Estoy pensando en una persona.
Si, ya murió.
Muchos lo lloraron. Muchos se alegraron con su muerte.
Los que lo lloraron dicen que inició un cambio para crear un país mejor, un mundo mejor. Que si la vida le hubiera dado la posibilidad y hubieran sido mas los que lo escucharon y siguieron las mejoras no hubieran conocido límite. Que si latinoamérica entera hubiera seguido su ejemplo, ahora seríamos un grupo de países mas justos. Que fue leal a un sueño y que por él hizo todo lo que tuvo que hacer. Que a personas como él no se le pueden juzgar ya que sus obras y su huella son imperecederas en el tiempo y que su imagen será el simbolo de los que buscan un mundo mejor. Que inició un cambio y que encabezó una nueva época. Sus partidarios y simpatizantes dicen sin ambajes que él es un verdadero héroe.
Los que se alegraron dicen que fue un simple y vulgar asesino. Que a pesar de su valía intelectual se tornó un ser bruto. Que causó la muerte de miles y que, en pos de la materialización de su idea de un mundo mejor, considero todas esas vidas como prescindibles. Que para la consecución de su ideal no le importó dejar viudas, huerfanos, destruir familias, dar lugar a la existencia de desplazados y refugiados. Que mató y mando matar. Que torturó y mandó torturar. Que tuvo un papel preponderante en una de las dictaduras mas restrictivas que existen y existieron. Que se sabe que controló personalmente las ejecuciciones en una conocida prisión del país que supuestamente liberó. Que esas ejecuciones eran de prisioneros políticos, prisioneros que no eran otra cosa que simples personas que no pensaban como él. Que no es el guerrero formidable que dicen que fue sino que era un pobre estratega. Sus detractores dicen que fue un megalómano y un asesino.
¿Saben de quien estoy hablando?
Claro, es evidente que estoy hablando de este señor.

Pero les apuesto mi gratificación por navidad que pensaron que me refería a éste otro señor ¿no?

Parece que, salvo la orientación política, mucha diferencia entre uno y otro no hay. Entonces, si son tan iguales. ¿Por que no ponemos la cara de Pinochet en camisetas como ésta?

O es que acaso sólo se pueden hacer polos de asesinos comunistas. Digo, es un decir.
Si, ya murió.
Muchos lo lloraron. Muchos se alegraron con su muerte.
Los que lo lloraron dicen que inició un cambio para crear un país mejor, un mundo mejor. Que si la vida le hubiera dado la posibilidad y hubieran sido mas los que lo escucharon y siguieron las mejoras no hubieran conocido límite. Que si latinoamérica entera hubiera seguido su ejemplo, ahora seríamos un grupo de países mas justos. Que fue leal a un sueño y que por él hizo todo lo que tuvo que hacer. Que a personas como él no se le pueden juzgar ya que sus obras y su huella son imperecederas en el tiempo y que su imagen será el simbolo de los que buscan un mundo mejor. Que inició un cambio y que encabezó una nueva época. Sus partidarios y simpatizantes dicen sin ambajes que él es un verdadero héroe.
Los que se alegraron dicen que fue un simple y vulgar asesino. Que a pesar de su valía intelectual se tornó un ser bruto. Que causó la muerte de miles y que, en pos de la materialización de su idea de un mundo mejor, considero todas esas vidas como prescindibles. Que para la consecución de su ideal no le importó dejar viudas, huerfanos, destruir familias, dar lugar a la existencia de desplazados y refugiados. Que mató y mando matar. Que torturó y mandó torturar. Que tuvo un papel preponderante en una de las dictaduras mas restrictivas que existen y existieron. Que se sabe que controló personalmente las ejecuciciones en una conocida prisión del país que supuestamente liberó. Que esas ejecuciones eran de prisioneros políticos, prisioneros que no eran otra cosa que simples personas que no pensaban como él. Que no es el guerrero formidable que dicen que fue sino que era un pobre estratega. Sus detractores dicen que fue un megalómano y un asesino.
¿Saben de quien estoy hablando?
Claro, es evidente que estoy hablando de este señor.

Pero les apuesto mi gratificación por navidad que pensaron que me refería a éste otro señor ¿no?

Parece que, salvo la orientación política, mucha diferencia entre uno y otro no hay. Entonces, si son tan iguales. ¿Por que no ponemos la cara de Pinochet en camisetas como ésta?

O es que acaso sólo se pueden hacer polos de asesinos comunistas. Digo, es un decir.