Hay cosas que uno simplemente ya no espera que pasen. Asumes que las cosas van a quedarse sempiternamente en el estado a que llegaron en un determinado momento y que el resto del devenir temporal sólo traerá la confirmación de tus sospechas: que nada va a cambiar.
Sin embargo, un buen día sin que te lo esperes, te das con la sorpresa de que lo que pensabas eterno e inmutable había cambiado. Esa rara efemérides requiere un homenaje o, por lo menos, un alto en el camino para conmemorarla.
Asi que, ante uno de esos hechos, me detengo y se los comento. ¿qué pasó? Pues que este blog en especial perteneciente a un buen amigo mio, en el que yo pensaba que nunca jamás volvería a leer nada nuevo, tiene un nuevo post.
Y eso merece que se celebre. Digo, es un decir.
Sin embargo, un buen día sin que te lo esperes, te das con la sorpresa de que lo que pensabas eterno e inmutable había cambiado. Esa rara efemérides requiere un homenaje o, por lo menos, un alto en el camino para conmemorarla.
Asi que, ante uno de esos hechos, me detengo y se los comento. ¿qué pasó? Pues que este blog en especial perteneciente a un buen amigo mio, en el que yo pensaba que nunca jamás volvería a leer nada nuevo, tiene un nuevo post.
Y eso merece que se celebre. Digo, es un decir.
2 comentarios:
Doy vueltas en el primer párrafo.
Chalin me has hecho sentir especial, por mas maricón que suene ...jajaja
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