se hablaba de mujeres de la facultad, su nombre salía entre los primeros y la gente daba muestras de conformidad ante su invocación. Estaba de moda, por lo visto, y estaba de moda decir que a uno le gustaba ella. Se veía bien, era ver las cosas como todos y pensar igual que todos. Pertenecer al grupo.

Yo prefería guardar un perfil bajo, en el grupo era el que escuchaba mas que hablaba y así me enteré de esta situación. La siguiente vez que "la musa" se cruzó en mi camino, le mandé una mirada más curiosa que interesada y me di cuenta que mi primera impresión no estaba del todo erronea. Nada del otro mundo. Creí y creo que habían otras mujeres más simpáticas aún pero que no eran tan apreciadas por el grueso de la gente.

Ante ello, yo que no soy héroe ni rebelde sin causa, decidí guardar mi opinión y no decir ni pio.

Pero como este tipo de cosas no me quitaban el sueño, dejé a la muchachita y a su supuesta cohorte de admiradores y me dediqué a otra cosa.

No pasaron semanas de esta situación cuando, en un grupete reunido en una banca de la facultad, los muchachos empezaron a hablar de chicas. Y el nombre no fue mencionado. Sorprendido ante la omisión abrí la boca para contribuir a la conversación y eché al ruedo el nombre de la, hasta hace poco, figurita. Hubieron dos que tres que me miraron desaprobatoriamente y casi al unísono todos dijeron lo que yo pensaba desde un inicio y no dije.

De pronto ya no estaba de moda decir que ella estaba buena ni que era bonita. Al contrario, todos decían que no pasaba nada. Y yo quedé como el único pelotudo que pensaba que merecía mencionarse a la susodicha. Pero ... mas allá de eso a mi me quedó una cosa dando vueltas.

Estoy convencido que todas esas personas no se convencieron de la noche a la mañana que fulanita no era lo que se decía. Creo y sé que ellos pensaban, desde el inicio, lo mismo que yo. Pero bueno, alguien en algún lugar y en algún momento dijo que la muchacha estaba 10 puntos y nadie dijo nada, todos aceptaron la situación y se convirtieron en nuevos propagadores de la noticia. Pero un buen día, alguien en algún lugar dijo que la muchacha no era gran cosa y, de pronto, todos se liberaron y fueron sinceros consigo mismos, y con los demás. Ya no estaba de moda decir que era bonita. Ahora lo que se veía bien era decir lo contrario, esa era la forma cómo la veían y pensaban todos. Para pertenecer al grupo, ahora había que no decir que fulana era bonita. Y estoy seguro, también, que muchos de los que en realidad si gustaban de la muchacha, se unieron al grupo y negaron su opinion.

¿Quien determinaba las modas? Me pregunto. En fin, ya no es momento de detenerse a pensarlo, han pasado siete años.

Yo me defendí a rabiar desde el momento que me quisieron enrostrar cómo era posible que me gustara la muchacha. Señalé con mucha valía que en realidad no me gustaba, que a los que le gustaba era a ellos (aunque muchos lo negaron con total cinismo) y que yo sólo les seguí la corriente. Como lección, en materia de gustos, no volví a abrir la boca. Ni para apoyar ni para pedir apoyo.

Total, lo importante es que quien me guste, me guste a mi ¿no? Digo, es un decir.

martes, 20 de febrero de 2007

¿Acaso soy el único?

Bueno, la primera vez que reparé en su presencia y la ví, estaba bajo una débil luz verde que hacía reflejar sus ojos. A parte que no se le veía la cara mucho que digamos. Pero cuando complementé la curiosidad buscando una foto de la susodicha, en realidad me llevé un chasco.

Y es que, dueña de tal fama, yo esperaba alguna mujer simpática que me dejara con el aliento cortado o que mereciera, por lo menos, algun reconocimiento de sus bondades.

Pero no me mereció ni uno ni otro. Mas bien me parece fea. Demasiado flaca, con la quijada demasiado ancha, los labios muy grandes y la nariz medio torcida. Ojos verdes, eso si. Pero eso no es todo. A parte no tenía un cuerpo proporcionado sino mas bien "escatimador", por llamarlo de algún modo. Encima su vestuario no se acerca a lo "audaz" sino mas bien a lo estrafalario. Podía entender que se destacara por su apellido y por que, niña rica, tuviera el dinero suficiente para hacerse notar pero ... luego vi con sopresa que la tomaban por modelo y algunas personas que aparecían en televisión se referían a ella con el epíteto de "bella".

Y es que a mi, Paris Hilton, no me parece ni bella, ni atractiva ni nada de nada. Pero parece que soy el único por que la gente que habla de ella no hace mas que reventarle cohetes.



Ahora que lo pienso, tal vez si sea el único. Pero no me retracto. Digo, es un decir.

lunes, 19 de febrero de 2007

La delgada línea roja

Colgaba el teléfono luego de comentarle a un cliente que "no pude ver el tema por que he estado toda la semana pasada fuera de la ciudad". Las mentiras de ese tipo en mi profesión son cosas de todo el día, todos los días. Supongo que en las de todos. A punta de mentiras irrelevantes me voy ganando el infierno poco a poco. En fin.

Ese punto motivó la conversación. Y mi interlocutor me contaba que él tambien le miente a los clientes, le miente a su flaca e incluso le miente a su padre, pero sólo en temas de chamba.

- A él siempre le he dicho la verdad - dijo - "¿Dónde has estado?", preguntaba mi viejo y yo le respondía, "en la casa de fulanito". No me gusta que estes ahí, me jodía mi viejo, pero que chucha pues, ahí es donde estuve. Igual cuando me preguntaba a que hora llegué. "A las seis" le decía. Me puteaba pero a esa hora llegué, pues. ¿Qué le voy a decir? ¿Para qué le voy a mentir? En ese aspecto siempre he sido..."
-¿Sincero? - intenté completar yo.
-No, conchudo - me respondió con una sonrisa.

Me quedé pensando en la delgada línea que separa la sinceridad de la conchudez. Digo, es un decir.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Segundo Debut

La etapa caleta del 14 de febrero es que, se supone, es el día de la amistad. Pero claro, el mercado nos vende por los ojos que hay pasarlo con la patrona o el patrón. En ese sentido, como que ir donde tus patas y decirles "feliz día" suena medio raro. Sobretodo si todos tus patas son hombres.

En fin. Dejando esa reflexión en el aire, empiezo a lo que iba. Entre mis patas, los mas cercanos y con quienes comparto más cosas son dos. Y ahora nos hemos vuelto a juntar. Yo era el único que faltaba.

Hoy he hecho mi debut en el Debutante (2.0), a donde trasladaré algunas cositas que no entraban en este blog. Muchos de ustedes ya lo conocen y algunos lo visitan con frecuencia. Bueno, ahora yo también estaré por ahí.

Aunque siempre estaré acá. Una vez que acaben las vacaciones, claro. Digo, es un decir.

martes, 13 de febrero de 2007

Receso

No quiero escribir.

Esa es la verdad. Hoy me puse a ver que mi ritmo de posts en febrero ha bajado a límintes sólo comparables a cuando inicié el post y todavía andaba temeroso de lo que pudiera poner. Pensé que me encontraba frente a una nueva sequía, como la que me atacó en noviembre y que comenté acá pero veo que no es que no pueda escribir. Es que ya no quiero escribir.

Y no sé a que se deba. Creo que se debe a que no estoy leyendo nada ultimamente y la falta de lectura implica per se, falta de aliciente para la escritura. O tal vez que estoy ensimismado en mi día a día y no puedo ver las cosas rescatables y posteables. En fin.

Hay que reconocer las realidades y decirlas de frente. "Digo, es un decir" se fue de vacaciones. Ya lo habrán notado, supongo.

Espero regresar con fuerza, como antes. Digo, es un decir.

P.D. Hentzau, fue tu ultimo comentario el que me hizo postear esto. Que te vaya bien, donde quiera que estés.

Chiste viejo 3

Un gallego lee en el periódico:
"Alud mata a 100 personas"

Gallego: ¡Ostias! que malo es ese árabe.

jueves, 8 de febrero de 2007

Memeo

Hentzau, muy cordialmente, me pasó este meme hace ya algunos días. Se trataba de poner en el blog la imagen que es tu protector de escritorio. La idea tambien era que pase esta tarea a cinco incautos pero ... como ya casi todos lo han hecho, creo que carece de sentido seguir con esto.

Y es que en realidad me tardé en ponerla por dos razones. Primero, no sabía donde estaba el archivo de la imagen y, segundo, es una imagen tan desangelada que ... no merecería postearla.


La simple y anodina imagen de windows, ni siquiera me tome el trabajo de poner algo bonito. Lo se, que sota. Eso es acá en la oficina, en mi laptop tengo el escudo de mi esportin querido.

En realidad, a pesar de lo que pensaba Hentzau, las cosas turbias que escondo no están en mi protector de pantalla. Digo, es un decir.

viernes, 2 de febrero de 2007

Mentir con verdades

Gonzalo no tenía aún un año como abogado titulado. Sin embargo trabajaba haciendo todo lo mejor que podía, total ya llevaba los dos años de prácticas a cuestas y, en el mundo del derecho, habían muchas cosas que ya le habían develado sus secretos.

Gonzalo trabajaba aún en un sitio que es la némesis absoluta del GPOW. La fábrica textil ubicada en plena avenida Bolivar en Pueblo Libre y cuyo nombre no voy a mencionar por que yo sé cómo trabaja su área legal, tenía un pequeño problema con la empresa que transportaba sus pertrechos.

Gerente Generalazo: Doctor (dirigiéndose a otro abogado) tenemos un problema con esta empresa.
Abogado Warrior (Stinky mas que Warrior pero en fin): ¿Qué en serio lo fregaron a usted?
Gerente Generalazo: No, a mi no. Soy yo el que quiero hacer algo para no tener que pagarles los servicios que nos prestaron.
Abogado Warrior: No hay problema mi Gerente Generalazo, los demandamos de cualquier cosa.
Gerente Generalazo: Si, pero acá en Lima no por que no tenemos llegada.
Abogado Warrior: Ya, okey. Pero dígame ¿Dónde fue el chanchullo de ellos?
Gerente Generalazo: Ellos no tienen chanchullo, los que están haciendo la cochinada somos nosotros.
Abogado Warrior: Ok. Pero donde se firmó el contrato
Gerente Generalazo: Acá en Lima.
Abogado Warrior: Hummm ¿tienes oficina en Trujillo?
Gerente Generalazo: No, en Trujillo no tenemos oficina (tenía oficinas en todo el resto del país, por lo demás).
Abogado Warrior: Hummm ¿ellos tienen oficina en Trujillo?
Gerente Generalazo: No, ellos tampoco tienen oficina en Trujillo.
Abogado Warrior: Ah ya. Entonces demandamos en Trujillo.
Gerente Generalazo: ¿Seguro?
Abogado Warrior: Claro, yo en Trujillo saco lo que sea. ¿Estas seguro que no necesitas nada más?
Gerente Generalazo: ¿No será mejor Andahuaylas?
Abogado Warrior: No hombre, ya te estoy diciendo que yo en Trujillo saco lo que me plazca.
Gerente Generalazo: Ok. Doctora asistente de gerencia (que para mas luces era mi jefa) por favor, encarguele ésto a alguien.
Doctora: Gonzalo preparate la demanda de este embrollo para presentarla en Trujillo
Gonzalo: Disculpe, Doctora estaba distraído y me pareció escucharle decir "Trujillo".
Doctora: Asi es.
Gonzalo: Pero si el tema es acá, si ninguno de los dos está en Trujillo, eso nos lo van a chotear rapidisimo.
Doctora: Gonzalo, tu escribe, no pienses. Ya tenemos al Abogado Warrior que pensó por todos nosotros.

Dias despues Gonzalo terminó su demanda pero ... con tanto chanchullo y componenda, a Gonzalo le faltaba un documento que debía ser legalizado por Notario Público. El problema es que la legalización debía tener la fecha de hacía cuatro días.

Gonzalo: Doctora (a su jefa) tengo este problema.
Doctora: Pues habla con el notario y explicalé la situación
Gonzalo: ¿Le explico que necesitamos un documento legalizado de fecha anterior para meterle la yuca a una empresa a la que no queremos pagarle por sus servicios y por ello la vamos a demandar de cualquier tontería ante un juzgado que no es competente pero que ya tenemos todo arreglado para que la friegue igual?
Paternal doctora: No, corazón, sólo pídele por favor.
Gonzalo: Ya le pedí, nos dijo que a nosotros no nos hace mas esos favores por que nos estamos pasando de pendejos.
Doctora: Uy y ahora cómo lo vas a resolver.
Gonzalo: Bueno, como ya estamos en cochinadas, nos irémos a Azángaro para una legalización de cinco luquitas ¿no?
Enfurecida e indignada doctora: ¿Estas loco? ¿Qué te pasa Gonzalo? ¿Dónde crees que estas? ¡¡¡Nosotros no trabajamos así!!! Eso es mentir, es fraude. La política de la empresa no es trabajar así. ¡Avergüenzate!, ¡Sientete mal! y no quiero que vuelvas a proponer jamás nada reñido con la moral.
Gonzalo: Disculpe doctora. Es sólo que como estoy preparandome una demanda que vamos a presentar y sacar vulnerando todos los principios básicos de lo que es un juicio civil, pensé que una raya más al tigre no importaba. Mire usted a qué hora me vengo a enterar que lo Usted quiere es mentir pero con verdades.

Meses despues renuncié por que no llegué a entender la política de la empresa. Digo, es un decir.

Ayer

Ayer llegué de Chimbote nuevamente y conmigo vino la felicidad, que me tuvo despierto hasta las cinco de la mañana. A pesar de casi no haber dormido, me siento lleno de vigor y muy feliz, capaz de volver a pasar una noche igual. O quizá mas larga ya que, como mañana no tengo que trabajar, nada me impide quedarme de sol a sol.

Ayer mi hermano me prestó su Play 2 y yo jugué y jugué y jugué y jugué y seguí jugando.

Y pienso seguir haciéndolo.

Que felicidad.

jueves, 1 de febrero de 2007

Mas de viajes

Heme aquí, nuevamente en el terminal de la ciudad de Chimbote dispuesto a tomar mi bus que me lleve a Lima, de vuelta a mi casa y a mi cama, en la que espero echarme apenas pise mi cubil.

Estoy pensando seriamente en alquilarme un depa acá en Chimbote, así no voy a sentirme tan extraño en esta ciudad que visito con tanta regularidad. Por lo menos ya me conocen en los sitios donde almuerzo y desayuno. Ahí está el patín de los jueves, supongo que dirán.

A pesar que no he sido ajeno a los viajes, creo que nunca como este mes de enero que acaba de terminar he estado tantas veces en un bus. Lo que me recuerda el viaje del año 2000. Para junio del 2000 hacían ya seis años que no iba a Cusco y ya empezaba a extrañar. Un día de esos, en el estudio en que practicaba, me mandaron al Banco de Crédito y mientras esperaba sentado a que aparezca mi número en la pantalla, ésta se pasó un clip de la plaza de armas del Cusco. Luego de verlo tomé una determinación. "Este año no termina sin que me vaya al Cusco". Busqué quorum entre mis amigos pero, como es clásico en ellos, "arrugaron como locas". Así que no me quedó otra que planear el viaje sólo.

A pesar que tenía ya 20 años, los únicos viajes sólo que había realizado eran los que me llevaban y traían de Huancayo. Y aunque irse de viaje no es una "gran y peligrosa hazaña", igual me imaginé que podría enfrentarme a la reticencia de mi madre, mi padre y mis hermanos. La sobreprotección al menor, se entenderá.

Por el contrario, si bien la idea no entusiasmó, tampoco encontré trabas. Mas bien encontré auspicios. Mis hermanos se portaron con 50 cocos cada uno y mi viejo con algunas fichas. Mi madre por otro lado me procuró el pasaje de vuelta (por avión). Ahora que me pongo a pensarlo, así resulta sumamente fácil irse de viaje. Pero la historia que merece la pena recordar no es esa sino lo que fué el viaje por tierra.

Decidí que el pasaje de ida lo iba a pagar con mis ahorros y, en el año 2000, éstos a las justas me alcanzaban para comprarlo en el buen Cruz del Sur (que a medida que voy escribiendo estos posts me voy dando cuenta que me ha acompañado mucho tiempo. Y pensar que alguna vez tuve que ponerles una demanda bien cochina que, según me enteré, sigue en trámite en algún juzgado comercial de Lima). El viaje implicaba un trasbordo en la ciudad de Arequipa. Mi viejita jura y rejura que yo conocía Arequipa ya que, cuando tenía tres años, fuimos todos. Lo que no tiene en consideración es que yo, de esa época, recuerdo un pomo.

El viaje se inició un 31 de agosto a las cinco de la tarde. Casi no llego a la salida del bus y pensar que había solicitado que me esperen en el terminal para que me despidan. Hasta ese momento, nunca había pasado mas de ocho horas en un bus, por lo que el viaje a Arequipa se me hacía novedoso. El plan era el siguiente: Salía a las cinco de la tarde de Lima, llegaba a las ocho a Arequipa (según me rejuraron en la agencia). A las ocho y media tomaba el trasborto a Cusco a donde llegaba a tiro de nueve o diez de la noche. El carro llegó a Arequipa a las nueve y media.

Eso implicó que perdiera el trasbordo, lo que me permitió contar con algunas horas para conocer algo de Arequipa. Algo conocí. El siguiente carro a Cusco salía a las cinco de la tarde. Esperaba un cumplidor bus semi-cama igual al que me llevó a Arequipa pero me encontré con un desvencijado bus de asientos "reclinables" (ni siquera llegaba a calificar como semi-cama). El problema no es que yo sea un comodín (que con los años lo fui siendo) sino que la longitud de mis piernas hacía que yo sufriera en los angostos asientos reclinables de ese carrito. A las dos horas de viaje y en medio del yermo paisaje Arequipeño (una vez que dejas la campiña, Arequipa se torna un departamento mas bien opaco con extensas excepciones, felizmente) la desesperación empezó a cundir en mi. Sentados adelante mío, unos buenos gringos mochileros tomaban muy alegremente ron en la tapita de la chata, impregnando con el dulzón olor todo el carro. El bus paró en cada humilde aldehuela que se encontraba en el camino. Empezó a subir gente que viajó parada. Una persona subió con dos carneros amarrados que se quejaban a cada bache. Me empezó a dar soroche (a mi que viví en sierra la mitad de mi vida) y el aire que entraba por la rendija que dejé abierta era sinceramente gélido. Si a eso le sumamos que el asiento de adelante mío, al reclinarse, se apoyaba en mis rodillas y que mi propio asiento, al reclinarlo, no hacía sino aumentar la presión sobre las mismas; se entenderá que fue el viaje mas incómodo que tuve.

En algún momento de la larga noche, y antes de que pidiera a gritos "que pare el bus que me quiero bajar en este mismo punto olvidado de Dios", prendí mi walkman y puse al buen Rubén Blades. El casé me lo conocía de memoria pues lo había escuchado ene veces. Yo sabía muy bien que despues de "Cuentas del Alma" empalmaba con "Manuela". Así, escuchando "Cuentas del Alma" asumí que el viaje terminaría en algún momento, que no no me iba a morir y que o me dormía o me desmayaba pero llegaría a Cusco y nunca mas me subiría a un servicio "Ideal" de Cruz del Sur. Cerré los ojos y, cuando los abrí, sonaba "Manuela". Lástima - pensé - no dormí nada. Pero al ver la luz del amanecer y verificar mi reloj di cuenta que no había sido sólo una pestañeada de una canción a otra sino que me había dormido - o desmayado - durante tres horas, es decir, tres vueltas enteras del casé. La llegada a Cusco se me hizo sublime y el viaje de vuelta en avión, mucho más.

Hoy tenía que salir de Chimbote a la una en punto en mi cumplidor servicio Cruzero - el de la poltrona - pero el carro se malogró. Me ofrecieron salir a la 1:30 en el carro del servicio "Ideal". Son las 2:05, estoy esperando el Cruzero que sale a las 2:30. Prometí a mis piernas no volver a treparme a un "Ideal" y, hombre, hay algunas promesas que yo siempre voy a cumplir. Digo, es un decir.

martes, 30 de enero de 2007

Wolfowitz

Yo creí que se trataba de una nueva moda, que los diseñadores de ropa italianos habían decidido apostar por un nuevo modelo de medias para alpargatas. Luego me enteré que no se trataba de ninguna moda.

Ver al presidente del Banco Mundial, un señor que ganará en un mes lo que yo no he logrado ver junto en todo lo que llevo trabajando, con sendos huecos en ambas medias me sacó una sonrisa.


Vamos, es evidente que el descuido de este personaje es terrible y es asi que asoman también las manchas en su pierna izquierda.

Ahora, cuando vi la noticia entera el nombre me quedó dando vueltas. "¿Dónde había visto otra cosa de este Wolfowitz?" - preguntaba tratando de recordar. Hasta que recordé.

Hace unos años, Michael Moore presentó su película "Farenheit 9/11". Buen documental aunque personalmente me pareció no tan buena como las otras que había ya hecho Moore. Igual la fui a ver apenas se estrenó y, entre las tomas finales, pasaba varios gags protagonizados por, en ese entonces, miembros de la administración Bush. Entre ellos apareció el señor Paul Wolfowitz (sub-secretario de defensa gringo) quien, mientras esperaba el inicio de la entrevista en las afueras del Capitolio, se peinaba el rebelde pelo con la mano. Todo normal.

Sin embargo ese fue el momento en que apareció sobre su cabeza el "mechón rebelde", aquel que no se logra aplacar por mas que pases peine, cepillo, mano, agua, laca o cuanto producto exista. Simplemente el "mechón rebelde" no se pone en su sitio. Y eso pareció darse cuenta Wolfowitz quien, ya cansado de pasar y repasar el peine, no tuvo mejor idea que llevar el instrumento (que se lo había pasado varias veces por los cabellos) a la boca, darle una suculenta chupada y volver a pasarselo por la cabeza. Luego culminó dándole una buena lamida a la palma de su mano derecha para pasarla tambien sobre el "mechón rebelde".

El "mechón rebelde" se terminó aplacando (tal vez de vergüenza) lo que motivó la candorosa sonrisa de Wolfowitz quien no era consciente de que todo ese arreglo capilar había sido captado por la bendita cámara y que, meses despues, sería pasado a todo el mundo gracias a Michael Moore.

Wolfowitz no es un personaje que sea muy conocido fuera de su país. Aunque dentro de él es un personaje recurrente de tiras cómicas.


Sin embargo, lo visto me permite sacar conclusiones que el actual Presidente del Banco Mundial es un sujeto de cuestionable higiene. Menos mal que no es francés, si no imagínense. Digo, es un decir.

lunes, 29 de enero de 2007

"Entre películas y bostezos" o "Todo lo que uno vive en recurrentes viajes entre Lima y Chimbote".

La semana pasada mi jefe me volvió a mandar a Chimbote. He ido dos veces en las últimas dos semanas y el pronóstico del tiempo señala que posiblemente vaya una tercera vez en esta tercera semana. Esta regularidad de viajes ha causado que ya en el estudio la gente me empiece a gastar bromas. "Cada vez que te portas mal, te mandan a Chimbote" dicen y yo empiezo a creer que tienen razón. Esta última vez sólo me mandaron por medio día. Salí a la medianoche y regresé a la una. Tal vez si me vuelvo a portar mal me mandan otra vez por día y medio ... o quizá por dos.

Desde que estaba en la universidad y tenía que viajar a Huancayo en algún momento, aprendí a desconectarme en los viajes. Es decir, a mi me gusta viajar, pero durante el tiempo que paso dentro del bus se activa en mi un mecanismo como de "hibernación" que hace que se reduzcan mis señales de actividad y me limito a vegetar durante las horas que tengo que pasar ahí. Esa táctica me ha dado resultados y miren que me he ido hasta Tumbes y Tacna respectivamente.

Lo que si me resulta un fastidio es que yo no duermo bien en los viajes. Siempre he admirado y envidiado a aquellas personas que caen dormidas ni bien el carro empieza a moverse y no se despiertan en toooooodo el viaje. Tambien las he odiado. Especialmente a las que roncan. Pero en el fondo, a mi tambien me gustaría poder dormirme de un sólo tirón las seis horas de viaje que me toma irme a Chimbote.

Recuerdo viajes imposibles, pero serán motivo de otros posts. Lo que si debo reconocer es que el servicio Cruzero de Cruz del Sur, en el primer piso, es sumamente cómodo. Hace dos semanas me fui, tanto de ida como de vuelta, cómodamente sentado en una poltrona (que supero a lo que conocía como "asiento de bus") del primer piso del bus y sinceramente es de lo mejor que existe. Por eso mismo sentí un gran desencanto cuando Rosita, la secretaria de la oficina, me comunicó que para el viaje de la semana pasada no pudo conseguir asiento (o poltrona) en el primer piso. Caballero tuve que viajar en el segundo piso que no es precisamente incómodo pero ... en comparación con los asientos del primer piso, si causan cierta nostalgia.

El viaje empezó a media noche. Al bus lo acababan de limpiar y aún tenía a toda potencia el olor del desinfectante ese que le echan para limpiarlo. Sencillamente desagradable, aunque supongo que mas desagradable sería entrar al bus sin limpiar y enfrentarse al aroma de la cincuentena de personas que estuvieron metidas en ese tubo durante varias horas. Con ese pensamiento, el olor del desinfectante se hace menos desagradable.

A mi costado se sentó un señor flaco, lo que resultaba un punto a favor por que los gorditos ... esos si incomodan un poco. Lo único que pedí es que no roncara. Increiblemente caí rendido rápidamente, entre sueños escuché los lamentos de alguien por el cuarto gol que recibía mi esportin querido aunque me negué a creer. Luego de un pequeño ataque de desesperación y claustrofobia muy bien retenido, las tinieblas se apoderaron de mi y me llevaron a los brazos de Morfeo quien, supongo, habrá tenido que hacerse también el viaje de Lima a Chimbote para mantenerme en ellos. Me desperté una vez en medio de la oscuridad y al fondo del camino vi luces. "Chimbote" - pensé. Pero al ver el reloj y comprobar que recíen eran las dos y algo mas me di cuenta que, en el mejor de los casos, sólo sería Barranca. Seguí durmiendo.

Me volví a despertar a las cinco y media. "Ya voy a llegar, pensé". Me volví a dormir. Recién llegue a las 6 y 30 de la mañana. Lo primero que pregunté al taxista es cómo había quedado mi esportin querido. La mofa por los cinco goles no se hizo esperar. Mientras pasabamos por el bonito estadio que está construyendo la Municipalidad de Chimbote, con capacidad para 30 mil personas y que estaba pensado para acoger al Gálvez este año en primera división, el taxista me hablaba de lo mal que había estado el Cristal, despertando mi incredulidad, mi tristeza y mi piconería. Asi que me puse a hablar del Galvez ("Si, que mal. Pero peor está el Galvez".) con lo que el taxista (talvez hincha del Galvez) reconoció el tema y dejó al esportin tranquilo.

Mexicanos infelices. Nos metieron todos los goles que tenían para meternos. No se guardaron ni uno solo los muy ... pinches, para utilizar una palabra de su propio idioma. En fin.

La vuelta fue menos dormilona. Aunque también dormi. Luego de cumplir con mi cometido laboral y empujarme un cumplidor cevichito que ya reportaré en Sazón Urbana, estuve a la una en punto dispuesto a tomar mi bus de regreso. El bus, que venía desde Chiclayo, recién llegó a las 2 y el embarque se hizo 20 minutos despues por que el personal del terminal estaba almorzando. Se piteó, se reclamó y se subió. Primera alegria del viaje: no había nadie sentado en el asiento de mi costado, osea que tuve los dos asientos para mi solito.

En lo que va del mes he viajado seis veces por Cruz del Sur (ida y vuelta a Huancayo e ida y vuelta a Chimbote dos veces). Esta empresa te pone videos como todas ¿ok? Pero tambien te pone su video "Tour Perú" que ella misma produce y que sólo tiene propaganda de si misma ... y de Cable Mágico. Lo que pasa es que, a la cuarta vez, ya me sabía el videíto de memoria. Y vamos que te lo ponen justo en la hora del almuerzo y entre vianda y vianda no te queda otra que soplarte todo "Tour Perú". Por ahí me comentaron que CdS produce un "Tour Perú" para cada mes pero que, a veces, siguen trasnmitiendo el mismo durante meses. Ojalá lo cambién, si vuelvo a ver ese video estoy seguro que me va a volver a dar el bendito mareo que me daba cuando era chiquillo y que en tantos aprietos ponía a mi mamá, mi papá, mis hermanos y todo aquel incauto que viajaba conmigo. Segunda alegría del viaje: el disco de "Tour Perú" se malogró a los tres minutos y nos ahorraron el trámite de tener que volver a verlo.

CdS dice que, revalorizando el Perú, en sus almuerzos propone la "cocina novoandina". Yo no se si será verdadera cocina novoandina, pero el arroz chaufa que me sirvieron tenía la pinta mas triste que he visto en un chaufa en todo el tiempo que llevo chaufeando, que no es poco. Aunque debo reconocer que, a desmedro del unico hotdogcito que lo adornaba, estaba mas bien sabroso y que, luego de la foto, no duró mucho tiempo mas.


El resto del viaje pasó normal, a no ser por las llamadas de la oficina que, sin piedad, me avisaban que al día siguiente debía estar temprano en Palacio de Justicia para averigüar de qué callada manera es que se nos están cayendo los procesos.

Al día siguiente me llamaron de CdS para hacerme una encuesta y preguntarme sobre la calidad del servicio. Como premio de hicieron pasajero frecuente y ya estoy acumulando puntos que me valdrán para canjear futuros pasajes por toooooodo el Perú. Lo único que tengo seguro al respecto es que esos puntos no se van a transformar, de ninguna manera, en un pasaje a Chimbote. Digo, es un decir.

Foto atrasada


Esta es la foto que correspondía a esta entrada. Aunque no lo crean, ahí habían 32 notificaciones. Nótese en la pantalla de la computadora que yo estaba, mientras tanto, revisando mis comentarios de este blog.

Recien la descargué hoy del celular.

Fotolog

Hoy vamos a fotologearnos.

Y mando algunas fotitos interesantes que me mandaron.









La que mas me alucina es la del paradero, me gustaría tomarme una foto ahí para ver qué tal salgo.

Bien dicen que una imagen vale mas que mil palabras, osea que acá fácil tengo como 8000 palabras que serían un rollo terriblemente largo. Digo, es un decir.

viernes, 26 de enero de 2007

Primer enojo del día - Parte 2

A ver, recapitulemos. Abro los ojos. Prendo el televisor. Me levanto, voy al baño y prendo la terma. Saco el burro, saco la plancha. Sirvo un vaso de jugo y lo voy tomando mientras plancho lo que me voy a poner en el día. Termino de ver Central Deportiva y pongo alguno de los magazines (que no noticieros) que dan en el cuatro o en el cinco. Los pongo principalmente para ver algo de los accidentes de la noche, alguna microondas intrascendente o para que los bloques de espectáculos causen en mi el efecto de apurarme para irme mas rápido. Lastimosamente tambien me tengo que soplar las tandas comerciales.

Ya no soporto el comercial de Cicex. La empalagosa melodía y las angelicales caras despiertan en mi al psicópata que todos tenemos dentro.

A partir de mañana mejor he de ver los infomerciales. Digo, es un decir.

miércoles, 24 de enero de 2007

Videíto

Y es que supongo que a veces debe ser muy aburrido ir al sauna. Digo, es un decir

martes, 23 de enero de 2007

Memito

En el blog de Diva encontré esta tareita blogsística y decidí hacerla. Me convenció sobre todo por que tiene que ver con libros.

Instrucciones:
1. Agarra el libro que tengas más cerquita.
2. Anda hasta la página 123.
3. Dirígete a la 5ta oración.
4. Copia las siguientes tres oraciones y publícalas en tu blog.
5. Nombre de libro y autor y pónle la tarea a otros tres cristianos.

Así dice mi texto:

Los Auxiliares jurisdiccionales y los Organos de auxilio judicial pueden ser recusados por las causales contenidas en los Artículos 305º y 307º que les sean aplicables. Asimismo, tienen el deber de abstenerse si se encuentran afectados por alguna de las causales de impedimento.
La recusación se formulará ante el Juez o la Sala respectiva, deviendo tramitarse conforme a lo dispuesto en el Artículo 310º, en lo que fuera aplicable.


Hummm. Creo que no es muy divertido hacer esto cuando el libro que tienes mas cerquita es el Código Procesal Civil. Digo, es un decir.

P.D. El libro no tiene autor y no le voy a pasar la tarea sólo a tres cristianos sino a todo aquel que desee y que tenga cerquita cerquita un libro que si valga la pena.Sigo diciendo, es sólo un decir.

lunes, 22 de enero de 2007

Exactamente el mismo sabor

La publicidad de ésta compañía ha sido fuerte. Asi que decidí tomar la nueva


por que decían que sabe igual a

Y no nos podemos quejar, no nos han mentido. La nueva Coca Cola Zero sabe igual que la
Digo, es un decir.

El regreso

No estuve en la oficina desde el día miércoles a las siete y media de la noche cuando, algo apresurado, apagué la computadora para continuar con la parte mas agradable que compone mi día. Mas tarde, ese mismo día, me fuí a Chimbote.

Jueves y Viernes no hubo nadie en mi sitio. Usualmente eso implicaría que se acumule polvo. Se acumularon papeles.

Hoy regresé, saludé a la secretaria, saludé a los doctores y me asomé a mi sitio. Treinta y dos, si, treinta y dos notificaciones gustamente me hicieron recordar que estuve dos días ausente. Eso y los 27 correos. Primorosamente ordenados, eso si.

La foto de mi escritorio se las paso cuando la baje del celular.

No me queda otra que ponerme a trabajar. Asi que dejaré los posts para despues.

Digo, es un decir.

jueves, 18 de enero de 2007

Chimbote


Es la tercera vez que vengo a Chimbote. Y esta vez vine por la misma razón por lo que lo hice las veces anteriores: trabajo.

En los dos últimos años, debo reconocer, el trabajo me ha requerido viajar. Y he viajado, mucho. He ampliado mis fronteras y he llegado a conocer mas Perú que antes. Eso me tiene feliz.

¿Qué puedo decir de Chimbote? Pues me parece un Huancayo pero con mar. La ciudad no es bonita pero si hay harto movimiento. Sin embargo es el típico lugar en el que, si no tienes algo que hacer, la pasarias muy mal. No hay cine, no hay playa, las diversiones son mínimas. Por lo menos las diurnas, las nocturnas no las conozco.

Me decían de Chimbote que era una ciudad cuya principal característica era el omnipresente olor a harina de pescado y el calor. El calor es evidente. Pero en lo relativo al olor, en eso si se equivocaron. Definitivamente, Chimbote huele mejor de lo que me esperaba.

Ya me quiero ir. Digo, es un decir.

martes, 16 de enero de 2007

Ineptiabank

Fue el 2002 cuando, ante la perspectiva de que mis ingresos empezarían a tomar una regularidad agradable, decidí abrir una cuenta bancaria. En realidad ya teniá una en el Banco Continental que fue el "cordón umbilical" económico que me unió con mis padres durante tooooooda la universidad. No obstante nunca le agarré mucha simpatía al Continental. Principalmente debido a que sus comisiones eran muy altas y competían conmigo en el apresurado intento de aprovechar la mayor cantidad del giro paterno.

Asi que, para abrir mi cuenta, busqué un banco distinto. Y lo encontré. Conseguí una cuenta "crece ahorro", donde no te cobraban mantenimiento, en el ya desaparecido Banco Wiese. Esa cuenta fue testigo de mis vaivenes económocos en los últimos cuatro años. Alojó mis bonanzas y sufrió conmigo mis faltas de liquidez.

Tal era mi complementación con la dichosa cuenta, que el año pasado decidí inscribirme en el debito automático que ofrecía el banco para poder pagar, sin tener que preocuparme del tema, el servicio telefónico de la que entonces era mi casa. Ese débito automático funcionó regular nomás ya que hubo un mes que inexplicablemente no se cobró lo que debía cobrarse.

En noviembre, una semana antes de mudarme, me acerqué a una oficina del actual Scotiabank y frente al señor de la plataforma de atención, escribí de puño y letra una solicitud para que el banco me desactive el débito automático porque, como ya no viviría en la casa, carecía de sentido que siga pagando ese servicio. El atento señor me dijo que en 48 horas desactivaría el tema pero ... que de repente podrían cobrar el recibo del 15 de diciembre próximo, que eso dependería del sistema de telefónica, principalmente.

Han pasado dos meses y el banco me ha descontado con estricta puntualidad el monto del servicio telefónico. En diciembre no me pareció tan grave, total me habían advertido del peligro. Además que era un monto pequeñín, nada grave. Sin embargo, ¿enero? Eso ya me parecia adrede.

Llamé al banco y la señorita me comentó que la desactivación del débito automático podría tomar de 2 hasta 42 días. Es decir, podrían hacerlo en 2, pero lo hacen en 42. Y ¿mientras tanto? Mientras tanto me obligan a mi a pagar un servicio que no utilizo. Y digo yo, menos mal que en la casa aún vive mi hermano y con él me puedo entender tranquilamente pero .... ¿qué pasaría si en la casa que dejé ya no vive sino un completo desconocido? ¿Acaso tendría que ir donde ese completo desconocido y decirle: el banco me hizo pagar tu telefono así que me tienes que devolver 300 soles?

Ah! claro, es que el banco se cuido de señalarme que no podía devolverme mi dinero porque el tema no fue una transacción interna del banco (el banco ya no tiene mi plata) sino que lo tiene Telefónica y tendría que reclamar allá. Y todos sabemos cómo es reclamarle algo a Telefónica. En todo caso, legalmente, lo que hubo fue un pago indebido y lo que la ley me reconoce es todo el derecho de ir donde el tercero beneficiado y pedirle que me de lo que yo pagué por él. Eso esta normal cuando es mi hermano de quien se trata pero, repito la pregunta, ¿y si estuviera frente a un total desconocido?, ¿y si ese desconocido no tenía la intención o los medios de pagar la cuenta de teléfono?

Pues aparentemente, el Wiese (ahora Scotiabank) me estaría dando la oportunidad para que, quieralo o no, le haga un regalo a otra persona.

El tema, felizmente, no es dinero. El tema es que no se puede andar con tanta ineficacia, tanta incompetencia, tanta irracionalidad. Hoy hice mi cola, saqué mi tarjeta que me acompaña desde el 2002 cuando abrí mi primera cuenta y saqué todo mi saldo. Por cuestiones de ITF y de monedas pequeñinas se han quedado en esa cuenta escasos 3 céntimos. He abandonado mi cuenta compañera debido a la incapacidad de aquellos que la manejan que no pueden hacer algo tan simple como desactivar un servicio en un plazo menor de treinta días.

Sí, me señalan que se toman cuarenta y dos días para desactivar un servicio. ¿Como llamamos a eso? Yo lo llamo ineptitud. ¿Que es problema del sistema? Señor, estoy tratando con un banco, creo ¿no? Es una empresa que tiene un capital social de millones de dólares ¿acaso no pueden tener un sistema que este acorde con los tiempos modernos y que, en estas épocas de globalización y computadoras, no requiera tiempos de transacción de principios del si glo XX?

De cambios está hecha la vida. Y la mia no puede estar interatuando con entidades ineficientes e ineptas. Lo siento por mi primera cuenta pero me alegro ante la perspectiva de que el proximo mes no me voy a encontrar con este tipo de problemas.

Eso espero. Digo, es un decir.

El santo de espaldas

Hace años que me empezó a gustar el tomar agua sin gas. No soporto el agua con gas, por otro lado. A la fecha creo haber probado todas las marcas que ofrecen agua sin gas en el mercado y algunas de Bolivia, Chile y Ecuador.

Hoy estuve en el centro de Lima, me subí a un taxi para regresar a Miraflores y ante el bochorno general, me compré un agua sin gas en el primer ambulante que caminaba entre los carros. Me dió una San Luis.

He probado todas las marcas del mercado y hoy reafirmo mi impresión. Que feo sabor tiene la San Luis. Lo gracioso es que sólo la San Luis de botella tiene ese sabor, porque la de bidón es mas bien normal. Igual, siempre procuro no comprar San Luis.

Prefiero San Mateo. Digo, es un decir.

viernes, 12 de enero de 2007

Primer enojo del día

Sé que quizá es un gasto inutil. Que la mayor parte de los días ni siquiera le hago caso y termino botándolo a la basura tal como llegó, enterito. Otras veces sólo le doy una repasada ligera, de titulares. Sé que si no estuviera suscrito, no pasaría nada, no habría una modificación en mi vida. No lo extrañaría.

Pero igual, me molesta sobremanera salir a la calle y descubrir que algun infeliz se ha llevado mi Comercio!!!!

jueves, 11 de enero de 2007

Una pérdida sentida

Viendo a Liniers recordé que unas de las pérdidas mas bobas que uno sufre y que más lamenta es la pérdida del estornudo. Justo cuando estas a punto de estornudar, tienes la comezón en la naríz al tope, alguien viene y te grita: ¡¡¡No estornudes!!! En el momento preciso, el grito hace que pierdas el estornudo y te deja una sensación de pica y frustración que hace que tengas que aspirar para ver si todavía anda por ahí, el estornudo.

¡¡Que rabia!!

La tira de Liniers es esta


Lo quie es yo, cuando estoy por estornudar, no quiero ni que me miren. Digo, es un decir.

Dos pensamientos de coyuntura

Ayer el Congreso de la República hizo algo que no fue estúpido. Eso merece un aplauso ya que, como decía mi mamá, a los seres de inteligencia simple (como una mascota) debes castigarlos en el acto cuando hacen algo malo y debes premiarlos en el acto cuando hacen algo bueno. Eso se llama "reforzamiento de conductas" según creo recordar. Bueno, los "simples" sujetos que nos representan hicieron algo extraordinario, que sale de lo que uno normalmente espera considerando el CI y la capacidad de comprensión de lectura de la mayoría de ellos. Aplausos entonces y smiley en la frente!!! (Reconozco que existen personas lúcidas y apreciables en el Congreso pero ... es que son tan poquitos).

Ayer el pleno mandó al archivo la propuesta presentada por el Ejecutivo para que se promulgue la ley que aplicaba la pena de muerte para los terroristas. Okey, okey, no vamos a hablar una vez de la pena de muerte y su dilema ético moral. Sólo una reflexión:

A fines del año pasado, un comando de Sendero Luminoso mató a cinco policías. La polícia capturó a unos cuantos infelices diciendo "Acá están los terroristas que mataron a nuestros tombos, canejo". Salío "el mal menor" (léase Alan) y dijo: "Pena de Muerte a los terroristas y empecemos con esos cinco capturados" luego se fue a San Juan de Miraflores a inaugurar grifos de gas. Lo gracioso es que esos cinco infelices luego fueron soltados por que la misma polícia y el Ministerio Público se dieron cuenta que no eran terroristas y que no mataron a los policias. Osea, patinada total. Los verdaderos terrucos asesinos siguen por algun lado de la selva.

¿Y así querían poner pena de muerte? Osea, a quién se hubiera matado en este caso, a los terroristas asesinos de policias o a cinco infelices que - sabe Dios por qué razón - terminaron atrapados y presentados como responsables de un crímen que no cometieron. ¿Con esas quería el Apra aprobar la pena capital? Mira que hay que tener cara dura ¿eh? ... Ah!, claro, es que son apristas pues. Digo, es un decir.

Por otro lado, ayer Chavez juramentó como presidente de Venezuela. Luego de pendejear al Secretario General de la OEA, esta vez incluyó a Cristo en su perorata. Lo que me causa una sonrisa no es el hecho de que al pobre Cristo lo metan una vez mas a cada sancochado sino el hecho de que lo han llamado "el primer socialista de la historia".


Mas allá de la discusión de filosofía política respecto a si en el año 1 existía el socialismo, me resulta gracioso que ahora Cristo sea un abanderado del socialismo. Si, Cristo. Y la sonrisa se debe a que las corrientes de derecha mas conservadora son, casualmente, eminentemente cristianas. Claro, si no recordemos a "God bless América" ¿Si o no, Dubya?

Me imagino a Bush y a Chávez disputándose a tirones un crucifijo para definir con qué política se queda Cristo. Sonrisa.

Y me imagino a un conflictuadísimo Cristo mirando todo esto y pensando que él sólo nos dijo que seamos felices sin joder a los demás. Sonrisa más amplia.

En fin, estoy ansioso por saber quién será el nuevo abanderado del socialismo. De repente resulta el Capitán América.


Digo, es un decir.

miércoles, 10 de enero de 2007

Del 95 al 09

Es un hecho común y corriente que uno le agarre cariño al colegio donde estudia. Especialmente los que por alguna razón no cambiamos de colegio y estudiamos todos los años en el mismo centro. Lo que es yo sólo me cambié de colegio una vez. Aunque el cambio fue mas geográfico que sustancial. Estudié hasta tercero de primaria en el colegio Salesiano del Cusco y desde cuarto hasta el final en el colegio Salesiano de Huancayo.

Uno le termina agarrando cariño al Salesiano, es comprensible. O al "Sale" como le decíamos comunmente.

Asi, la conjunción del nombre del colegio con el número de tu promoción resultaba una etiqueta que cumplía las funciones de pendón. El mío era el "Sale 95" (hace ya mas de once años). Mi colegio y el año de mi promoción, 1995.

Mas de una vez salí con amigos, armados de una buena lata spray de pintura para realizar algún graffiti en las anodinas calles huancaínas. Mientras mas cerca del Claretiano, mejor. La firma por antonomásia era ... Sale 95. A veces esa sóla frase era todo el graffiti.

La semana pasada, mientras estuve en Huancayo, caminaba desde la clínica donde me hice unos análisis a la oficina de mi padre. Pasé justo por la calle que queda a la espalda del colegio Claretiano (rival escolar del Salesiano) y encontré un graffiti, de esos del tipo que yo alguna vez puse.


"Sale 09", y yo recordando el 95. Se nota que ha pasado el tiempo.

Puta, que estoy viejo - pensé luego de tomar la foto y seguí caminando.

Parece que lo único que se va a mantener es el Sale. Digo, es un decir.

martes, 9 de enero de 2007

Pensamiento atrasado 3

Nunca le he agarrado el gusto a las canciones que la rompen en la radio. Aunque algunas veces, a fuerza de repetición, me sorprenda tarareando el sonsonete de alguna de ellas. Mis gustos musicales han estado mas bien sempiternamente alejados de todo lo que acoje el dial.

Y así me llegan a cansar las canciones. Especialmente aquellas que, por el exito rotundo que tienen en las radios masivas y por la locura que inician en sitios como el Palacio de la Cerveza, por ejemplo, terminan convertidas en jingle de comercial de chela. Luego viene el olvido de la canción de marras y el agradecimiento a esa situación, claro que el alivio de no escuchar mas la canción aquella se mezcla con el fastidio de escuchar otra nueva, la de moda, en cada esquina.

Una de esas canciones que aprendí a detestar me llevó también a huir del duo que la interpretaba. Y es que; pasando el hecho de que la bendita canción la soltaron en ritmo de pop, balada, rock, salsa, merengue y techno; tampoco me gustaba la vision del gordito y el flaquito que cantaban pujando. Exacto. Aun me resulta increible cómo, ante la necesidad de imprimirle "pasión" a la interpretación, este par no tenía mejor idea que ajustar el diafragma y acompañar la voz con la vibración caracteristica de ... en fin, ustedes me entienden.



¿Ven que si cantan sufriendo?


¿A que viene todo esto?

Pues a que en el bus de ida a Huancayo, se puso como musiquilla de fondo la bendita canción de la "sirena" y seguramente le machucaron también el botoncito de REPEAT por que sonó y sonó y sonó y el cantante pujó y pujó y pujó.

Aun sigo pensando que no era necesario tanto esfuerzo gastromuscular para ponerle pasión a la canción, sobre todo una canción tan baja. Lo que si fue una alegría fue llegar a Huancayo y bajarse del bus para escuchar cualquier cosa menos "Sirena". Durante el viaje de vuelta, en el bus pusieron un disco de karaoke (aún no entiendo por qué) y la primera canción que sonó fue ... Sirena. Felizmente era karaoke y ya no habían pujos. Pero igual, la cara del gordito ajustando mientras canta no la pude sacar de mi cabeza.

Necesito un psicoanálisis. Digo, es un decir.


Huancayo y yo


La historia oficial, aquella que aparece en documentos y DNIs dirá que yo nací, por un asunto puramente geográfico, en Huancayo. Aunque me duela reconocerlo.

Sin embargo, si me preguntan yo digo que soy cusqueño ¿Por qué? Bueno, en realidad no es una mentira íntegra. Yo viví en Cusco desde julio del 80 que, considerando que nací en mayo del 80, es casi casi como si hubiera visto el mundo por primera vez allá. Estoy seguro que antes de mi llegada a Cusco me la pasé durmiendo todo el santo día por lo que el mundo, para mi, no existia y eso incluía Huancayo.

A esa ciudad volví muchas veces en mi niñez. Era ya clásico que en vacaciones de verano vaya con mi madre a Huancayo a visitar a mi abuela. No tengo muchos recuerdos de esos viajes, lo que no me sorprende no sólo por el hecho de que estaba aún muy chiquito sino tambien por que ... con lo años me di cuenta que Huancayo no es precisamente un sitio que deje muchos "recuerdos".

Fueron cuestiones laborales de mis padres las que me llevaron a instalarme a esa ciudad en 1988 y quedarme en ella hasta e 1995. Durante esos años conocí muchas personas agradables, algunas de las cuales me acompañan hasta hoy. Sin embargo, con el sitio, jamás me llevé bien. Y no es dificil de entender, yo salí del Cusco y me fui allá, como que la diferencia es tremenda ¿no?

Pero tengo que regresar eventualmente. Eso se parece un poco a Harry Potter y su regreso obligado a la odiada casa de sus tios para mantener vigente el hechizo que le permite mantenerse a salvo. Pero ... ese no es mi caso. Yo regreso por que allá viven mis padres y por que ... quiero verlos ¿se necesita mas explicación?

A pesar de ellos, el sitio me sigue pareciendo sumamente anodino. No digo feo, digo anodino por que me parece que ese es el adjetivo que mejor lo describe. Alguna vez ante la vista de una plaza constitución con piletas limpias me preguntaron si es que no podía decir alguna vez que Huancayo es un lugar bonito. Lo que pensé y sigo pensando es que Huancayo es un sitio de postales, dos, tres a lo más y punto. El resto de la ciudad es ... exacto, anodina.



No dudo de que mi visión sea sesgada, tal vez para otros ojos menos prejuiciados la ciudad se les muestre activa, viva, agradable. No puedo negar que el valle y los paisajes son bonitos pero, no me basta para quererlo. A Huancayo voy una vez al año y punto. Digo, es un decir.

lunes, 8 de enero de 2007

Pensamiento atrasado 2

Volví a ir al dentista.


Hace mucho tiempo que no tengo caries por curar y eso me alegra, y me alegra más el hecho de que se mantenga esa situación. Sin embargo siempre hay cositas por arreglar, aunque uno no quiera y como "al mal paso darle prisa" sólo queda apechugar y abrir la boca.

Entonces, descubrí que pocas cosas hay en el mundo que me hacen sentir mas indefenso que el sonido del taladro del dentista. Ese silbido agudo y la sensación de vibración en los dientes que dan lugar al miedo de que, tarde o temprano, vas a sentir un agudo dolor que te va a durar mucho tiempo y que te va a sacar alguna lágrima.

Mi infantil majadería hizo que yo de niño vaya mucho al dentista y que conozca desde pequeñín cómo duele ir ahí. Entonces, esta vez que volví a escuchar el sonidito de marras luego de vaaaarios años, me volví a sentir durante varios minutos como un niño de nueve años, con la boca dolorosamente abierta y temblando de miedo ante el inminente dolor dental.

Pocas cosas hay en el mundo que me hacen sentir mas desamparado e indefenso que estar echado en el sillon del dentista y oir el infame chillido. Esta vez fue un tema rápido, no me causó ningún dolor, pero el susto me quedó y me regresa cada día, tres veces al día. A veces más.

El miedo tambien educa. Digo, es un decir.

Pensamiento atrasado 1

Estuve muy atareado aseando mi pisito cuando me enteré que en Irak iban a ejecutar a Hussein. Vamos, desde que tengo 10 años, Saddam ha sido el némesis del mundo estadounidense. Reemplazado por unos años por el inubicable Bin Laden pero igual se las arregló para volver al primer plano. En los últimos dieciseis años, la culpa de todo la tenía Saddam.



Y debe ser muy probable que en realidad haya sido todo lo que dicen que fue. Ese no es el punto. El punto en realidad son dos:

  1. No considero que la pena de muerte arregle nada. La ejecución de Hussein no es un acto de reivindicación, de reintegración. Es un simple acto de venganza .... y morbo. Si, morbo. Morbo de ver al poderoso ahorcado, morbo de buscar en internet el videíto de la ejecución que un buen soldado apresuró gracias a su moderno celular. La pena de muerte siempre se queda reducida a un acto de morbo.
  2. Toda persona, por mas pérfida que haya sido tiene derecho a vivir. Que Saddam se hubiera pasado la vida enterrado en la misma zanja en la que lo encontraron camuflado por gasear kurdos hace dos décadas me hubiera parecido una sanción ejemplar. Pero, hasta donde yo sé nadie le dió a Hussein autorización para hacer eso, como no se la dieron a nadie para que lo cuelgue a Saddam.

Lo simpático es que, cuando matas, lo único que haces es elevar a la gente a categoría de mártir. Sobretodo cuando la historia aún está por escribirse. Llegará el día en que los yunaites ya no estarán en Irak, que los kurdos formen su propio país y que los iraquíes recuerden a Hussein como un lider heróico. Entonces, el criminal de hoy se volverá el prohombre del futuro. Algo así como Tupac Amaru pero quitandole lo autóctono y poniéndole un poco de gusto y arte oriental.

Imagínense señores, en el Eufrates, luego de Hamurabi, Hussein. Gracias, Dubya, no dejas de meter la pata. Digo, es un decir.

2007

No posteo desde el 26 de diciembre del año pasado. Han pasado 13 días sin que ni yo mismo me haya asomado por acá.

Urge ponerse al día.

Por lo menos, ya he vuelto. Digo, es un decir

martes, 26 de diciembre de 2006

Reflexiones Post Navidad

En primer lugar, debo cumplir con lo que me nace de la mas profunda sinceridad. Debido a mi decisión de no hacer el menor esfuerzo para buscar computadores o internet en los días de fin de semana (a lo que se debe el hecho de que yo casi nunca posteo en domingo o sábado) no he podido mandar saludos navideños casi a nadie. Aunque he recordado casi a todos.

Sin embargo, he recibido los que me correspondían. Gracias!!

Así, me doy cuenta una vez más que se siente muy bien cuando te das cuenta que alguien se toma la molestia de mandarte un saludo. No resulta necesaria una frase ingeniosa ni un regalo bonito, lo importante y realmente apreciable es saber que otra persona se acordó de ti y te lo hizo saber.

mM inacción hizo que no pueda hacer saber a muchas personas que yo tambien me acordé de ellas, de ustedes. Y, como nombrarlos a todos constituiría mas un acto de vanidad que de agradecimiento, simplemente les agradezco a todos sus deseos, reafirmo los mios y espero que la hayan pasado muy bien. Doy por recibidos los abrazos y envio los mios.

Que hayan tenido una feliz navidad.

Y ahora, pasemos a ciertas reflexiones que me vinieron a la cabeza en estos días.

1. "Fiesta Religiosa".

Fue en la navidad del año 2005 cuando en la peluquería me comentaban las virtudes de asistir a misa de gallo en navidad y hasta me aventuraron un cierto reproche a mi y a mi familia por que nosotros, simplemente, jamás fuimos a una misa de gallo. Claaaro, fue el mismo peluquero de quien hablé acá.

Y ahora me vino a la cabeza la pregunta que aquella vez me soltó a bocajarro consciente como era de que las tijeras las tenía él y yo no podía ponerme muy faltoso bajo pena de corte en las orejas. "¿Que es lo que celebras entonces en navidad?".

Aquella vez no le pude contestar por que, consciente como estaba de que las tijeras las tenía él, no quise despertar su furia. No vaya a ser que en nombre de monseñor Escrivá considere que mi purificación pase por la oblación del pabellón auditivo que tan útil me resulta en ambas orejas.

Pero este año, alejado como estuve de su peluquería, contesté. Yo no se qué celebrará él. Yo celebro con toda mi alegria algo mas simple, menos trascendental, menos divino y, a mis ojos, mucho mas importante. Celebro que tengo la posibilidad de reunirme con mi familia y decirles a todos con mis palabras, abrazos y sonrisas lo mucho que me importan. Celebro que esta fecha me da la posibilidad de sentarme nuevamente a la mesa con mis padres y mis hermanos y, mas allá de frialdades coyunturales, celebro el hecho de tenerlos a todos juntos y poder abarcarlos con una sóla mirada. Que no me vengan con pesebres o renos, para mi lo importante es poder saber que estoy vivo y que vivo aún con las personas cuyas vidas son las importantes para mi. Que mientras los tenga a ellos, tendré navidades.

No venga nadie a reducirme la navidad a una simple y anodina fiesta religiosa de las que está plagado el calendario, la misa y las indulgencias plenarias no tienen ni tendrán jamás el significado tan pleno de poder compartir un chiste de mi viejo con toda mi familia. Y soy consciente que Dios se siente mucho mas complacido viendonos sonreir mientras nuestra mascota estrena su nuevo regalo navideño que viendo a pios personajes sentados en una fria e indiferente banca participando de algo que no les ayuda para decir a quien los quiere, que ellos tambien los quieren.

Yo no celebro, yo agradezco el poder sentirme parte de un núcleo. Celebro la existencia de mi núcleo y la felicidad de sabernos siempre juntos. ¿Misa de Gallo? ¿Para qué? ¿Para alejarme de mi gente? ¿Ir todos juntos? ¿Para qué? ¿Para estar callados y sentados con frio en un sitio extraño en vez de compartir la alegria de nuestra mesa y el calor de nuestra sala? No gracias.

La verdad es que quizá yo haya retornado a la versión pagana de la fiesta de la luz que celebraban antes en la fecha de luna nueva del mes de diciembre (que usualmente coincide con el 25 de ese mes), pero esa celebración es la que me llena de alegría y, al igual que como piensan los musulmanes, si de adorar al divino se trata, no creo que haya mejor forma de hacerlo que disfrutando y usando lo que él me dió, mi libertad y mi capacidad de amar a mi gente.

Para mi la navidad es muchas cosas, menos una fiesta religiosa. Y me niego tajantemente a reducirla a eso.

2. I'll be back

Desde que llegué a vivir a Lima, he vivido siempre en Miraflores. Primero en una buena pensión multitudinaria, luego en un buen depa con mis hermanos y luego de ese en otros dos cumplidores depas que compartí ya no con los dos hermanos sino unos años con uno y los restantes con el otro.

El pasado 8 de diciembre, como lo conté acá, dejé de compartir el hogar con mi hermano y me fuí a mi "pìsito", como lo llamo yo.

Siempre me ha gustado Miraflores, me he sentido muy bien todos esos años viviendo ahí. Incluso la cercanía del mar, masa de agua que no me llama mayormente la atención en ninguna época del año, me resultaba simpática. Pero habían muchos otros detalles, la facilidad para llegar a casi todo lado, y la cercanía con los sitios a los que podía ir a tomarme una cerveza con los muchachos. Todo eso junto hizo que a Miraflores yo lo sintiera como mi casa. Era mi casa. Y fue por eso que hará unos años prometí que jamás, mientras viva en Lima, viviría en otro distrito que no sea Miraflores.

Mi pisito queda en San Borja.

¿Y dónde está tu promesa, entonces?

Es cierto, la promesa quedó en saco roto.

Estuve pensando en eso ahora que, por navidad y ante la visita de mis padres que fueron a su casa (la de Miraflores), tuve que regresar a la casa e incluso dormí en ella la madrugada del 25.

Y si, pues. Ya no vivo en Miraflores.

Lo que me recordó que hace 18 años, en marzo de 1988, luego de meses de embalajes y mudanzas, mi madre me sacó de mi casa en Cusco rumbo al aeropuerto. No tuve tiempo de recojer mi último juguete (un robot que se transformaba en una mariquita gigante, se veía muy viril el robotito ahora que lo recuerdo pero creo que, si regresaría en el tiempo, no le prestaría tanta atención ... no se vayan a crear falsas ideas, en fin) y mi madre, apurada como siempre que se trataba de aeropuertos y viajes, me dijo que no me preocupe que ella regresaría luego y que me lo daría.

Subímos al avión y salimos de Cusco, mi casa, mi hogar, mi patria pequeña. Pasaron siete años antes de que pueda volver a pisar tierra cusqueña, nunca mas he vuelvo a vivir allá y no tengo planes en el corto o mediano plazo (aunque si mucho entusiasmo por ello en el larguísimo plazo). Sin embargo, para mi, a mis siete años cuando me subí a ese último avión, el tema no fue tan definitivo. Para mi era un viaje más de vacaciones, pensaba iluso yo, que no me estaba yendo para vivir en otra ciudad - anodina ciudad, por cierto - sino que me estaba ausentando un tiempito y que iba a volver. En el fondo sabía que iba a volver. Que voy a volver.

Es lo mismo con mi promesa. En el fondo sé que voy a volver a Miraflores, mi casa. Pero por el momento tengo que irme a otros lados. Tan malo no es.

3. Pavo, no te vayas a correr.

Hará dos años que solté la idea "Y si este año en vez de comer pavo, comemos lechóncito". No tuve acogida. Tampoco la tuve este año. En verdad, en mi casa sólo se come el pavo. Pero no me quejo.

La cena de navidad en mi hogar es un clásico. Es casi como la pascua judía donde comen las mismas cosas. Con los años hemos ido añadiendo cosas y detalles, pero esencialmente siempre es la misma cena y eso nos hace felices por que, dicho sea de paso, sale riquisima.

Este años llegué a la conclusión que la cena navideña no es motivo para innovar o cambiar. Que esta bien que sea como es, como siempre ha sido, porque de esa forma ponemos en la mesa un rasgo mas de lo que somos nosotros, la familia. Nuestra cena, nuestra particularidad, nuestra identidad. Y esa no se cambia año a año.

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Me gustó esta navidad, seré sincero. Aunque me regalaron muchos cubiertos y cucharones para mi nueva casa. Puedo usar un juego de cubiertos por día y tendría cubiertos para dos semanas. Y pensar que no almuerzo en mi casa. En fin, en todo caso, ya tengo regalos para la proxima boda a que me inviten. Digo, es un decir.

viernes, 22 de diciembre de 2006

No quiero irme a los penales

Yo soy un hincha inusual de fútbol peruano. Principalmente por que no me gustan los supuestos equipos "simpáticos" de los que todos simpatizan por que, valgan verdades, son principalmente pintorescos. Así me alegré mucho cuando bajó el municipal y su ascenso no me trajo ninguna alegría. Sobre todo considerando que su estadía en primera va a ser el típico via crucis del equipo desorganizado y sin finaciamiento. De igual manera este año me emocionaba la idea que baje el Boys, que cada año se ha ido pareciendo mas al muni, y que se quedara un equipo como el Galvez que, dentro de su mediocridad, por lo menos tenía jugadores al día y un estadio con gente cada fin de semana.

Por eso hinché al Galvez y la ruleta de penales que determinó su descenso me dejó una desazón conocida. Recordé la última vez que seguí una definición por penales. Tambien por una radio de internet y en ese partido Argentina (selección a la que siempre le voy en los mundiales) fue eliminada por Alemania. Intenté recordar la definición por penales que seguí antes que esa y la memoria me llevó a la "noche triste". Aquella en que descubrí a veces el mundo se vuelve monócromo sin que haya un sólo motivo en todo el planeta que te pueda hacer esbozar una sonrisa. Fue en diciembre del 2004 y mi esportin querido perdió la final nacional frente al Alianza Lima, por penales.


Recordé entones la final de 1998 donde otra vez mi esportin querido perdió el título nacional por penales. Esta vez frente a la U. Recuerdo a la selección peruana eliminada en la copa américa de 1999 por penales frente a México (partido que en un momento ganábamos 3 a 1). Recuerdo incluso que mi historia de fanatismo se inició una noche en la que mi esportín querido perdió el subcampeonato frente al Alianza, otra vez por penales. E incluso, en el 2001 cuando prefería que el campeonato lo gane el Cienciano, el campeonato lo ganó el Alianza por penales.

Todo eso sin contar las veces que en campeonatos de la universidad, mi promoción o mi facultas se vió eliminada ... por penales.

Odio los penales.

No recuerdo jamás que un equipo por que el que haya sentido ganas de que gane haya logrado su clasificación por penales. O ganaban en el partido o no ganaban. No se si es el pesimismo con que escribo este post pero no recuerdo ni una sola tanda de penales en la que haya tenido especial interés y de la que haya salido satisfecho. Siempre que tengo interés en los penales, pierdo.

O de repente el salado soy yo. Digo, es un decir.

jueves, 21 de diciembre de 2006

Upa!

Bueno, me alegro por que soy cusqueño. Y me alegro por que, como mi esportin querido ya no juega por nada este año, me vuelvo "interinamente" seguidor de mi "segundo equipo". Aunque eso sea una barrabasada por que uno de equipo no cambia. Pero en vez de tratar de sacarle razones a la sinrazón, sólo dire que el papá me ha dado motivos para sonreir.

Así que envío mi sonrisa por este medio.


Aunque, tambien sonrío por que la crema me cae recontra mal, para qué vamos a negarlo.

Negro, cuidado con la que se te viene!!!! Digo, es un decir.

martes, 19 de diciembre de 2006

Primorando

Yo no soy de las personas que cierran las fiestas y las discotecas, aunque algunas veces si me he quedado hasta que tuve que salir junto con el aserrín.

Ahora, ¿recuerdan las canciones que tocaban en las fiestas a partir de las 4:45 am ya buscando que la gente se empiece a ir a dormir? En las primeras fiestas a las que fuí, allá por los inicios de la década de los 90 en la ciudad de Huancayo, recuerdo claramente que los huaynos se empezaban a hacer mas continuos y sólo unos cuantos tíos impenitentes se quedaban zapateando al borde del tropezón y con la botella de cerveza en la mano. Ya para esto la quinceañera hacía rato que se había ido a dormir y en el salón sólo quedaban algunos pocos que, debido a la falta de dinero para el taxi, esperaban que amaneciera para poder tomar combi.

En otro ritmo, pero siempre destinadas al simpático papel de "espanta borrachos" (como llamaremos a esas canciones por puro ánimo lúdico) estaban las cumbias colombianas. Claaaro, ustedes recordarán ¿no? Esas canciones entrañables que vienen de décadas atrás, las cumbias pegaditas, la pollera colorá, la piragûa, tabaco y ron, etc., etc., etc., etc.

Hará dos años del último viaje que hice con mis padres. Los fuí a visitar por semana santa buscando un poco de tranquilidad en el lar paterno y al día siguiente, aburridos ante la perspectiva de quedarnos en casa, nos trepamos al automovil y empezamos a viajar. La idea era ir al pueblo de Junín (unos 150 kilómetros al norte de Huancayo) y conocer la pampa de la batalla pero, una vez ahí, caímos en cuenta que Cerro de Pasco estaba mas bien cerca y que yo no conocía Cerro de Pasco. Una vez en Cerro de Pasco nos dimos cuenta que era una ciudad muy aburrida y que hacía mucho frío como para quedarse a dormir por lo que preferimos continuar hasta Huánuco.

Huánuco fue mucho menos inclemente y mucho mas movida. El viaje hubiera continuado pero para llegar a Tingo María había que estar vacunado y yo no me he vacunado contra la fiebre amarilla. Así llegamos al paradero final del viaje. Compartí con mis viejitos una tarde conociendo Huánuco y acompañando a mi padre a recorrer los pasos perdidos de su niñez y adolescencia. Luego de una buena cena (si mal no recuerdo nos zampamos un pollo entero entre los tres) nos fuimos a dormir. compre un six pack que me lo tomé con mi viejo y caimos rendidos del laaargo viaje que salió de la nada.

Mas o menos a las 4 y 57 de la mañana siguiente me despertó una canción que sonaba en un carro estacionado afuera del hotel, en plena plaza de armas de Huánuco. Era, como no podía ser de otra manera, una cumbia colombiana que anunciaba el final de la fiesta o lo que sea que haya sido esa reunión alrededor de un automovil. Era una canción simpática que había escuchado muchas veces pero de la que desconozco el nombre. La recordaba por que con Iván jugábamos al chiste cruel con ella imaginandola como canción de asilo.

No tengo idea de cómo se llama así que le pondremos "quiero amanecer" y esta versión, según lo que me dijo el cumplidor E-Mule es de un grupo, colombiano supongo, que se llama "Los Llopis".


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¿Que por qué posteo a "Los Llopis"? Bueno, porque hace tiempo que no posteo canciones singulares o curiosas, y cómo tengo esta canción en la PC, pues la pongo para que, si pueden soportarla entera, les sirva para recordar aquella vez que, como todos alguna vez, se quedaron hasta el final de la fiesta. Estoy seguro que esa vez escucharon esta canción. Digo, es un decir

La sucursal

"Digo, es un decir" es mi blog personal. El primero que inicié y al que definitivamente mas cariño le tengo. En realidad no es un blog temático ni cerrado ya que me siento con la libertad de poner en él todo lo que forme parte de mis intereses, mi ánimo, mis recuerdos y mis opiniones.

Pero a pesar de éso, tambien me llama la atención el tener un sitio donde sólo comente cosas de un determinado género.

Fue en el año 1997 cuando, ya estando los tres hermanos en Lima, decidimos dejar de estar en pensión y empezar a vivir como familia en un departamento. Un depa donde ya no habrían horas a las que te cerraban la puerta u horas fijas de almuerzo o cena. Un depa donde mis padres puedan venir cuantas veces lo quieran o lo necesiten. Asi que en enero de ese año nos mudamos a nuestro primer depa y en él vivimos los tres hermanos de la forma mas armoniosa que nos era posible.

El problema sin embargo se presentó respecto a Gonzalo y su alimentación. ¿Dónde va a comer? preguntó mi madre. La respuesta salió por si sola. "Aprenderá a cocinar" dijeron todos. Y algo aprendí, no lo puedo negar. Pero lo que terminé haciendo fue comiendo en restaurantes. Así me hice asiduo de chifas, pollerias y menueros cercanos ya sea a mi casa o a la universidad Católica. En los últimos 10 años fueron muy pocas las temporadas en las que comía regularmente en mi casa. Por el contrario, deben ser innumerables y variados los sitios donde alguna vez me senté a almorzar.


He pasado años comiendo en la calle y ya me acostumbré a ello. Jamas he llevado lonchera a ningún lado, ni a la universidad ni al trabajo. Siempre encontré el restaurancillo mas cercano donde podía comer sin remordimientos y, con un poco de suerte, hasta encontrar algo sabroso. He conocidos menúes desde tres soles hasta los de veinticinco y he frecuentado todo tipo de buffets. En seis palabras, he crecido comiendo en la calle.

Es por eso que tal vez pueda verme en la capacidad de reconocer sitios y recomendar lugares donde uno pueda comer lo que se le antoje. No soy un conocedor, pero si un aventurero y, mientras el estómago me lo permita, seguiré buscando y conociendo nuevos lugares.

Es por ello que se me ocurrió empezar con Sazón Urbana y volcar en él mis experiencias y mis recomendaciones. De repente a alguien le puede servir.

Si no estan cansados de encontrarme en este blog, les invito a que me encuentren también ahí. Digo, es un decir.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Recomendado.

No es la primera vez que recomiendo algo de ese blog. Pero nunca me he arrepentido de hacerlo. Puede que sea por el cariño que le tengo al autor, pero creo que mis juicios no son sesgados.

Igual, creo que vale la pena darle una leída a ésta entrada. A mi cuenta, les aseguro que es algo bueno para leer.

y lo hago aunque al autor no le guste que le reviente tanto cohete. Digo, es un decir.